miércoles, 6 de junio de 2018

ADIÓS PEQUEÑA, ADIÓS, LA HERENCIA, Y EL PODER DEL PUEBLO

Es curioso y al mismo tiempo paradoja, que ahora el Gobierno de Pedro Sánchez vaya a derogar la Ley Mordaza y esta se le venga en contra. Porque, cuando tendría que haber sido el Gobierno de M. Rajoy, el que recibiera todo tipo de protestas y de manifestaciones en contra de él, vaya a ser ahora quien la derogue el que reciba más palos y mayores revueltas.

El Gobierno del PP tendría que haber sido cesado a causa de la presión popular, pero para evitarlo supieron crear esa Ley, y así fue cómo les funcionó de maravilla. Si no hubiera existido la Ley Mordaza, y como consecuencia el miedo que imponía (además de haber sido capados los Sindicatos), no habría hecho falta la moción de censura que propició la caída del Gobierno de M. Rajoy, pues la sociedad española los hubiera puesto de patitas en la calle, en cualquiera de las ocasiones justificadas que hemos tenido a lo largo de las dos legislaturas de M. Rajoy.

Otra cosas en relación a la Ley Mordaza y su posible derogación, decir que, si los pronósticos se cumplen, esa posible eliminación, gozará de mayoría absoluta aplastante, pues tendrán que derrocarla todos los partidos políticos, a excepción solo del PP. Y aquí entra la pregunta: ¿Qué hará Ciudadanos? ¿Votará en contra, lo hará al lado del PSOE y Podemos? ¿Se abstendrá? Ahí se verá una de las múltiples caras que tiene Ciudadanos.

En relación a la herencia recibida, yo creo que Pedro Sánchez sí que tiene motivos para quejarse por el legado que recoge. Son múltiples los estropicios que tiene, y debe, arreglar. Estropicios que no le traerán muchas alegrías el darle solución y viabilidad, pues siempre tendrá enfrente a muchos detractores en el Congreso, y por supuesto en el Senado, para el caso de aquellas competencias que tienen que pasar el filtro de esa Institución caduca e irresoluta. La oposición, liderada por un iracundo PP y con la solidaridad hacia ellos por parte de Ciudadanos, va a ser feroz, incluso rayará en lo inhumano. Y si le añadimos el problema territorial que tiene encima el PSOE de Pedro Sánchez, con el asunto catalán a la cabeza, pero sin olvidar al PNV, y a otros muchos granos que le saldrán en relación al asunto de los territorios, entonces los 84 Diputados con los que cuenta, le van a servir de poco, o muy poco, para gestionar toda esta mala herencia recibida.

Por último, está el siempre controvertido asunto del poder ciudadano. Creo que a Pedro Sánchez la va a caer la del pulpo, en cuanto cometa el más mínimo error, pues saltarán como auténticos vengadores, todos los del PP, acompañados, ¡cómo no!, de Ciudadanos. Pero el asunto de las posibles revueltas que va a tener Pedro Sánchez, no serán motor exclusivo de los partidos de la derecha cabreada y plena de motivaciones, sino que esta recaerá en los ciudadanos que no están dispuestos a dejar pasar ni una, sobre todo si les quitan la losa pesada de la Ley Mordaza. Ahí se verá el poder de la ciudadanía. Pero quizá no se vea en el peor momento, pues a quien le correspondería aguantar las protestas de la ciudadanía, era al PP cuando gobernaba y dictaba a su antojo y libre albedrío.

Y hablando del poder de la ciudadanía, podemos tomar como ejemplo a Argentina. La selección de fútbol no jugará el partido amistoso que tenían previsto con Israel, (¿amistoso con Israel? Imposible), a causa de las protestas que en aquel país se produjeron, sustentadas en las matanzas que se llevan a cabo en territorio palestino y su correspondiente repulsa por parte del pueblo argentino. Ahí se puede ver el poder del pueblo, y deberíamos empezar a tomar nota de ello, para futuras acciones que se tengan que emprender en contra de quienes atentan contra el pueblo, y en contra también de quien agrede a los derechos humanos de los pueblos. Y por supuesto, y por encima de todo, a quienes se atreven a asesinar a personas que reclaman sus derechos.

Es un buen ejemplo que demuestra que, si el pueblo quiere, puede, pues tiene un poder que hasta las élites reconocen. Hagamos uso de él y sentemos las bases del futuro en dos frases:

ASÍ, NO.
SÍ SE PUEDE.

Tititokokoki