Afirmo. Ahora pregunto: ¿HAY QUE HACER LEÑA DEL ÁRBOL CAÍDO?
En mi opinión, sí. Y no se trata de ningún acto de venganza ni de rencor alguno, aunque en clave de humanidad, sí que habría que guardarles rencor y castigarles con una venganza proporcional a sus fechorías y también proporcional al daño que infligieron a los españoles en su mayoría, y en especial a aquellos sectores sociales más vulnerables y de mayor necesidad. Solo por eso, merecen convertirse en leños que restituyan el calor sustraído a golpe de felonías y de tropelías.
El Partido Popular ha hecho mucho daño. Muchísimo daño. Es por esto que ahora adquiere más valor el hecho de dejar de lado protocolos cínicos que solo valen para un paripé sin sentido y para quedar bien en la galería. Ante estos hechos lamentables que protagonizó el PP, hay que ser contundentes y aplicar el mayor desprecio humano que se pueda aplicar. No se merecen menos, pues estábamos a punto de una tragedia de dimensiones aún desconocidas a día de hoy. Y además, están las reminiscencias psicológicas que han dejado impresas en mucha gente de este país, llevando el daño a un efecto similar a un trauma incurable o a una depresión permanente en muchas personas de este país.
Por otro lado, el miedo. Miedo a que no se haya aprendido nada y a que todo siga igual. Ese miedo es atroz y es demoledor en muchas personas de este país. Hay que erradicar esa sensación y para ello es preciso dar garantías de que no volverá a suceder. Y para que las garantías sean plenas y gocen de la confianza necesaria, la mejor manera es hacer leña del árbol caído y calentar todo aquello que se abandonó a la intemperie mientras estos que salieron del poder estuvieron haciendo un uso de esa posición de privilegio y de predominancia, excesivamente abusivo, llegando a ser inhumano en el caso de muchos de los afectados. Y no fueron pocos.
Hay que llevar a cabo políticas totalmente opuestas a todo lo que hizo el PP durante su maldito mandato. No basta con derogar leyes que ellos pergeñaron con premeditación y alevosía, con violencia y agresividad. No basta tampoco con grandilocuencias y verborreas en los medios de comunicación sobre lo mal que lo hicieron, o en el Congreso de los Diputados mientras se tiran los trastos unos a otros. Con todo eso, no es suficiente, así que ya se puede imaginar Pedro Sánchez y todo su equipo, sobre lo que esperan los españoles de ellos, de este nuevo Gobierno.
Ni a mi ni a nadie, nos vale que dentro de diez o quince años, muchos se echen las manos a la cabeza contemplando que diez o quince años atrás se hicieron auténticas barbaridades. No, eso no es suficiente ni sirve de nada. A muchos españoles solo nos vale la acción inmediata, pues la agresión que hemos sufrido no lo compensan palabras de reproche o discusiones más o menos acaloradas. Menos aún, polémicas al uso de los medios sensacionalistas o de políticos lenguaraces.
Necesitamos hechos, cosas tangibles, noticias sobre que el cambio es cierto y garantías de que no volverán a suceder muchas de aquellas cosas que con tanta amargura hemos sufrido y padecido día tras día mientras aquellos estaban en el poder.
Porque, si analizamos bien la situación, pues podemos concluir en que, en efecto el árbol ha caído, pero en su caída ha aplastado la vivienda y la casa del vecino. Y en esta situación, no basta con apartar el árbol y reconstruir los cimientos de la casa. Lo que hay que hacer es todo eso, y aparte hacer leña, ya que nos vendrá bien para calentarnos cuando llegue el invierno, y nos recompensarán algo en el daño que hemos sufrido con quienes no tuvieron ni valor ni compasión con nadie que no fueran ellos y los suyos. Fue una discriminación humana en toda regla, y punto estuvo de acabar en genocidio. Además, están los resquicios y las virutas, que quedarán esparcidas durante mucho tiempo más.
O para hacer una buena churrascada y celebrar que, por fin, se fueron. Que por fin los echamos.
Definitivamente, hay que hacer leña del árbol caído. Sí.
Y ahora hay que plantar más árboles y ponerle lo tutores para que crezcan bien. Que se vea.
Tititokokoki
