viernes, 26 de agosto de 2022

Mi primer amor

Mi primer amor lo conocí a los ocho o nueve años, una tarde al salir del colegio, mi abuela vino a recogerme para llevarme a casa pero antes paramos en la tienda de golosinas que había en el callejón trasero del centro escolar; era una vivienda particular, sin ningún tipo de rótulo que hiciera sospechar que vendían dulces y juguetes de poco precio pero inmenso valor para los pequeños, a la que en la entrada habían colocado un mostrador y unos estantes, la tienda se conocía vulgarmente como "El Enanito" y así nos referíamos a ella en nuestra inocente maldad, el motivo era claro, la persona que regentaba el establecimiento sufría de Acondroplasia.



Mi querida abuela (¿Acaso no lo son todas?) me dijo: "Elige algo", y allí estaba, no pude contenerme y lo cogí, aquel personaje de brillante atuendo dándole un tortazo al que, a todas luces, reconoceríamos como la representación del mal, y lo llevé al mostrador. 

El tebeo, aún no conocía la palabra "comic", valía setenta y cinco pesetas, mi abuela, y lo recordaré siempre, dijo algo sobre el precio del artículo pero cedió con una caricia y me lo compró, un "Capitán América" de la hace tanto ya extinta editorial "Ediciones Vértice", en blanco y negro con dibujos de Jack Kirby, en el que pugnaba con "Cráneo Rojo" en un submarino nuclear. 

No recuerdo más de aquel tebeo, pero el daño ya estaba hecho. 

Me enamoré.




He recorrido un largo camino desde entonces, y después de haber devorado cientos, miles quizá, de esos cuadernos durante mi vida, e incluso haber soportado comentarios del tipo: "Cuando dejarás atrás esas niñerías", puedo decir que jamás me he arrepentido ¡Tantas historias imaginarias! ¡Tal derroche de eventos cósmicos jamás ocurridos!¡Tantos y tan variados personajes de peculiares poderes y habilidades qué solo existen en la cabeza de sus creadores para pasar luego al imaginario colectivo! 

No soy capaz de transmitir la emoción que a un niño le embarga cuando lee estos relatos imposibles que suceden en tierras lejanas, en ciudades futuristas o en planetas habitados por seres más allá de toda lógica.




Obviamente, mi amor por ellos sigue intacto como el primer día, lo demuestro a veces colgando alguna lámina en este Blog Coralino, y no puedo, a pesar de haberme vuelto más exigente con la edad, dejar de emocionarme con ellos como aquel chiquillo a la salida del cole cuando su abuela le dijo: "Elige algo".


Slaine

sábado, 20 de agosto de 2022

La madurez de los bloques

Oigo el clamor en el desierto Coral (Desierto por vagancia vacacional no por falta de guerreros blogueros. faltaría más) de que no hay nada en la recámara para reponer el semanario. Y, yo que según para qué el rayo soy, donde me llaman allá que voy. !Pista, pista!.

Me da -y no sólo a mi- que estamos poniendo nuestras simpatías políticas y morales en la actualidad en Rusia y China.

Hartos ya de estar hartos del yankismo asesino, depredador y ladrón. Nos estamos alegrando de los éxitos de estos dos grandes paises.

Los pro otanistas, sospecho que nos ven como a los rojeras de siempre. Según se mire así es. Pero es más cierto que los abusos depravados de los anglos y sus descendencias nos siguen empujando más y más hacia un árbol de mejor sombra sin miedo a perder la cartera y nunca mejor dicho.

Resulta que los imbéciles rusos o/y venezolanos han colocado muchos millones en oro o divisas varias. Y ahora estos ladrones de manos ensangrentadas no quieren devolverlo. Así es como trabajan estos cuervos tan honrados, carteristas al por mayor, como mafiosos que son pero, esta vez apoyados por las potentes armas de que disponen.

Así cómo no, no sentir simpatías por esos paises tan explotados como esquilmados. Somos muchos los que si nos mandan a formar en filas de pro OTAN y pro Rusia-China estaríamos formando en esta última.

Ni ciegos ni sordos ni memos idiotizados, no. Simple ecuación de quién es quién, quien amigo y quién invasor que, además, se lleva las materias primas al grito de !manos arriba, si te mueves te mato! Como ocurre hoy en Siria      

 -por ejemplo- o como con los plátanos de Sudamérica. O el oro del Sur de África, por ejemplo.



Aquí pese a que nos tiene pillados por los huevos, -Rota, Morón, Torrejón, y hasta Zaragoza, aún protestamos, tenemos esa capacidad pero, controladas las protestas como hace 4 domingos en la Gran Vía de Madrid en que, hubo 

casi tantos policías como manifestantes.(Menos TVE).

Uno se cansa, por varias razones de estar bregando siempre, desde siempre con la matraca de apoyar y defender lo nuestro. Algo arduo, visto la cantidad de obreros que siguen apoyando y clamando !vivan las caenas.

Pero en tanto este imperio perdure la oposición seguirá siendo más y más dura cada día, cada invasión, cada guerra del débil contra el poderoso.

"...más valen en cualquier tierra,(mirad si es harto sagaz),

sus escudos en la paz, que rodelas en la guerra.

y pues al pobre entierra y hace propio al forastero;

poderoso es Don Dinero"


Tenia que decirlo.


Antonio RL

viernes, 12 de agosto de 2022

En este mundo traidor nada es verdad ni mentira

 “En este mundo traidor,

nada es verdad ni mentira

todo es según el color,

del cristal con que se mira”.

Ramón de Campoamor.

Tras realizar un experimento empírico, consistente en no aparecer en el blog

durante una semana, ni como moderador ni como comentarista, la conclusión ha

sido:

Que los moderadores no son necesarios.

Bueno, a lo mejor es que en esta semana, no ha aparecido por el blog, ningún

insultador, provocador, acosador o mentiroso compulsivo. Igualmente podría ser

porque los causantes de tantos insultos y crispaciones han sido neutralizados.

O porque todo Edmundo está este mes de vacaciones.

O el colmo ¡¡Ha sido todo a la vez!!

Sea lo que fuere y concluyendo que es gerundio, si no hay insultos, no son

necesarios los moderadores.

Del mismo modo, podríamos decir que, si no hubiese ladrones, asesinos,

traficantes, maltratadores, corruptos y prevaricadores, no serían necesarias ni las

leyes, ni la policía.

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“Los insultos son una mezcla de rabia y falta de argumentos”. Anónimo.

“Las injurias son los argumentos de los que no tienen razón”. J. Jaques

Rousseau.

“Quien insulta pone de manifiesto que carece de argumentos”. Garcilaso de la Vega.

“El insulto es el último recurso de aquél que se ha quedado sin argumentos, pues

se siente derrotado”. Benito Juárez.

“El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe”. Diógenes el Cínico.

Habría que hacer un perfil psicológico de qué es lo que lleva a una persona anónima a

insultar sistemáticamente en un blog, a otros blogueros, yo no me considero preparado

para ello.

Ciertamente, algunos comentaristas han dejado aquí escrito lo bien que se lo pasan

acosando e insultando a diestra y siniestra, lo que además les sale gratis, pero

evidentemente en estos nicks debe haber un componente psicológico que incluso ellos

mismos desconocen.

“La psicología muestra ahora un gran interés en comprender qué hay detrás del abuso

verbal. Porque no lo olvidemos, un insulto no es una flecha lanzada al aire que cae, como

mucho, sobre algún tejado. Un insulto hiere psicológicamente, humilla, ridiculiza, denigra y

refuerza muchos prejuicios y estereotipos.

¿Qué hay detrás de esta conducta?

“Hay quien recurre al insulto por mero condicionamiento social y patrón comportamental

heredado. Abundan los que han crecido en entornos en los que recurrir a la crítica, a la

humillación y a la devaluación era algo común.

Tarde o temprano, repiten lo mismo a lo que han estado expuestos, pero volcando a su

vez esa frustración y dolor acumulado desde la niñez en ese tipo de comunicación.

Por otro lado, también se da un hecho común. Muchas de estas personas recurren al

insulto como hábito para funcionar en cualquier entorno: escuela y trabajo…

Trabajos de investigación como los realizados en la Universidad de Bath (Inglaterra) nos

señalan que las personas que insultan, colonizan de manera frecuente los entornos

organizativos. La comunicación violenta busca tener un estatus y una forma de poder

sobre los demás.

Esto es, al fin y al cabo, lo que buscan muchas de estas figuras: crear una jerarquía

donde situarse por encima del resto mediante la crítica, la humillación, el insulto

camuflado, etc.



Entre las personas que insultan, los narcisistas grandiosos son los más comunes.

Asimismo, se da otro hecho llamativo: suelen elegir dos tipos de insultos muy concretos,

son aquellos que hacen referencia a la inutilidad y la estupidez. Es decir, recurren en

cuanto pueden a esos recursos ofensivos con los que criticar, por ejemplo, lo ingenuos o

faltos de intelecto que son los demás, además de bobos o ineptos.

Para concluir, como podemos ver detrás del abuso verbal hay todo un escenario de

personalidades, rasgos y caracteres. No es fácil convivir en una sociedad en la que los

insultos se convierten en algo tolerado en medios como las redes sociales. Hay muchas

maneras de comunicarnos sin tener que recurrir a la ofensa o la descalificación.

No obstante, tengámoslo claro, quien hace uso de los insultos revela buena parte de sí

mismo: nos muestra su intolerancia recalcitrante, su frustración infantil, su educación

recibida, su falta de empatía e incluso su dudosa inteligencia”.

https://lamenteesmaravillosa.com/personas-insultan-que-hay-detras-esta-conducta/


Ivanjoe

viernes, 5 de agosto de 2022

CADA LOCO CON SU TEMA

Si uno observa la naturaleza, puede colegir que hay una energía de cohesión y avance que ha dado lugar a la vida y a la inteligencia humana. Esa tendencia se equilibra con el caos, con catástrofes de extinciones masivas y con la muerte imprescindible para dejar paso a nuevas generaciones. 

Pero si uno analiza la sociedad, llega a la conclusión contraria: las tensiones son mucho más patentes que los acuerdos y la brutalidad empaña la esperada inteligencia colaborativa. Y eso a pesar de que cada civilización surgió de un consenso donde el beneficio común, aun mal repartido, exigía cierta cooperación. Llegamos al siglo XXI con herramientas inimaginables y poderosísimas: Internet para acceder a las fuentes pero también difundir Mentiras; los avances en medicina y en neurociencia; la tecnología que nos puede hacer más fácil la vida pero que recalienta el planeta y lo llena de basura. 

El colmo, las guerras que nos arruinan. Si miramos más cerca, tenemos políticos que son actores "la voz de su amo", empresaUrios, trabajadores que aborrecen lo que hacen y personas capacitadas que no tienen acceso a un puesto de trabajo digno. El colmo, los pensionistas al límite.



Pero es que el vecino es un insolidario, el cuñado es prepotente y hasta la pareja está en un bucle de insatisfacción que oscila entre el hastío y la depresión. Qué panorama, si se añade los achaques propios y los problemas del día a día.

La Derecha aplaude al millonario y defiende al corrupto, la supuesta Izquierda consiente la estafa de la "subasta energética" y no plantea soluciones para el pueblo. Media España ha dejado de votar, pero tampoco se implica en su barrio. Aquí termina el sermón de Jeremías el Llorón, y se abre el gran interrogante: ¿QUÉ HACER ante tantos problemas y tanto individualismo?

Porque es obvio que muchos han tirado pá lante sin pensar: los que viven de la explotación, sus beneficios se han duplicado; los explotados, bastante tienen con llegar a fin de mes sin que les corten la luz, les desahucien ni les despidan. Quedamos aún millones que aún tenemos cierto margen de recursos y de libertad: ni sobrevivimos al límite ni estamos con la conciencia acorchada por el dinero.


Supongo que, sin hijos, ese camino es muy tentador: "Ande yo caliente..." "El que venga atrás, que arree". Pero es muy duro soltarle eso mirándoles a los ojos: "Te dejo una mierda de mundo, con muchas menos oportunidades de las que dispuse yo y con una situación ecológica, económica, política y ética al borde del abismo".


El enfoque para que mis hijos no pierdan la cordura, la esperanza ni la dignidad es concebir la vida como una obra de teatro. Recoger PARA EMBELLECER la idea de Calderón en La vida es sueño, y de Shakespeare en Macbeth, Acto V, Escena V:
La vida no es más que una sombra en marcha; un mal actor que se pavonea y se agita una hora en el escenario y después no vuelve a saberse de él: es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que no significa nada”


Cada uno hemos subido a un escenario que nos ha sido dado, concebidos por unos padres no elegidos y en estos momentos estamos rodeados de personajes con quienes apenas congeniemos y que ni siquiera entienden igual ciertos conceptos. Pero tenemos la libertad de posicionarnos en los muchos huecos que hay libre; sólo el Rey tiene reservado el trono para su penoso papel de espermatozoide privilegiado. Y de empezar a elegir el texto que decimos, la coherencia de éste con los actos que realizamos y los compañeros de actuación, incluso el adversario que merece la pena enfrentar y no perder el tiempo con enemigos furibundos o tóxicos.


Como me he pasado la vida trabajando con la infancia, mis metáforas tienden mucho al jardín de infancia donde se cultivan todos las facetas de cada niño. Y propongo que ese papel teatral que cada uno asume y construye sea UNA CANCIÓN. Porque la música es más antigua que la palabra, y es capaz de trancender idiomas y culturas. Porque el Universo tiene su propio ritmo y la Tierra su propia melodía vital que no se abarca con explicaciones científicas sino con la escucha silenciosa, desde el respeto al entorno y con la admiración por tanta belleza que llena nuestros sentidos.

Ese sentimiento de actuar o contemplar intuyendo una Armonía es lo que hace que el albañil sepa que construye hogares, que el tendero sienta que ofrece alimentos, que el administrativo colabora en hacer la vida más fácil a las personas en sus gestiones. Es lo que dignifica el estudio para aprehender el mundo que nos rodea , cómo nos afecta y buscar cómo mejorarlo. Es lo que nos puede proteger de quienes "desafinan" con delitos, corrupción o maldades y asumir que el Caos también participa en el escenario pero que hay formas de distanciarse y disminuir el daño que generan personas enfermas, ignorantes, crueles o egoístas. Una minoría. Todos nos consideramos Protagonistas de nuestra película, y pobre de quien se sienta "actor secundario" por estar al servico de su familia de su Dios (oigo voces"). Pero en el escenario de cada vida hay decenas de actores que se cruzan, apoyan, interfieren, enriquecen o echan la zancadilla. Por experiencia, calculo que hay una décima parte de personas negativas, y sólo un uno por ciento son profundamente malas en su comportamiento: dañinas a conciencia y con poder para perjudicar. Me refiero a que nunca se puede dejar que esas personas lleven la voz cantante en nuestras vidas, incluso si eso requiere alejarse y renunciar a la comodidad de lo conocido. Lo más triste son esa masa indiferente que se inhibe ante la injusticia. 

Y lo más gratificante, el compañero que da la cara, que protege o al menos nos acompaña. Y la lealtad recíproca que tanto tiene de verdadera heroicidad. Me encantaría que mis hijos entendieran ese juego de puntos de vista: uno es Protagonista de su vida, pero ha de aceptar y facilitar que sus amigos lo sean a su vez. Saber que hay personas que eligen papeles patéticos por su educación o que asumen roles atroces por su historia personal de maltratos o abandono. 

Los roles que vayan eligiendo a lo largo de su vida será lo más parecido a esa "esencia" que nos empeñamos en buscar y que sólo es un constructo mental. "Somos" tal cual, y un día "dejamos de ser",  así de simple.


Sentido Común