viernes, 30 de agosto de 2019

¡HUNDID EL MAINE COÑO!



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Se le atribuye al presidente de EEUU William McKinley, francmasón él, esta frase, dadas las pocas posibilidades lógicas de entablar pelea con las fuerzas españolas que luchaban en Cuba contra la insurrección de los naturales del país, insurrección alentada por los mismos americanos de EEUU y si esto no es histórico y/o verídico , lo digo yo y si cuela cuela. Por mucho que uno se invente maldades ninguna llegará a superar la realidad de dichas maldades en lo que a los yanquis se refiere.

Claro que estas malicias no les han sido inspiradas a los gobiernos americanos (del Norte) por algún soplo divino o de más allá de nuestra Galaxia. Bastante han aprendido ellos con la actitud de las fuerzas del poder aquí en Europa y si nos centramos más aquí en Hispania, desde encalomar asesinatos, robos y demás lindezas a terceros para hacernos con sus bienes y follarnos a sus mujeres e hijas, a señalarles como sodomitas y/o devoradores de niños cristianos para que los torraran la muy noble Inquisición ibérica (con sus franquicias europeas) ¡Ah que tiempos aquellos! Yo la hago y tú la pagas. Ahí se cubrieron de gloria los RRVV Padres Dominicos O.P. Los dómini canis. 
Los PERROS DE DIOS. Y digo yo: no les vendría mejos los Domini Porcus? La dinámica era bien sencilla, los canes de dios levantaban la liebre y el tribunal de la inquisición los torraba a fuego in crescendo. Luego a repartir: bienes, tierras, joyas, mujeres, todo valía.

En definitiva quiero decir que lo de encausar o difamar a la gente con falsedades de todo tipo ha sido en este pais deporte nacional con medalla de oro honoris causa. Aqui en el momento de que una actividad, idea o actitud afectaba a los interese de una mayoría (mayoría de sabandijas y carroñeros) se tiraba de artillería pesada. Cuando la Idea Anarquista afectaba a los intereses de los terratenientes andaluces ¿qué hacemos? Pues sacamos una mano, eso sí, la MANO NEGRA y a pillar y encarcelar campesinos y alborotadores y amedrentar al populacho. Que la cosa no funcionaba del todo pues asesinarlos y quemarlos como en CASAS VIEJAS. Que el asunto va a más: Sublevación por la Patria (entiendase Banca, Terratenientes, Oligarquía, Iglesia, Clero, Chupacirios, Planas Mayores, Monarcas en stand by, capitalistas de toda laya, etc, etc) Ejército a la calle y con ayuda del fascismo internacional a masacrar obreros, luchadores sociales, socialistas, anarquistas y otras yerbas.
Después de conseguir lo que se perseguía en un principio, esto es, la continuidad de la buena marcha del negocio, pues sigamos con lo nuestro: unos miles de fusilamientos por aquí, otro miles de expropiaciones por allà, carta blanca a los curas para que terminen de agilipollar al gentío…
¡et voilá! Ya tenemos otras decenas de años de prosperidad y vasallaje. 

Pero, pero ¿qué vemos en lontananza? Se ha muerto el perro y se ha acabado la rabia, la gente se organiza, el sindicato anarquista se fortalece, los otros no nos preocupan, tienen jefes y como tales son corrompibles, unos viajecitos pagados, unas señoras de compañía, unas visitas a la marisquería pero ¿y los anarquistas?

Los anarquistas, los anarquistas… ¡ya está! Mira Joaquin (Gambin) coge a tres o cuatro con pocas luces, echa estos cócteles al SCALA de Barcelona y ya sabremos nosotros adjudicar la proeza.
Adios a la Confederación Nacional del Trabajo. Adios a la CNT. La única fuerza verdaderamente revolucionaria habida en Hispania. Quedan los sindicatos grises y parduscos. Estos lo firman todo
¿y los partidos políticos? PC (ml), Unificación Comunista de España, Movimiento Comunista, Organización Revolucionaria de Trabajadores, Partido del Trabajo, Partido Comunista de los Pueblos de España, asi hasta… Esos, tiempo al tiempo. El trabajo grueso ya está hecho. Ya hemos hundido nuestro MAINE.

No se si me he ido por los Cerros de Úbeda, como a veces parece decir mi admirado Cachitopan pero mi caletre está muy quemado y este calor no ayuda a refrigerarlo.

Sintetizando, que es gerundio y corre el contador, cuando surge un enemigo del Estado ya sabemos la medicina. El caso es que ahora que hay un estado medianamente fortalecido nos surge otro problema y este problema se llama PODEMOS. Estos también afectan a los pilares de estado tal y como nosotros lo tenemos constituido: Monarquía, Ejército, Judicatura, Banca, La Puta de Babilonia, Parlamiento, Fuerzas Represivas, TV,s y, en definitiva lo que cada cual quiera añadir a esta lista de desaguisados.

Bueno utilicemos otro registro que esto me supera. Nace Podemos. La gente se ilusiona, la cosa se va jodiendo para los de arriba. En 2014 se meten en Europa, en 2015 se hacen con algún ayuntamiento, colocan a Carmena. En ese mismo año sacan un huevo de diputados, los sociatas sienten un aliento en la nuca y un fuerte hedor en su trasero. Es por eso que traicionando todo principio que huela ligeramente a “izquierdas” pretenden gobernar con el payaso catalán, les sale mal la jugada y asi consiguen que gobierne M.Rajoy. También es cierto que Indra, empresa conocida por su limpia trayectoria colaboró de una forma determinante en el resultado final de las elecciones de 2016. 

De cada diez votos a Podemos, y de resultas de un algoritmo mágico, uno de esos votos iba para el PP y otro para el Psoe. Aquí aclaro que tengo un cementerio particular donde doy cristiana sepultura a todo aquel que ha osado discutírmelo. Los medios allegados al Poder, usease cuasi todos, hablan de que un millòn de votantes de IU se han quedado en casa en lugar de ir a votar.¡¡ Y UNOS COJONES!! Unas votaciones que incluso suscitan el interés de una más que discreta cantidad de anarquistas y van los comunistas y se quedan en en su kelly. Lo dicho, manipulación y engaño manifiesto.

Pues bien, aunque con cara de circunstancias, Podemos resistió el envite. Mientras, hay gente que se va. No sin que antes llame a los famosos medios comunicativos para hacer ver su postura “esto no lo que yo esperaba” “hay un macho alfa que se las folla a todas y nosotros no pillamos cacho” “esto va pa largo y yo tengo prisa”. En definitiva son todo discreción a la hora de dar el portazo. Todo ello magnificado y aderezado por los ya dichos hasta el aburrimiento “medios de comunicación”. Mencionar aquí a las rastreras cucarachas disfrazadas de periodistas que están en la mente de todos
son ganas de manchar la pantalla de mi ordenata.

Pero no todos se van. Otros se quedan afilando los cuchillos para Vistalegre ll. El repelente niño Vicente (que no, no me cae mal, es un pour parler) alias el “transversal yaciente” se queda sin el sueño, o ambición, de ser Califa en lugar del Califa. Gruñe por dentro y espera su ocasión. Por esos lares alguien está haciendo tintinear 30 monedas de plata. Tiempo al tiempo. Ya ha centrado su mirada en el objetivo.

Hablar o escribir sobre la inmunda campaña de desprestigio es gastar tinta en balde. Podemos es “afusilado” por tierra, mar , aire y desde los trenes de cercanías. Desde los púlpitos, Prensa, TV,s
y ferias de ganado. Podemos tiene la culpa de todo. Son unos indeseables. A más a más fueron los causantes de las pasadas y venideras sequías y para algunos izquierdistas de minúscula boca NO HAN ASALTADO LOS CIELOS. Y a todo esto los del PSOE viendo las salvajadas que están haciendo contra su “socio preferente” calladitos como señoras ofreciendo sus encantos a la salida de misa. Pero qué voy a decir que Vds., algunos, no sepan. ¿Lo del Kasoplón? ¿Digo lo del Kasoplón? Bueeenoo, pero conste que me tiran Vds., algunos, de la lengua.

Está claro que unos dirigentes de izquierda no pueden vivir en casas de confort. Completamente prohibido. Marx (Don Groucho, of course) lo dijo en unos de sus alegatos en contra de las juergas que se corrían los esquimales cuando nadie les observaba. Que el Sr. Guindos se compra un ático
de 600.000 pavos para especular pos fueno, pos fale. Que una pareja de dirigentes sociales con tres chuchos, una carga en cassette de dos críos, otro en mente porque se han propuesto que sean tres los que den alegría a su vida, junten su capital, recurran a la familia y echen el ojo a eso que han visto en Galapagar y de paso se olvidan de esos hijoputas que, unos en una acera y otros en la otra, pagados y estimulados por la rancia derecha les insulten día si y día también, pues mira ante todo los ninios. 

Parece ser que el amigo Iglesias dijo en su dia que no se movería de Vallecas. Está mas que claro que a esta altura de nuestras vidas todos hemos sido consecuentes con las cosas que dijimos-pensamos cuando eramos mas jóvenes. Yo, cuando era chinorri quería vivir y morir como James Dean. Pues va a ser que no. Es mas, hice la 1ª Comunión y eso no te lo perdonaré Carmena.

En esta Hispania nuestra hay decenas y decenas de millares de chaletes con y sin piscina. 
Mis consuegros venden su piso en Madrid por 750.000 pavos. Hace unos mese ayudé a un colega a hacer una chapu en un piso también en Madrid y el portero de la finca me dijo que ese piso había sido vendido por 920.000 pavetes. Cuatro habitaciones hermosas y una terraza bastante guay.
Todo eso pasa desapercibido porque en esas transacciones no participa ningún dirigente de izquierdas, digo de izquierdas, no del PSOE. Porque para qué dar bombo a los DIEZ millones de pavos que costó el ático que se vendió también en Madrid hace más o menos un año? Eso sí que es CASTA. 
La casta la componen familias e individuos de muchísima mas entidad económica. A esos son a los que hay que eliminar, a los que chascando un dedo les traen desde la China, en avión fletado exclusivamente para ello, esa guinda que falta para coronar la tarta del cumpleaños de su nieta.
Nada que añadir a lo mucho que se puede hablar sobre el tema. Como colofón al asunto si alguien quiera clicar en el Google una vista aérea sobre Villaviciosa de Odón, por ejemplo, verá chaletes y piscinas para aburrir. Ahí sale el de mi amigo Santos. El muy pendón lleva votando a la izquierda desde toda la vida o mas.

Me dan ganas de terminar el escrito pero me vienen a la memoria (cada vez mas mala) algunos Pabletes de corte despectivo que leo en el blog procedentes de personas que en ningún momento podría pensar que llegaran a incurrir en ese infantilismo. No ya en el de lo de Echeminga. Que gracia tiene el jodío. Para partirse la caja si no fuera por lo casposo y vitriólico que es el comentario.

La Revolución Social nos pilla un tanto dilatada. La involución social está a la vuelta de la esquina. Atentos a la jugada.


Sukiyako


sábado, 24 de agosto de 2019

LA ESTUPIDEZ MATA O LA ADMINISTRACIÓN, CÓMPLICE DE LA SANGRÍA, PARTE III


Otro asunto, las famosas ITV, otra estratagema más de similar intención, la economicista. ¿Cuántos trastos hemos visto en la carretera? y nos hemos preguntado: ¿dónde pasa la ITV este elemento? Por no hablar de las grandes flotas de vehículos.

Resulta que cada vez se exige antes y por menos tiempo. Un vehículo con cuatro años, en el 90% de los casos está nuevo. ¿Cuántos kilómetros hace al año un conductor medio? Todas estas medidas que la administración disfraza de preventivas no tienen más motivo que el economicista fundamentalmente. Se han parado a pensar para qué se hacen las carreteras. El coche es el tótem de esta sociedad. Con vistas a él se hace casi todo. Es un pilar fundamental de la economía de los países occidentales industrializados. Hasta una triste casa rural tiene una relación directa con él. Piénsenlo.

Pero dejando estos aspectos económicos a un lado, que no por ello dejan de ser muy importantes, volvamos al permiso. ¿Hay algún ingenuo aún, que piense que en las autoescuelas se enseña a conducir?, ¡qué honrosas excepciones debe haber! Otro aspecto economicista más. Por un dineral te enseñan picarescamente (algo muy arraigado en nuestra manera de ser) a tratar de aprobar esa prueba totalmente subjetiva y, en ocasiones sujeta al capricho del examinador, a la que nos somete la administración, eso es todo. Esto por no hablar de los exámenes para los infractores que ahora han puesto de moda.

LOS AYUNTAMIENTOS

Ya referí antes que son las administraciones que menos se implican en la llamada seguridad vial, y es cierto. Hay que decir en su descargo, sobre todo en las grandes ciudades, que el tráfico rodado es un gran problema para los responsables, no tanto de seguridad, que también, como de ordenación del mismo, pues sin orden la convivencia sería caótica por no decir imposible, aunque en ocasiones ya se acerca mucho a ello. No en vano lo que prima son la vigilancia y el negocio de los estacionamientos. Pero cuando se trata de la seguridad, esta está dejada de la mano de dios o del diablo, no se sabe bien.

Todo son bolardos, badenes, ¿cuántos habrá en el país?, ¿cuánto nos cuestan?. Por cierto, yo pensaba que un badén era lo contrario de estos montículos, que están tan de moda en casi todos los municipios.
En vez de atajar los problemas de raíz y en el origen, todo es tratar de paliar los desaguisados de los conductores con medidas «colaterales», palabra tan de moda de unos años acá. Que los automovilistas in- cívicos corren en demasía, pongamos obstáculos, que se fastidien los cívicos también. Que los sinvergüenzas se suben en las aceras, pongamos bolardos y hagamos rediles con talanqueras, que se fastidien los peatones, con problemas de movilidad o sin ella. Bolardos que en ocasiones son incluso peligrosos si alguien se cae con ellos o sobre ellos andando por la acera ¡Qué triste y vergonzoso! ¡Vaya forma tan curiosa de solucionar los problemas!

¿Cómo es posible que cada dos por tres veamos en televisión a vecinos de un pueblo o de un barrio hartos de hacer peticiones a los responsables municipales, o autonómicos en otros casos, manifestarse pidiendo a gritos que se les ponga un semáforo, un paso de peatones, etc., porque hay problemas? Pasa el tiempo y nadie hace nada hasta que hay una desgracia, y a veces ni por esas ¡Es indignante que se tenga que llegar a eso!, cuando el concejal o alcalde responsable debería de actuar de inmediato cuando esto sucede, incluso anticipándose a las quejas de los vecinos, ¿pues no están en ese cargo precisamente para eso, para solucionar los problemas de estos con diligencia? y resulta, que todo son excusas para justificarse, la pelota de unos a otros ¡qué poca vergüenza!
Muere una mujer embarazada y, días después el hijo que concebía a consecuencia de un atropello en una calle de Villalba, porque la señal vertical que precede a un paso de peatones unos gamberros incívicos la han tronchado hace meses, y el «conductor», por deslumbramiento al parecer, no ve las marcas del paso de peatones en la calzada; nadie se ocupa de reponer en el plazo más breve posible esa señal. Es increíble, indignante e intolerable. Lo más preocupante es que nadie es responsable de nada. ¡Qué país! ¿En manos de quiénes estamos?
A PROPÓSITO DE UNA PROTUBERANCIA
¿Cuántos pueblos y ciudades hay en España? Y por tanto, cuántos «badenes». ¿Cuántos alcaldes y concejales? ¿Es posible que ninguno de estos próceres de nuestros pueblos y ciudades haya caído en la cuenta de que: poner obstáculos en las calles y carreteras de nuestra España es una falta muy grave, según la ley de seguridad vial? Ley, que igual que todas las demás están obligados a cumplir y hacer cumplir por juramento o promesa pública. Y me importa un rábano que luego quieran justificarse mediante normas (argucias legales, diría yo) más o menos encubridoras de la falta, como que si no deben tener más de 15 cm y otras sandeces parecidas. Un obstáculo es un obstáculo y no se puede justificar simplemente porque yo soy el alcalde.

A ninguno de ellos se les ha ocurrido además que esos obstáculos no sirven mas que para incordiar y fastidiar, así como para estropear el vehículo a los ciudadanos honrados que circulan como es debido, que aunque seamos pocos, estamos asistidos por la razón..., aunque estemos en minoría; pues la mayoría no significa necesariamente tener razón.
Les ruego encarecidamente que vigilen por espacio de un tiempo cómo se pasan esas protuberancias que nos han costado un dineral a todos los ciudadanos, honrados o no. Quien más y quien menos aminora la marcha para a continuación apretar el acelerador sin tino, para volver a hacer lo mismo otra vez ante el siguiente chichón. Gasto estúpido de energía, contaminación absurda, ruidos incesantes e innecesarios. Qué pretenden, que para que se vaya despacio, tengan que ponerlos cada diez o quince metros, ¡qué poco sentido común!

Por otro lado observen como, para los incívicos, les llamo así con- descendientemente, es como si esos chichones no existieran; luego, ¿qué es lo que han conseguido estos próceres?; un resultado totalmente contrario al que pretendían, suponiendo que de sus caletres salga algo razonable. Persiste el problema, pero aumentado con todos los inconvenientes que acabo de enumerar y alguno más obviado. Pues bien, siguen con contumacia sembrando nuestras calles y carreteras de caballones.

Una vez más no se atajan los problemas de raíz, no, se parchea una y otra vez las consecuencias de esos problemas. Todo esto haciendo caso omiso de sus obligaciones y responsabilidades ante los ciudadanos, o, quizá ¿habría que llamarlos de otra manera?, porque no nos engañemos, los ciudadanos nos dejamos ningunear, si no fuera así, no tendríamos estos próceres chuleándonos.

Hagan su trabajo como es debido, sancionen y persigan a los infractores y déjennos en paz a los demás, o es que quizá eso sería impopular, como dicen ahora, y, temen a los votos de esa mayoría incívica.
Pues ese debe ser su cometido señores, mal que les pese, hacer la vida más apacible y tranquila a los ciudadanos honrados, tomar decisiones valientes siempre presididas de justicia y razón, si es que son reconocibles esos valores, que parecen cada vez más olvidados. Claro que no son rentables políticamente.
A propósito de lo referido con anterioridad. En un periódico leo la estupidez de un acuerdo entre la DGT y FEMP para reducir en los municipios la siniestralidad que se produce por la falta de respeto a la velocidad establecida. Estos políticos o cargos, ¿nombrados a dedo? (Ana Ferrer y Andrés Monzón, etc.) no pueden seguir en sus puestos, cobrando del erario. Ahora se les ha ocurrido que vayamos todos a paso de tortuga por las calles haciendo un amasijo de chapas multicolor y respirando dentro de una humareda perniciosa. Todos a 30 km/h. A su tremenda incompetencia añaden su estolidez, ¡qué horror! Los ayuntamientos llevan haciendo dejación de su responsabilidad en estos asuntos más de treinta años. ¡Ya está bien!, ¿no les parece?


En otro orden de cosas, ahora en el ámbito estatal, parece ser que el congreso de los diputados ha aprobado por unanimidad anular la norma por la cual a los noveles se les prohibía circular a más de 80 km/h. La razón, decía la prensa, es que era una norma antigua. Una vez más los antiguo no tiene cabida, qué absurdo. También se podía haber simplemente adecuado esa norma y permitirles circular como antes en carreteras secundarias limitadas a 90 km/h. Permitir circular a 90 en vías con limitación genérica de 100 y permitirles ir a 100 en las limitadas genéricamente a 120 km/h. ¿Qué tal les parece mi propuesta, señores lumbreras? Y todo gratis, sin reuniones de grandes sesudos, generalmente muy costosas para todos. Por cierto: salvo cuatro descerebrados que creen ser los reyes del mambo, los principiantes en general tienen cierta aprensión a cometer infracciones. Es a partir del primer año cuando, creyendo ser unos expertos, se pegan los mayores tortazos. 

Hastalos

sábado, 10 de agosto de 2019

LA ESTUPIDEZ MATA O LA ADMINISTRACIÓN, CÓMPLICE DE LA SANGRÍA, PARTE II

Como ya he dicho anteriormente, muchos de estos «accidentes» son achacados, por parte de la administración, a las distracciones de los «conductores», como las llaman ellos. Yo considero en cambio que fundamentalmente se debe a una falta constante de atención a lo que están haciendo, además de distracciones que pueden ser ocasionales. Pues muchos sólo prestan atención, y de qué manera, cuando se trata de jugársela al prójimo de su entorno cercano.

Es totalmente incongruente por parte de los portavoces de la administración decir esto y por otro lado permitir la proliferación de todos los cacharritos que se montan en los vehículos, que por otro lado son en muchas ocasiones el gancho de compra para muchas mentes obtusas. Van estos, desde la simple radio hasta el DVD, pasando por todo lo imaginable: GPS, MPx, teléfonos manos libres y no tan libres, etc., mandos en el volante o en palancas o botones anejos para controlar esos juguetes. ¿Dónde está el botoncito? Resultado: Pérdida de atención a lo que deberíamos, es decir distracción.
A propósito de los teléfonos móviles: no sé si se ha puesto en práctica en algún sitio, pero leí una noticia en su momento en la que alguna administración proponía subvencionar los manos libres, ¡qué gran idea! Además, y, sobre todo pensando en los más pobres.

Estas cosas ponen de manifiesto varios aspectos de lo más interesante: El primero, voy a hacerme una norma a mi medida, yo hablo mucho por teléfono en cualquier momento del día, así podré hacerlo sin temor a que me multen y de paso me lo instalo ahorrándome unos euros cogiéndolos del bolsillo de todos. Segundo: mejoro mi imagen entre los que me critican de rígido e intransigente, recaudador de multas, etc. Tercero: incentivo el consumo y contribuyo a crear puestos de trabajo, como dicen ellos, qué excelente me ha salido.

Seamos serios, por favor, si es que eso es posible en este país. Exigir (y hay que hacerlo) al guiador (nótese que no digo conductor) del coche una atención máxima y poner al mismo tiempo todos esos tentadores cacharritos en sus manos es una incongruencia abominable. Yo me pregunto: qué entienden estos talentos cuando hablan de distracción al volante, cuál es el concepto que tienen de distracción.

Si para distraernos ya tenemos bastante con nuestros propios pensamientos en los problemas cotidianos, en los cuales a veces nos centramos sin atender debidamente a lo que estamos haciendo cuando llevamos un coche. Ardua lucha diaria y continua para poner toda la atención en la conducción, que muy pocos ponemos y NO en todos los casos conseguimos. ¿Quién, en alguna ocasión no se ha sorprendido conduciendo automáticamente, pensando en algún asunto personal? Estar concentrado en el vehículo y en la vía y lo que sucede a tu alrededor es un ejercicio atencional más difícil de lo que aparentemente parece, y no una acción mecánica como muchos piensan y así practican. Por eso yo me asombro cuando veo gente llevando un coche y discutiendo con el de al lado, accionando las manos, moviendo la cabeza para uno y otro lado, sin las manos en el volante, comiendo, bebiendo u ocupadas en otros menesteres y, no digamos del móvil, ¡cualquiera diría que está prohibido!, viendo el uso que de él se hace manejando un vehículo.
No pongamos más obstáculos a esa concentración debida a la hora de conducir. Yo a veces digo: va haciendo de todo menos conducir. Si incluso se debería prohibir fumar al que lleva un coche.

La falta de atención cuando se conduce es fuente de muchos otros problemas, por ejemplo: motivo de grandes atascos y las repercusiones que tienen estos, como: exceso de consumo de combustible, contaminación, estrés, pérdida de miles de horas de forma absurda y no digamos de la infinidad de trompazos porque: ¡perdona no me he dado cuenta! Todo esto, ¿no es una gran hipocresía no solo de la administración sino también social? o, ¿simplemente estulticia? Cada vez que presencio estas malas acciones en la carretera y pienso en ellas, veo con más claridad la responsabilidad en primer lugar de quienes las hacen, y en segundo lugar de las administraciones correspondientes, que al no cumplir debidamente con sus obligaciones de vigilancia y control, unos y otros son responsables de las muertes inútiles en las carreteras de nuestro país y en las calles de nuestras ciudades y pueblos, (nótese que no los llamo accidentes).

La administración central, las autonómicas e incluso las municipales (éstas se implican menos desgraciadamente) se gastan y se han gasta- do verdaderas millonadas en anuncios publicitarios en todos los medios, que no sirven absolutamente para nada. Quienes les prestamos atención, no los necesitamos para estar concienciados, ya lo estamos, y, los que lo necesitan, o bien, los desprecian olímpicamente o ni siquiera les prestan atención. ¿No estaría mejor empleado ese dinero en medios técnicos y humanos para la vigilancia y control de los incívicos? Si creen, y es cierto, que la televisión es un medio excelente. Yo mismo podría aportar algunas ideas al respecto para poner en práctica.

La misma forma de obtención del permiso de conducir (yo lo llamo licencia para matar, permítaseme la denominación, pues es así en muchas ocasiones) es incongruente, por no decir perversa. Se exige un «examen» psicotécnico. El «psico», ¿en qué consiste?, ¿lo conoce alguien?
El técnico o físico, yo mismo dije cuando se instauró, que se convertiría en un trámite tan superfluo como el de antaño. No hacía falta ser adivino para eso. En realidad se trataba de otra estratagema más para evitar parados. Todos hemos conocido a alguien que no era apto para conducir por diferentes motivos de salud y sin embargo seguían otorgándole ese certificado.

¿Por qué titulo esta sección así? Sencillamente considero que la responsabilidad de tanta muerte inútil, aparte en primer lugar de quien la provoca, no les es ajena en absoluto dentro de la administración, en primer lugar a los legisladores, y a la DGT y a los jueces en última instancia.
Es una irresponsabilidad muy grave legislar con criterios puramente economicistas y no humanitarios, señorías, incluso debería ser persegible, pero claro, las leyes las hacen ustedes.

La muerte de un temerario o simplemente sandio, a mí, particular- mente me trae sin cuidado y creo que así debería ser socialmente; el re- pudio social de quien así se comporta debería ser lo habitual y no otras actitudes que incluso son el jaleado de quien cuenta sus «hazañas».
Pero, donde quiero hacer hincapié y, así lo exijo como ciudadano, es que los legisladores, pongan el acento en la defensa a ultranza de ciudadanos inocentes que pueden pagar con su vida la conducta antisocial de los desaprensivos.

Matar con un vehículo de motor guiando el mismo con temeridad o por simple estupidez, debe calificarse de homicidio (e incluso, de asesinato en casos de reincidencia), tal como se hace con cualquier otro arma, exactamente igual, con el agravante de que se hace sin «razón» alguna.

Hastalos

jueves, 1 de agosto de 2019

Prologo I de X



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Es mi deseo en primer lugar, pedir disculpas a mis posibles lectores por el atrevimiento que me otorgo de escribir para otros y no sólo para mí mismo como es costumbre en mí, este, vamos a llamar opúsculo, pues no se puede calificar de otra manera.

Disculpas porque salta a la vista que no soy escritor, ni siquiera aficionadillo. ¡Cómo envidio a cuantos saben transmitir sus pensamientos con claridad meridiana utilizando las palabras adecuadas!
No hay en este pequeño trabajo más deseo que hacer ver a mis compatriotas lo mal que lo estamos haciendo en el tema que me ocupa y que debería ocuparnos a todos un poco más.
Un país o sociedad, como queramos llamarlo, que asume indolentemente la pérdida de miles de sus miembros, y muchos más imposibilitados cada año en una actividad como es el tráfico rodado, necesariamente está, cuando menos, carente de sensibilidad, por decirlo de una manera suave, yo al menos lo percibo así.

Sé positivamente que a muchos no les gustará lo que digo, pero después de cuarenta años procurando conducir con sensatez (confieso que no siempre lo conseguí en mis años de juventud) y mirando con atención cuanto ocurre a mi alrededor en esta actividad de disfrute (cada vez menos como se puede deducir de lo que escribo aquí), no puedo por menos que indignarme y, como tenía un apremiante deseo de explayarme y decir a los demás lo que siento y pienso al respecto, así lo hago, y es en eso en lo que consiste mi osadía.

Si este pequeño trabajo sirve para concienciar a alguien y de paso evitar alguna muerte, ya sería un inmenso motivo de orgullo y honor para mí. Espero de corazón que así sea.
Perdonadme y, gracias si a pesar de todo lo dicho decidís leerme

ACCIDENTES DE TRÁFICO

No creo que haya que ser muy espabilado para rechazar de plano en la mayoría de los casos la denominación de accidente cuando se trata el tema del tráfico de vehículos.
Dice el diccionario de la RAE en su tercera acepción: «Suceso eventual o acción de que involuntariamente resulta daño para las personas o las cosas», a mí se me queda escasa esta definición y agregaría: suceso fortuito no previsible. Luego entonces, eso que comúnmente se califica de accidente de tráfico considero que poco tiene que ver con esa definición. Pues la prisa (¡cuántas tropelías, incluidas muertes, en nombre de la dichosa prisa!), la falta de atención en lo que uno está haciendo cuando lleva un vehículo (que es un arma letal en manos de ineptos), y que ahora se dice distracciones al volante, no es en absoluto un accidente, pues todos esos defectos son previsibles y por tanto evitables.

De aquí deduzco que lo que, insisto, comúnmente se califica como accidente de tráfico, no lo es en absoluto. En todo caso, quien circula como es debido y se ve sorprendido por las malas acciones de otros, es quien sufre un accidente. Y por desgracia de esos se habla muy poco, cuando son los más perjudicados por las malas acciones de otros. Algo que tanto los legisladores como quienes aplican esas leyes, ignoran con demasiada o excesiva frecuencia. Cuando es a esas víctimas «inocentes» y a sus familias a las que se debería proteger a ultranza.

Todas esas muertes evitables, seamos valientes a la hora de denominarlos, son crímenes, que yo llamo sociales, sin más, generados por la estupidez humana. Creo recordar que fue Rafael Alberti, a raíz de un «accidente de tráfico» sufrido en carne propia, que dijo: «Es la forma más estúpida de perder la vida». Total y absolutamente de acuerdo con él.

El que esto escribe, perdió un hermano en la flor de la vida (tenía veintitrés años) a consecuencia de la mala educación y desidia de unos padres irresponsables que no habían enseñado a su hijo (que por cierto también pagó con su vida su insensata acción, no llevar luces en su moto siendo de noche, pero que al fin y a la postre él se lo había buscado, no así mi querido hermano) el más mínimo respeto por los demás.

La administración dio como en tantos miles de casos similares la callada por respuesta, y en aquellos años, más aún. Las compañías de seguros, valiéndose de la insensibilidad de las leyes del momento, no desaprovecharon la ocasión para eludir sus responsabilidades; ¡qué vergüenza! y, qué tremenda injusticia.

¿Cuántos miles de jóvenes insensatos o inocentes, depende de los casos, han perdido la vida desde aquel aciago día (víspera de las fiestas de su pueblo por cierto) de agosto de 1983, en el que murió mi hermano? ¿Cuántas familias, desde entonces, han pasado por similares peripecias que conmocionan la vida para siempre a cuantos hemos perdido a alguien en circunstancias parecidas?

Unas cifras y unos datos estadísticos en las noticias del lunes siguiente, como si se tratara de datos económicos y no de vidas humanas. ¿Se entiende ahora, cuando digo que esta sociedad se ha vuelto insensible a los muertos en las carreteras y calles de nuestras ciudades y pueblos?
¡Deberíamos avergonzarnos! Cuando una sociedad permanece impasible asumiendo esas cifras semana tras semana, mes tras mes y año tras año y sigue permitiéndose perder una parte del futuro del país, pues una buena parte de ellos son jóvenes, por estupideces semejantes, es necesariamente, una sociedad enferma.

Es indignante para cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad y humanidad y, además, absolutamente intolerable.

Hablaba antes de los padres irresponsables. Hace tan solo unos meses me sorprendí viendo en varios canales de televisión, cómo esas emisoras ponían una y otra vez un vídeo de una señora que había grabado un «accidente» en directo en la misma curva donde al parecer había perdido la vida su hijo. Todos unánimemente de acuerdo con lo que ella relataba. Pues señora, señores que dan pábulo una y otra vez a opiniones objetivamente interesadas. El individuo que se ve en ese vídeo actuó con total y absoluta impericia y lo que cabe preguntarse es: ¿circulaba a la velocidad adecuada?, ¿tenía una señalización previa de limitación de velocidad acorde al peligro y se la pasó por el arco del triunfo? Porque vamos a ver, ¿cuántas decenas de miles de personas habían pasado y pasan todos los días por ahí y no les ha ocurrido nada? Esas son las preguntas que hay que hacerse y no decir que su hijo era un joven modélico, pues supongo que cuantos han pasado anteriormente por sucesos semejantes no dirán de sus hijos, parientes o conocidos que eran unos irresponsables, dirán como es lógico que eran personas excelentes.

Es muy chocante para mí ver en televisión o leer en la prensa que toda la corporación de un pueblo rinde honores a unos vecinos que por su propia irresponsabilidad perdieron la vida. ¿Cómo pensarían esos vecinos si, a consecuencia de esa irresponsabilidad hubieran matado a sus hijos, o a ellos mismos, que circulaban con la debida precaución?, porque eso es lo que ocurre desgraciadamente con demasiada frecuencia.

Me pregunto: ¿cómo una sociedad puede rendir homenaje a individuos que podrían haber sido los asesinos de uno cualquiera de esos que participan en el mismo? Acaso, ¿hemos perdido el juicio?
No voy a poner en duda a estas alturas que hay en las carreteras puntos conflictivos, puntos negros les llama la gente, tramos de «concentración de accidentes» los técnicos de tráfico y carreteras, etc... 

Yo he visto unos cuantos, pero por cada uno de ellos, he visto miles de puntos negros llevando un vehículo para el que no son aptos para manejar en absoluto, por muchas y diferentes razones. No saben mínimamente lo que hacen cuando lo cogen, ¿de quién es la culpa?, eso es lo que hay que preguntarse. Esos son los verdaderos puntos negros a los que en verdad hay que temer; el problema es que, no sabes quiénes son, pues, paradojas de la vida, puede ser tu propio hijo quien te mate, o viceversa. Suena muy fuerte, como se dice ahora, verdad, pero esa es la triste realidad, no nos engañemos, cosa, por otra parte, a la que somos muy dados los humanos. No hay malas y buena carreteras, sino buenos y malos conductores. Yo no temo a la carretera si está bien señalizada, sino a los que circulan por ella.

Porque, seamos sensatos, echar la culpa a las cosas de nuestra propia ineptitud no es razonable ni racional, más bien es necedad o, ¿acaso el cuchillo es responsable de que alguien lo haya usado para matar a un semejante?

A lo que estamos obligados los usuarios de las carreteras es a exigir a quienes tienen la responsabilidad de las mismas, que estén en correcto estado, correctamente señalizadas, debidamente vigiladas para proteger a las personas decentes y correctas, o que intentamos denodadamente serlo, de esos estúpidos desalmados que con tanta frecuencia no res- petan a nadie, ni siquiera a ellos mismos, qué caramba.

Por último, en ocasiones he pensado si al igual que en otros aspectos de la vida, la madre Naturaleza no se regula de alguna forma con todas estas muertes. Claro está, que para ella no tiene sentido eso que nosotros llamamos justicia. Como algunos dicen de dios, quizá tenga caminos inescrutables. ¿Quién sabe? Pero lo cierto es que igual que a él, los inocentes se le olvidaron.

Hastalos