jueves, 28 de abril de 2016

LAS TROPELÍAS DEL PSOE

Las últimas y fallidas elecciones generales dieron al PSOE la llave de la gobernabilidad del país.
 De tal manera que, con su concurso, el PSOE podría haber formado gobierno en dos direcciones bien distintas: 
la gran alianza, liderada por el PP o la coalición progresista en la que habría de contar con la imprescindible participación de Podemos. 
Desde el primer momento, el PSOE dejó claro que no iba a darle el gobierno al PP y, consecuentemente, ni siquiera se brindaría a hablar con su líder, Mariano Rajoy, para tratar del asunto. 
También rechazó la oferta de Podemos para formar un gobierno integrado por militantes de ambos partidos.
Así que optó por firmar un acuerdo con C’s que, aun fracasando estrepitosamente en la sesión de investidura, lo mantuvo vigente y como primera providencia para negociar con cualquier otro partido. De esta forma tan expeditiva, el PSOE tiró la llave de la gobernabilidad al fondo del mar de los despropósitos.
De ser el perejil de todas las salsas, el PSOE pasó a convertirse en el perro del hortelano, ese que ni come ni deja comer. 

El despropósito del PSOE nos va a costar a los españoles más de medio año sin gobierno y unos cuantos cientos de millones de euros ¿Y todo para qué? ¿Por qué el PSOE ha obrado de esta manera tan torpe, pusilánime y mendaz? Supongo que nunca lo llegaremos a saber. 

Quizá porque sus dirigentes son como el arquitecto del chiste, que es arquitecto porque no es lo suficiente hombre para ser ingeniero ni lo suficiente mariquita para ser decorador.
O quizá es que, siendo puta, no lo es bastante. 
Por aquello de liderar a las izquierdas, no quiere pactar con el PP, y por aquello otro de carecer de liderazgo entre las fuerzas de izquierdas, pues tampoco quiere pactar con ellas.
Entonces se echa una novia pavisosa, que lo mismo le da que le da igual una cosa que la contraria con tal de pillar cacho, pero que su dote no alcanza para llevarla al altar.
Así que el PSOE se ha quedado descompuesto y sin novia. Y con un problema de identidad atroz. 

Es como aquel joven estudiante que abandona un par de años las aulas, por aquello de conocer mundo, y cuando quiere volver no puede; el mundo que conoció le anegó las neuronas en sustancias psicotrópicas y alcohol, y ya no es capaz de resolver ni una triste raíz cuadrada. 

Y, nada, en su confusión no quiere asumir su responsabilidad y no se cansa de repetir a quien le quiera oír que la culpa es de los otros, que él es bueno buenísimo, que lo ha dado todo por la patria pero, claro, los otros son malos malísimos y no le quieren bien. 
Caca, culo, pedo, pis.

Croniamental

domingo, 24 de abril de 2016

Bi-partidismo

Buenas.

En este Domingo de mes de Abril, siendo 24 de mes, del año 2016, en pleno siglo XXI, en España se dirime una situación ciertamente compleja, novedosa y enrevesada. La cuestión en sí, ya no es si llevamos ciento y pico de días sin Gobierno, si no que lo que forma la preocupación ciudadana es quién será el que gobierne o quienes serán los que lo hagan. 

Ahí está el quiz de la cuestión, porque dependiendo de quién vaya a ser, dependerán muchas cosas para el futuro de este país. 
Por un lado, se puede seguir con el bi-partidismo reinante desde la generación del 78. 
Supongo que para muchos será jauja, mientras que para otros significará la continuación de su calvario. 

En este apartado, supongo también que la mayoría no quiere tal solución, ya que sólo beneficia a unos pocos a la vez que sostiene un régimen que esclaviza a la mayoría, llegando incluso a afectar a su existencia. 

Por otro lado, están aquellos que se incorporan a la vida política de este país, con la pretensión de cambiar muchas cosas dignas de ser cambiadas. 
Estas, parece ser que afectan también a la mayoría. 
Pero, aquí hay un pequeño problema para algunos y que pretenden hacer de él bandera.

En opinión de algunos, la nueva situación puede desembocar en una continuidad del sistema bi-partidista, sólo que en esta ocasión, el bi-partidismo es de otro color y de otras tendencias, pero en el fondo, dicen que es igual.

Es por esto que conviene entrar en el detalle para conseguir modificar los prejuicios de mucha gente y también de tratar de mitigar la contaminación que harán los medios de comunicación, que sin duda, tratarán de seguir defendiendo aquello que tantas prebendas le otorgó. 

Veamos.

El bi-partidismo que nos trajo hasta estos tiempos, siempre gozaron de mayorías absolutas, bien fueran por efecto directo de una votación masiva hacia alguno de los dos que se repartían el poder, bien fuera porque se elaboraban pactos que daba esas mayorías en connivencia con aquellos que pretendían seguir haciendo política de esa manera. 

Al final de todo esto, se comprobó la zafiedad de aquellas políticas. 
No en vano, la situación actual tiene su origen en aquella mala praxis. 
Pues ahora viene el otro bi-partidismo, siempre y cuando los pactos y acuerdos puedan fraguar. 
Pero el matiz es diferente al bi-partidismo anterior.

Existen varias diferencias que hacen que el concepto tenga que cambiar para beneficio de todos.
Y digo de todos con amplitud y diversidad, a todos los ámbitos en todos los terrenos, porque si el bi-partidismo pretendiente, lo que trata es de consensuar, de alcanzar acuerdos, de equilibrios y de términos medios, no puede contener en sus programas de Gobierno, cuestiones que impongan o que no salgan de consensos y acuerdos.

Ya no es aquellas mayorías aplastantes y ninguneantes que hacían lo que les salía de los cojones aduciendo que habían sido elegidos por el pueblo para ello. Además, también eran terriblemente perniciosas, porque una vez alcanzado el poder, se podían permitir el lujo de incumplir sus promesas electorales.

Ahora la situación es distinta, porque de lo que se trata ya no es de alcanzar acuerdos para gobernar, si no que esos acuerdos se alcanzan antes de ir a elecciones, por lo que la diferencia también es importante y el matiz contiene también cuestiones que la desmarcan del sistema de bi-partidismo anterior.

Pero la cosa no queda ahí, en ese análisis superficial pero diferenciador, sino que la cosa va mucho más allá, y si nos paramos más en el detalle, podemos incluir una nueva ventaja en la consecución de ese nuevo Gobierno compartido, ya que pudiera ser que ese probable Gobierno, tenga que ser no de dos, si no de tres e incluso de cuatro.

¿Cómo no va a haber diferencias con respecto del bi-partidismo anterior, si para gobernar necesitarán ponerse de acuerdo a dos, tres o cuatro formaciones? Es por esto que, a los que se estaban acostumbrando a la comodidad del bi-partidismo anterior, no les gusta nada esta nueva y necesaria forma de composición de Gobiernos. 
Y es por esto también que pretenderán, a toda costa, impedir que esa segunda alternativa se pueda consolidar.

Por lo tanto, puede ser que después de haber elucubrado con la posibilidad de una novedad con matices beneficiosos para las mayorías, nos sorprendan con la continuidad del bi-partidismo anterior ante el miedo que les produce que se pueda romper aquello que les daba tantos y tantos beneficios. No sería nada de extrañar, para desgracia de España y de los ciudadanos de este país.

Es por esto que hoy cabe, más que nunca, aquello de ¡Malditos sean!


¡A la mierda!

Tititokokoki

domingo, 17 de abril de 2016

La Corona de España (Castilla), Venezuela y la Revolución Republicana


Las sucesiones al trono del reino de España han sido mayoritariamente traumátias a lo largo de nuestra historia. 
La sucesión de Carlos V por Felipe II nos llevó a un mayor empobrecimiento de la España peninsular y a la guerra de Flandes, entre otras muchas calamidades. Felipe V llegó al trono tras vencer en una guerra que duró doce años y concluyó con los tratados de Utrech, en virtud de los cuales Gibraltar pasa a subditarse a la soberanía británica; se promulgaron los Decretos de Nueva Planta, produciendo una herida en Catalunya de la que, en buena parte, se ha alimentado el independentismo catalán desde entonces hasta nuestros días. 
Fernando VII llegó al trono después de conspirar contra su propio padre y traicionar a su pueblo, el pueblo que se levantó en armas contra el ejército invasor de Napoleón Bonaparte y elaboró una Constitución en defensa del monarca y de la que el monarca se deshizo en cuanto se le presentó la ocasión, encarcelando, ejecutando o mandando al exilio a los liberales que nunca pusieron en cuestión sus derechos dinásticos. 
Isabel II accedió al trono provocando las guerras carlistas y lo abandonó expulsada por la Gloriosa. Pero, quizá, la sucesión más traumática fue la que protagonizó Carlos IV a la muerte de su padre Carlos III. 
La más traumática y la menos estudiada en los centros de enseñanza españoles.
El reinado de Carlos IV se inició en pleno apogeo de las ideas de la Ilustración y la Revolución Francesa. 
Desde casi el primer día de su reinado, Carlos IV vivió preso del "pánico de Floridablanca", motivado por el trágico destino que le aguardó a Luis XVI con la revolución. 
El movimiento revolucionario en España, sin haber pasado prácticamente a los libros de Historia que se estudian en nuestros centros de enseñanza, en cambio, tuvo un papel crucial en la independencia de las provincias americanas que durante tres siglos habían estado gobernadas por la Corona de Castilla.
La cosa empezó en 1795, con la rebelión de Madrid (o San Blas) liderada por el profesor ilustrado Juan Sebastián Picornell y que pretendía inocular el espíritu de la Revolución Francesa en el tejido social español y hacer de España una República o Monarquía constitucional, bajo el lema de "libertad, igualdad y abundancia". 
Fracasada la rebelión, Picornell y sus compañeros de aventuras fueron confinados a la cárcel de La Guaira, en Venezuela, de la que no tardaron en fugarse para unirse a los criollos Manuel Gual y José María España en la rebelión de Guaira, en 1797; rebelión que también fracaso, pero que sembró la semilla de lo que a partir de 1811 iba a ser la consumación de la independencia de las provincias americanas de la Corona de España. Sorprende que, todavía hoy, se mantenga que en España no hubo una revolución semejante a la francesa, cuando, en realidad, la hubo y de consecuencias mucho mayores, nada menos que la desintegración del Imperio español y la conversión de las provincias americanas en repúblicas democráticas. 
La revolución española fracasó en la península, pero triunfó plenamente en América, sellando el proceso revolucionario el 9 de diciembre de 1824 con la batalla de Ayacucho, en la cual participaron dentro de las filas de los independentistas (patriotas) que vencieron a las realistas (godos) muchos de los protagonistas de la rebelión de Madrid; entre ellos, el joven Manuel Cortés y Campomanes.
Tanto que se habla hoy de Venezuela, por su supuesta afinidad con Podemos, parece ser que nadie recuerda que fue de Madrid a Guaira por donde se trasladó el ideario republicano que, a la postre, aportó el fundamento ideológico que hizo triunfar la revolución en América Latina y supuso el hundimiento del Imperio español.
Croniamental

viernes, 15 de abril de 2016

EL CAPITALISMO del SIGLO XXI
VISTO desde PANAMÁ

El despacho de Mossak & Fonseca está escupiendo a borbotones buena parte de lo que podríamos llamar los documentos de la infamia capitalista. El capitalismo, que sostiene el libre mercado y tiene por dogma que la empresa privada es la única capaz de generar riqueza y puestos de trabajo, guarda en los paraísos fiscales los inmensos caudales de empresas y particulares que carecen de objeto social alguno; es decir, que ni generan riqueza (más bien la detraen del erario) ni crean puestos de trabajo (más allá del de testaferro).

En España, una sociedad mercantil está obligada a inscribirse en el Registro Mercantil que, dicho sea de paso, es una sociedad privada. Y para que la sociedad mercantil sea aceptada por el Registro Mercantil, ha de reflejar con meridiana claridad su objeto social; para hacerlo de la forma más sencilla, se pueden definir las actividades de la empresa según las calificaciones que estas tienen del IAE o del CNAE, ninguna de las cuales contempla la actividad de blanqueo de dinero o elusión de obligaciones tributarias.

Esta gran y delictiva contradicción del capitalismo, entre su teórica defensa de la empresa productiva y la empresa “instrumental” dedicada al blanqueo de dinero y a la elusión de obligaciones tributarias, es extraordinariamente dañina para el conjunto de la sociedad, pero no es la única. A ella hay que sumarle otra contradicción: la oposición al Estado mientras se utiliza el Estado a favor de los intereses privados de los más ricos.


El capitalismo actual pivota sobre cuatro ejes:

1. En la economía productiva, obtener el máximo beneficio a costa de empobrecer a la clase trabajadora.

2. Eludir su aportación al erario, mediante tejidos societarios opacos, cargando el coste de todos los bienes y servicios públicos a la cuenta de los salarios de los trabajadores.

3. Derivar el capital generado a través de la clase trabajadora, el ahorro de los trabajadores, a la economía especulativa, a los fondos de inversión, a los mercados de divisas, operando con productos apalancados cuyo valor (extraordinariamente inflado) reside en apuntes contables que en nada se corresponden con su valor real, de tal manera que hoy circula mil veces más dinero fiudiciario (el que se basa en la confianza de la gente) que dinero real obtenido de una actividad productiva legítima; en definitiva, la deuda, que pone bajo las patas de los caballos del capitalismo a los Estados, por medio de lo que se ha dado en llamar agencias de calificación de riesgos (Moody’s, Standard and Poors, etc.), agencias propiedad de las grandes corporaciones financieras que, a la postre, determinan los intereses que los Estados han de pagar sobre los préstamos que reciben de dichas corporaciones financieras. Es decir, que lejos de estar regulados los mercados por los gobiernos, son los mercados los que regulan a los gobiernos supuestamente soberanos.

4. La externalización del conflicto interno de las sociedades capitalistas, por medio de la intervención armada en países de interés geoestratégico para las corporaciones financieras encastradas en los gobiernos de las supuestas democracias, provocando la ruina de sociedades que le son ajenas (Libia, Irak, Siria, Chad, Yemen, Afganistán,…), ingentes genocidios, y la diáspora de cientos de miles de personas a lo largo y ancho de todo el planeta.

Este es el capitalismo visto desde Panamá ¿Es este el modelo económico-social que desea el común de la gente? Dicen que la democracia liberal es el sistema menos malo que existe. Pues parece que se va mostrando como todo lo contrario ¿Hay alternativa? Sí, pero no la veremos hoy; quizá, con un poco de suerte, lo vean las generaciones futuras. De momento, lo que sí cabría la posibilidad de hacer, es poner punto final al control de los Estados por parte de los mercados y hacer que los gobiernos soberanos controlen a los mercados; dicho de otra manera: empoderar a la ciudadanía.

Croniamental


http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/428645/el-capitalismo-del-siglo-xxi-visto-desde-panama

lunes, 11 de abril de 2016

DE LA FINANCIACIÓN BOLIVARIANA DE PODEMOS


Este sábado, en la Sexta Noche, el periodista Eduardo Inda exhibió ante las cámaras un documento que, según él, acredita la financiación de Podemos por parte del gobierno de Venezuela. El documento lleva la fecha del 28 de mayo de 2008 (tres años antes del 15M y seis antes de la fundación de Podemos) en él aparecen las firmas del presidente Hugo Chávez (no manuscrita sino estampada) y la del entonces ministro del Poder Popular para las Finanzas, Rafael Isea ¿Y quién es Rafael Isea, cuya firma es imprescindible para establecer la autenticidad del documento?
Rafael Isea fue ministro de Finanzas durante pocos meses del año 2008, año en el que se celebraron las elecciones regionales en Venezuela y él se presentó como candidato para salir elegido gobernador de Aragua. El 24 de abril de 2013 es designado presidente del Banco del ALBA y ese mismo año se convierte en testigo protegido de la DEA (Administración para el Control de Drogas, de EEUU) tras tener información sobre el supuesto tráfico de drogas y blanqueo de dinero a los Estados Unidos por parte del gobierno venezolano. Actualmente está acusado por la Gobernación del Estado de Aragua, el Consejo Legislativo del Estado de Aragua y la Fiscalía General por la paralización de cinco obras y el desvío de 58 millones de dólares y de 9 millones de euros.
La firma de Hugo Chávez está accesible para cualquier usuario de Internet. Incluso se puede ver estampada en algunas calles de diversas ciudades del planeta. Sin embargo, la que aparece en el documento exhibido en la Sexta Noche por Eduardo Inda no está hecha a mano sino estampada por un sello (tiene exactamente la misma tinta que el sello de la República). Sorprende, también, que el documento incluya como beneficiarios los nombres de Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias y Jorge Vestringe, cuando es la fundación CEPS la que había firmado el contrato con el pagador, el Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN).
Un documento de estas características, hoy en día, es extraordinariamente sencillo de falsificar. Lo que no entiendo muy bien es por qué se usa un sello para estampar la firma de Hugo Chávez cuando su firma se puede falsificar a mano con extraordinaria facilidad. Y es curioso que el documento también esté firmado por Rafael Isea, quien apenas ocupó el cargo de ministro de Finanzas durante seis meses (qué curioso, justo cuando había que pagar a CEPS sus servicios) y actualmente está refugiado en los Estados Unidos perseguido por la justicia de Venezuela por casos gravísimos de corrupción política.
Y tampoco se entiende muy bien que no se haya iniciado un proceso judicial contra Eduardo Inda quien mantiene, en flagrante delito de injurias, que Monedero, Iglesias y Vestringe recibieron más de siete millones de euros, a través de la fundación CEPS, para crear supuestamente un movimiento bolivariano en España. Ah, se me olvidaba decir que CEPS se fundó en el año 1993, Pablo Iglesias tenía entonces quince años de edad.


http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/426685/sobre-la-financiacion-bolivariana-de-podemos

miércoles, 6 de abril de 2016

LOS PAPELES DE PANAMÁ


Los papeles de Panamá, como manifestación de la deriva actual del sistema capitalista, son una constatación contundente, una más, del acierto del pensamiento epistemológico marxista, al menos en dos de sus más conocidas tesis: el materialismo histórico, como elemento fundamental para explicar la historia de la humanidad, y la lucha de clases, como motor impulsor de los cambios sociales dentro de una sociedad que vive en el permanente conflicto de intereses entre ricos y pobres, entre el capital y el trabajo.

Lo que se ha dado en llamar “crisis” y que no es otra cosa que un golpe de mano de las oligarquías transnacionles contra el conjunto de la población asalariada, asalariable o, en último extremo, prescindible, ha servido para hacer a los ricos más ricos y poderosos, a los pobres más pobres, inanes e inermes. Ha servido para inmolar a los estados nación en beneficio del capitalismo global, aniquilando la democracia de los que sus propios victimarios aún se siguen arrogando un papel crucial en su defensa. Y todo, acreditando punto por punto la teoría marxista, a la que, sin embargo, los llamados partidos liberales aún se atreven a demonizar sin el menor sonrojo.

Que la propiedad de los bienes de producción, en manos de unos pocos, deriva de la expropiación de esos mismos recursos a la mayoría de la población es algo que ya nadie, en su sano juicio, puede negar. Que el trabajo asalariado también supone la expropiación a los trabajadores de la parte que legítimamente le correspondería del valor generado por ese trabajo, tampoco puede negarse. Pues, con todo y con eso, la “crisis” ha supuesto el empobrecimiento, a niveles infrahumanos, de la mayoría de la población mundial y el mayor enriquecimiento de las élites. Todo el dinero que las oligarquías han dilapidado por malas prácticas o, lisa y llanamente, por el prurito expropiatorio que les caracteriza, lo han tenido que reponer los trabajadores asalariados, a través de impuestos, recortes salariales, recortes en las prestaciones sociales, en sanidad y educación; por no hablar de la tragedia humana a la que estamos asistiendo, esa que ha convertido el mar Mediterráneo en la mayor morgue de cadáveres de seres humanos libres, inocentes y perfectamente sanos que jamás se ha conocido en la Historia.

Los papeles de Panamá aportan datos concretos, con cantidades de dinero, nombres y apellidos, de quiénes son los expropiadores, los expoliadores, de los recursos que deberían ser de todos. Nos quitan el salario, el trabajo, la sanidad, la soberanía popular, el estado fiscal, ingentes sumas contributivas y, aún, tenemos que pagarles sus desmanes. Y, lo que es peor, todavía hay gente que les vota. Como mínimo, a todos estos defraudadores y expoliadores del erario habría que prohibirles circular con sus lustrosos autos por las carreteras que hemos pagado entre todos los contribuyentes, con el escaso salario con el que nos han querido retribuir por el trabajo que no han hecho ellos, sino nosotros, pero que a ellos les ha hecho milimillonarios.

Deberíamos plantearnos seriamente la conveniencia de implantar una rigurosa y férrea dictadura del proletariado. Y, luego, ya veríamos.

Mario Selles (Croniamental)

http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/424852/los-papeles-de-panama

sábado, 2 de abril de 2016

IIIª y última PARTE o el (no tan) sorprendente desenlace sobre LA INEXISTENCIA DE DIOS


Bueno, bueno. Ya tenemos las definiciones y los instrumentos necesarios para tratar de demostrar
la existencia o inexistencia de dios. Por lo tanto sólo nos queda proceder. Pues procedamos,
procedamos.

Tomemos la fórmula de la Improbabilidad y calculemos los diferentes parámetros. En primer lugar
la Identidad. ¿Está dios definido? Existe algo de controversia al respecto, ya que si tomamos las
definiciones que sobre dios encontramos en las diferentes religiones o incluso a nivel de personas
dentro de una religión, éstas son diversas. Sin embargo existen una serie de aspectos coincidentes
en todas las religiones que nos permiten tener un concepto general de ese dios: Es un
ente supremo y tiene presencia universal. Esto no es extraño, ya que existe una clara coincidencia
en que es el creador, bien como acto voluntario, bien como “emanación” de su esencia, del
universo. Por tanto sí que tenemos una definición y su valor será i=1

En segundo término, verificaremos el valor de su Localidad. Como hemos dicho en el parámetro
identidad, una de las características de dios es precisamente su universalidad, el hecho de estar
presente en todo el universo. En consecuencia su valor es L=1.

Y ahora vamos al problema más complicado, que es el cálculo de la verificación del suceso
“dios”. En principio el suceso dios se puede verificar de dos maneras diferentes: Por observación
directa o por pruebas indirectas.

Si atendemos a los datos disponibles, la función Probabilidad de verificar la existencia de dios es
función del tiempo. En efecto, tenemos que en los primeros tiempos era posible verificar la existencia
de dios de manera directa, independientemente de si se manifestaba como zarza ardiendo,
como palomo sátiro o como hijo de carpintero (síndrome Pinocho). Así encontramos que dios
hablaba a los seres humanos, les amonestaba, les daba leyes, les puteaba o les ayudaba a
ganar guerras.

En este aspecto tenemos que, al principio la probabilidad de que dios se te manifestara, te enviara
un whatsup, te invitara a una macrofiesta o te hiciera una broma de mal gusto era P=1.

Así Adán hablaba con dios, Eva también, los hijos de Adán y Eva también, etc. Pero progresivamente
las manifestaciones de dios, tanto directas como a través de emisarios angelicales, fueron
disminuyendo. Este hecho es sorprendente, ya que al aumentar la población de la tierra desde
n=1 hasta n=7.000.000.000, las manifestaciones debieran multiplicarse también. En la época
actual prácticamente no existen observaciones directas de dios, aunque ello puede ser debido a
que la esquizofrenia es fácilmente tratable con unas simples pastillas.

En cuanto a las pruebas indirectas, ha sucedido exactamente lo mismo: En el génesis la Probabilidad
de verificar la existencia de dios era P=1, ya que había creado todo lo existente y era la úni-
ca explicación a tal existencia. Posteriormente aún existían muchas pruebas indirectas de la existencia
de dios, bien fuera en actos de destrucción masiva , bien en la concesión de parabienes.
Sin embargo en la época actual la Ciencia consigue dar explicación a muchos de los fenómenos
que antaño eran considerados como “la voluntad de dios”. Si un volcán, un terremoto, un huracán
o un sequía causan devastación en una zona del planeta, a nadie se le ocurre decir que es
debido a que en esa zona se practicaba la sodomía o la gomorría.

Esto nos conduce a que, si bien no podemos calcular con exactitud P en el momento actual (desconocemos el número exacto de esquizofrénicxs sin tratar que escuchan la voz de dios), si que
podemos determinar que la función P disminuye progresivamente su valor desde el 1 inicial y
tiende hacia 0. No es difícil deducir que en su límite P(t)=0, ya que con los avances científicos el
papel de dios como explicación de los fenómenos físicos desaparecerá, y con una educación
basada en el pensamiento crítico y tratamientos de patologías diversas las “manifestaciones de
dios desaparecerán.

En consecuencia I=1*1*1/0= 8. Por tanto dios es IMPROBABLE.

Pero, y volviendo a las definiciones iniciales ¿es dios imposible? Recordemos nuevamente la
definición de la RAE respecto a la probabilidad matemática:

“3. f. Mat. En un proceso aleatorio, razón entre el número de casos favorables y el número de
casos POSIBLES.”

En efecto, que dios exista es un caso posible, pero si no existe ningún caso favorable para esa
posibilidad, y no lo hay dado que P=0, es que ese caso no es posible.

Por tanto, dios NO EXISTE

ignatius j reilly

Parte I
Parte II

LA INEXISTENCIA DE DIOS (¡ah, sí!, PARTE II)

Bien, ahora que ya tenemos claro lo que es posible y lo que es probable, vamos a pasar a la
cuestión que se pretende analizar: ¿Es posible probar la existencia o inexistencia de dios? De
entrada, vamos a intentarlo.

En primer lugar, sabemos que la probabilidad no es únicamente la razón entre los casos favorables
de entre todos los posibles. También es verosimilitud o fundada apariencia de verdad (RAE).
Esta definición está relacionada con la probabilidad matemática y gracias a eso podemos definir
una función que la analice.

Dado que la función Probabilidad está perfectamente definida y no podemos coger ese término,
elegiremos el término contrario para esa función, el de Improbabilidad.

La Improbabilidad de un suceso será la inversa de la Probabilidad, de tal manera
que cuanto mayor sea la Probabilidad, menor será la Improbabilidad, o dicho de otro modo,
cuantas más veces ocurra ese suceso mayor será nuestra facilidad para verificarlo.

La función así definida I=1/P tiene unos límites entre 1 e infinito, de tal manera que cuando la
probabilidad de un suceso sea máxima (1), la improbabilidad será la menor posible (1), mientras
que cuando la probabilidad tienda a ser nula la improbabilidad tenderá a infinito. Esto, todo hay
que decirlo, no está elegido al azar, como veremos.

Para poder calcular la improbabilidad, es necesario que se cumplan antes dos requisitos:

1) Que el suceso para el cual se quiere calcular la Improbabilidad esté definido. Aunque esto
pueda parecer una perogrullada, es necesario establecer esta condición, de lo contrario pueden
suceder cosas extrañas. Para ello estableceremos la función Identidad (esta etiqueta está copiada
de la operación Identidad de Simetría). Dicha función únicamente puede adquirir los valores 1
(el suceso está definido) y 0 (el suceso no está definido).
Pongamos un ejemplo de este concepto: En la Grecia clásica no se podía demostrar la veracidad
de la existencia del Bosón de Higgs. O dicho de otro modo, la probabilidad de demostrar la existencia
del Bosón de Higgs era 0, por lo que su improbabilidad sería infinito. Pero esto no es así,
ya que en la Grecia Clásica no existía el concepto de Bosón de Higgs, por lo cual, aún independientemente
de que no dispusieran de los medios técnicos para probar su existencia, simplemente
no se podía calcular su Improbabilidad, pues su identidad era 0. El resultado sería por tanto
I=i*1/P siendo su valor 0*1/0=0/0, lo que nos lleva a una INDEFINICI”N matemática.

2) El suceso debe poder ser verificable en el lugar donde se calcula su improbabilidad. Este
requisito también parece una perogrullada, pero también tiene su razón de ser. Así tenemos que
nos aparece la función Localidad, cuyos valores vuelven a ser 1 y 0. Los sucesos universales
siempre tendrán valor 1 y los sucesos locales adquirirán el valor 1 o 0 dependiendo de si pueden
ser verificables en el lugar de análisis. Como ejemplo tenemos que la Localidad del Bosón de
Higgs es 1, mientras que la Localidad de los unicornios rosa de la Galaxia de Andrómeda es 0,
puesto que no podemos desplazarnos a Andrómeda ni disponemos de medios técnicos para verificarlo
desde aquí.

Dicho esto, la función Improbabilidad al completo sería I = L*i*1/P.

Y aquí lo dejo por hoy, pero ya apunta que sí que vamos a poder demostrar la inexistencia de
dios.

LA INEXISTENCIA DE DIOS (PARTE I)


Glosario de términos (según RAE):

POSIBILIDAD: 1. f. Aptitud, potencia u ocasión para ser o existir algo
IMPOSIBILIDAD: 1. f. Falta de posibilidad para existir o para hacer algo.
PROBABILIDAD:

1. f. Verosimilitud o fundada apariencia de verdad.
2. f. Cualidad de probable (? que puede suceder).
3. f. Mat. En un proceso aleatorio, razón entre el número de casos favorables y el número de
casos posibles.

IMPROBABILIDAD: 1. f. Falta de probabilidad.

Para analizar si dios puede o no existir, hay que comenzar la casa por la ventana o por el salón
comedor. Esto es, distinguiendo entre sucesos probables y sucesos posibles.

Un suceso es posible cuando “puede ser”, es decir, cuando puede existir. En cambio un suceso
es probable cuando se puede demostrar que se da, cuando se “puede probar”. Además, existe
una formula matemática para determinar con que frecuencia podremos verificar la ocurrencia de
ese suceso, es decir, cuantas veces se podrá probar. Pero para ello, como nos dice la RAE, existe
un requisito previo, que el suceso “pueda ser”, que sea posible. Es decir, un suceso imposible
siempre tiene que ser improbable, mientras que un suceso puede ser posible (puede ser) y a la
vez improbable (no se puede probar).

En estas dos posibilidades es donde se encuentran (principalmente) las posiciones de atexs y
creyentes. Y digo principalmente, porque hay creyentes que pretenden que la existencia de dios
se puede probar. Así tenemos que lxs atexs sostenemos que como dios no existe, no tiene sentido
probar o no probar su inexistencia, dado que al ser un suceso imposible, es inherentemente
improbable. Por el contrario, muchxs creyentes sostienen que dios es posible, pero que es improbable.

Y en el próximo capítulo desarrollaré (o lo que sea) la teoría de la improbabilidad.
Que os sea leve.


ignatius j reilly


Continua en la parte II

http://arturoycompania.blogspot.com/2016/04/la-inexistencia-de-dios-ah-si-parte-ii.html