viernes, 25 de septiembre de 2020

La flor, el humus y la Dialéctica

 Está en nuestra naturaleza hacernos preguntas, el asombro viaja con nosotros desde que nacemos. Sin embargo no son las ciencias las que se ocupan de saber o explicar qué es la realidad, éstas solo describen las relaciones entre los distintos aspectos de nuestra experiencia y predicen los resultados experimentales. Es la Filosofía la que siempre se ocupó de preguntarse por las cosas que vemos, cómo se originan, hacia dónde caminan, por qué son como son, qué es la realidad.

Hasta hace poco la filosofía occidental oficial estuvo impregnada de fantasmas, habiendo triunfado desde la antigüedad clásica la línea que separaba en el ser humano la mente del cuerpo, pensamiento sistematizado por Aristóteles y adoptado por el cristianismo y los poderes políticos, abandonando la línea dialéctica de los presocráticos, de Tales de Mileto, de Heráclito, de la escuela de Elea, y de cuantos siguieron sosteniendo (a espaldas de la línea oficial) que el mundo es una unidad sin división entre materia y espíritu y que la “fisis” o materia, era el elemento básico de todo lo existente. A esta visión dialéctica que se desarrolló a espaldas de la línea oficial, se le llamó “oscura”, pero corría paralela al pensamiento oriental que, al cabo del tiempo ha devenido en una convergencia con los nuevos avances de la Física actual, echando por tierra la corriente filosófica que, durante dos milenios, mantuvo un conflicto en el ser humano al separar la mente (que llamaban espíritu) y el cuerpo, provocando una fragmentación no solo en el individuo sino en la relación de éste con la naturaleza, con los nuevos avances de las ciencias y con la sociedad en su conjunto.

No voy a hablar de iluminación, ni de física cuántica, porque me perdería. Solo quiero hablar de la experiencia. Cuando miro la tierra en invierno y escucho los latidos de toda la vida que germina dentro, y de pronto en primavera me impresiona la explosión de los brotes en el manzano y luego observo la magnífica apertura de la flor, para dar paso al cambio cualitativo del fruto, estoy tocando de primera mano la mejor lección de la naturaleza. 




O si pensamos, por ejemplo, en algo tan elemental como son las hojas secas y cómo contribuyen a generar lluvia tal que si fueran imanes, o en qué modo a través de las bacterias que llevan adheridas y que son responsables de su descomposición, favorecen la transformación de la humedad de las nubes en gotas de lluvia y la formación del humus, nos habremos asombrado al comprobar que un simple grupo de hojas secas puedan fertilizar la tierra para que brote la vida.  

En este proceso de descomposición, generación de agua y fertilización de la tierra, está explicada toda la dialéctica, los cambios cualitativos, el movimiento perpetuo que no nace de la nada sino que se manifiesta por las tensiones internas inseparables de la vida y de todas las formas de la materia, incluida la conciencia como otro estado superior de la misma. No necesitamos para entender los fenómenos de la naturaleza, ni dioses, ni entidades espirituales volanderas, aunque a veces los humanos llamemos así a lo desconocido o a lo oscuro que las ciencias no pueden definir aún. 

Cuando nos hablan los físicos cuánticos sobre algunos fenómenos que solo tienen lugar si los observamos, nos parece absurdo. Y quizás lo que es absurdo es la explicación, puesto que bien podría ser que nuestro cerebro posea estructuras moleculares que puedan alterar su estado, en respuesta a un evento cuántico. Contado de una forma más simple: Podría ser que, al igual que se activan las neuronas para comunicarse por vía de señales eléctricas, igualmente cabría que al observar las partículas subatómicas fuéramos capaces de activarlas y cambiar su ruta a través de señales eléctricas existentes en nuestro propio cerebro. Esta comprobación queda para la ciencia, pero a nosotros nos queda la duda de si seríamos capaces de mover objetos con un cerebro bien entrenado, hecho que quedaría despojado de cualquier explicación espiritual o fantasmagórica, pues habríamos encontrado la comprobación física y palpable. 

O cuando hemos tenido alguna experiencia que nos parece paranormal y que tendemos a recrearla con un relato fantástico, incluso a algunos les lleva a pensar en entidades supremas, quizás deberíamos sentarnos y esperar que la ciencia logre encontrar las capacidades y relaciones que nuestro cerebro posee para, en determinados estados de la conciencia, lograr traspasar límites de tiempo y espacio o de comunicación con otros cerebros alejados de nosotros. 

Muchas cuestiones nos quedan por resolver, hasta hoy los humanos hemos estudiado de modo más objetivo la naturaleza y las cosas que nos rodean, que nuestro propio cerebro, debido a los condicionamientos a lo largo de la historia (la religión, el poder político y económico, la alienación, dependencia, manipulación de las mentes…), y que determinaron una fragmentación en nuestro ser, que nos impidió hasta ahora saber de qué materia están hechos también nuestros sueños.

Parece que la ciencia y la filosofía en su vertiente dialéctica, están dando pasos agigantados para dar respuesta a esa fragmentación. Nos están diciendo lo que los antiguos presocráticos (a los que llamaron oscuros) y lo que el pensamiento oriental ya sabía: que todo es uno, que el todo no es la suma de las partes, que todo tiene que ver con todo, que no necesitamos dioses ni entidades supracelestes para comprender el mundo.  Desearemos que ambas, ciencia y dialéctica, nos ayuden a desentrañar nuestro cerebro desde sus orígenes como producto de un error genético, hasta su desarrollo maravilloso en la continua búsqueda de respuestas, y quizás entonces los seres humanos nos liberaremos de tanto conflicto interno y externo y podamos gozar de la armonía natural de la que gozan los árboles. 


Eirene



viernes, 18 de septiembre de 2020

Derecha, tal cual

 Lo prometido es deuda (legítima), o sea que le toca recibir a la Derecha. Derechona en España, por obra y gracia de nuestra singular Historia. Al contrario que la Izquierda, la Derecha en el poder siempre cumple las expectativas, porque no es muy complicada la misión: representar políticamente la sensibilidad de las personas en situación ya favorecida, o como mínimo acomodada. Y más en particular, de la minoría con Poder, a los que se supone más favorecidos y acomodados que nadie.

Si nos tuviéramos que decantar por el principal rasgo de la Derecha, este sería el conservadurismo. ¿Conservar la situación favorable aludida? Sí, pero no siempre. Los sujetos de Derechas orgullosos de serlo, los desacomplejados, buscan conservar situaciones dadas más allá de si con ellas ganan más que pierden.

Pero vamos primero con el derechón genuino en versión hispana, e hispanoamericana, toda una tradición que se remonta a la sociedad de castas medieval y sin solución de continuidad entronca con el cacique, la fuerza fáctica o fuerzas vivas  -terrateniente, alto clero, alto funcionariado, alto "miles"-  todos en feliz concurrencia endogámica o clientelar en busca del estatus parasitario per saecula saeculorum, y que en la Posmodernidad del 15M ha pasado a ser conocido  -otra vez...-  como casta. Por resumir bastante, yo lo definiría como un beneficiario de lo inmerecido que pone pie en tierra con uñas y dientes en defensa de ese acomodo, acomodo sostenido por regla general en el poder estatal, el resorte de beneficios inmerecidos por excelencia.



Por debajo del "Derechón", como decíamos tenemos al gañán y casposo orgulloso de mantener las cosas como están, porque en el pasado estaban así, y el pasado justifica el presente. Este tipo puede ser un ganador o un perdedor, tal circunstancia no determina su decantamiento. No, ya sé lo que estáis pensando: tampoco es el obrero tonto de derechas, o no únicamente este. Este es el conservador por falta de imaginación, por pereza o indigencia intelectual, por seguidismo de las pueriles proclamas engañabobos, de los mensajes de mitin político de tercera o cuarta categoría, mil veces repetidos, y mil veces vacíos.

El Derechón convierte al derechista gañán en su fuerza de choque, alimentándolo con un alpiste que este traga de buen grado: las burdas consignas de odio a la Izquierda. El conservador de todo tipo destila este odio de una forma tan irracional que carga de razones a la Izquierda sobre su innata bondad, liberándola del trabajo de esforzarse en comprender qué falla en su propia ideología. Les basta con presentarlos como ellos se empecinan en ser, y parecer: los esbirros entusiastas, la carne de cañón satisfecha, la argamasa solícita del muro de contención de cualquier energía desatada que amenace lo dado, venga de la dirección que venga.

¿Y la Derecha no conservadora? ¿Hay una Derecha revolucionaria? Oh, sorpresa, sí la hubo: el Fascismo. Fue una revolución históricamente, y lo será en el futuro si por desgracia resurge porque el fascismo no pretende conservar, sino derruir lo que de herencia ilustrada pervive en Occidente. La buena noticia es que por mucho que se diga que el Fascismo asciende y asciende en este comienzo de milenio, la realidad es que tiene un impedimento insalvable para hacerlo: aquella herencia está firmemente asentada después de la experiencia de los años 30 y 40. Para decenios, diría yo, mientras la memoria de esas décadas siga lo presente que está hoy. 

El derechón conservador del siglo XXI no puede ser fascista. El fascismo es un fenómeno plenamente contemporáneo, pese a ir contra las ideas matriz que inauguran esta Era (aparente contradicción que daría para otro artículo...) En cambio el derechón, como señalé antes, no es producto de la Contemporaneidad. Y si participa del juego de las libertades políticas pareciendo que lo hace muy a su pesar, es precisamente porque así es: se subió a ese tren cuando estaba en marcha y temía perderlo para siempre, pero no contribuyó a arrancarlo. 

Pero lo que no tiene ningún sentido es pretender excluirlo del juego que no creó por mor de una pretendida concordancia de intereses con el anti-conservadurismo fascista. No existe tal concordancia. Bajo la superficie de circunstanciales intereses comunes, que se quiere hacer pasar erróneamente por una determinación de la Historia, no puede haberla entre quienes tienen como fin último removerlo todo lo construido en tres siglos, y quienes remover lo mínimo, y además este mínimo de cosas bajo el signo del "gatopardismo", que ya sabemos en qué consiste. Son derechas ambas, pero derechas que juegan en divisiones diferentes.

Para finalizar, unas palabras sobre el "liberalismo dominante", que echaréis de menos en esta columna sobre la Derecha... un momento: liberalismo ¿derecha? ¿dominante?.... ¿conservador? .... ¿FASCISTA? Oh, todo eso y más, afirmarán algunos, incluyendo el inevitable prefijo del Neo con el que se pretende finiquitar cualquier distinción entre las Derechas; difícil de analizar según veo yo, si todo lo que se mueve a la Derecha de la Izquierda, se etiqueta bajo un único término. Y si algo tiene es que no es tan difícil de analizar, como creo que he demostrado, sólo con un poquito de ganas de diseccionar a la Derecha, tal cual.

Mickdos

viernes, 11 de septiembre de 2020

Propaganda

 Leer , malditos¡¡¡


Estamos inmersos en la propaganda, constantemente bombardeados por ella desde el amanecer al anochecer. La mayoría no es consciente de esa manipulación porque aunque no creas lo que te dicen, el mensaje es subliminal.

Contra el comunismo,la propaganda funcionó a toda máquina desde la revolución, denigrando y minusvalorando cualquier logro soviético. Es una constante que se ha repetido hasta la actualidad.


La tecnología soviética ha sido muchas veces superior a la occidental: ingenieros soviéticos visitaron las fabricas de armamento nazis en el 40 y se sorprendieron por la inferioridad técnica de los panzers alemanes. “nos nos han enseñado sus más modernos ingenios” dijeron, cuando así era: no había nada más potente que el panzer IV.. Ante esa petición, los industriales alemanes sospecharon: los soviéticos tienen mejores tanques. Un año más tarde, el ejército alemán se sorprendía ante el T.34 “el tanque más moderno del mundo, “no teníamos nada comparable” decían los generales alemanes. Y no lo tuvieron hasta la entrada en servicio de los Tiger y los Panther dos años más tarde.


Tanques soviéticos T-34


Pero la superioridad técnica militar de la URRS ya venía desde hace años:

“Desde 1935, la URSS estaba gastando el doble que los USA en investigación y desarrollo”(Kursk, 1943. de Alvaro Lozano). 

En la G.C. españistaní los ingenios blindados y aéreos soviéticos estaban en la cima de la tecnología militar de entonces; mientras los panzers alemanes llevaban dos ametralladoras (panzer I) o un cañoncito de 20mm (panzer II), los tanques soviéticos, el T-26, llevaban un cañón de alta velocidad de 45 mm muy eficaz penetrando blindajes. Eran tan buenos, los fascistas no tenían nada parecido, que Franco pagaba 500 pesetas a quién capturase uno. Así mismo, los cazas monoplanos rusos el  “Rata”y “el Chato”,  hasta la llegada del Me.109 en el 37, superaban con mucho a todo lo que los fascistas ponían en el aire.


Los ejemplos de ppropaganda antisoviética son múltiples. Uno muy común es aquel que dice que ganaron la guerra gracias a los suministros aliados. Cuando no es así. “Sin la contribución de los aliados, la victoria de la URSS hubiese sido más costosa y lenta: A pesar de que la URSS pudiera haber vencido en la guerra sin los suministros aliados, estos sin lugar a dudas, acortaron la duración de la misma” (Kurks,1943)


Pero el mayor “camelo” de la 2GM es el que afirma que fueron las bombas atómicas las que acabaron con la voluntad del Japón para continuar la guerra. No. Los japoneses, como antes los alemanes, ya soportaban desde hace años la destrucción, una a una, de todas sus ciudades; que esta fuera producida por una bomba o por miles, es irrelevante. El asesinato en masa de civiles indefensos realizado por las fuerzas aéreas angloamericanas en Alemania y en Japón no rindieron la voluntad de los pueblos víctimas, más al contrario, afirmaron la voluntad de seguir combatiendo.


La rendición del Japón vino después de que la URSS invadiera y derrotara al ejército japonés en Manchuria poniendo fin a cualquier esperanza que le quedara al Japón.

Este episodio ha sido pasado por alto o minusvalorado por muchos historiadores y analistas como si fuera una iniciativa soviética para aprovechar la derrota de japón. La realidad es que esa invasión fue pedida repetidamente por los angloamericanos. 


Porque el futuro Imperio japonés se basaba en el dominio de Asia; desde China a Birmania, los japoneses desplegaron el 90% de su ejército, dejando el frente del Pacífico a la marina Imperial, un frente que solo era el “escudo” contra los USA. Los refuerzos del ejército en Guadalacanal, por ejemplo, fueron enviados con cuentagotas, casi racaneándolos, porque las miras y el impulso principal estaba en otro lugar, muy lejano. En el mar Pacífico, solo luchó la marina nipona.

Así, que cuando los soviéticos rompieron el tratado de no agresión y destruyeron a su ejército en Manchuria, se rindieron. Porque sabían que después de Manchuria, los soviéticos conquistarían la China.


Son solo unos ejemplos de cómo se retuerce la Historia.


CapitánRed


sábado, 5 de septiembre de 2020

IZQUIERDA, SIN MÁS DETALLES

 

La Izquierda en el Poder nunca es Izquierda ¿qué tendría que hacer para ser considerada tal por sus votantes autoconsiderados de indudable y genuina Izquierda? Si hablamos de estructura socio-económica "profunda", y ateniéndome a los múltiples debates sostenidos en este y otros foros: "repartir la riqueza"


Por lo general, se sobrentiende que repartir la riqueza es ya de por sí objetivo tan claro, tan evidente, que se explica por sí mismo y no hace falta detallarlo. Y que resulta como mínimo una sospechosa provocación pedir estas explicaciones. Pero hay que pedirlas, aunque no se sepa muy bien cómo ofrecerlas. Ahí empezaría la labor del que se tiene por genuino e indudable izquierdista: repartir conocimiento inmaterial, antes de abordar el reparto material.


Repartir por ejemplo los cientos -¡o miles!-  de millones que atesoran los grandes empresarios del país. Bien, pero siguiendo con el reparto de conocimiento hay que llamar las cosas por su nombre: antes de repartir, se trata de confiscar (mi padre siempre me dijo que la palabra "robar" está muy fea).





Confiscar puede ser popular o impopular dependiendo de dónde, del momento, y a quien. Pero este "depende" es algo en lo que tampoco entra el Izquierdista. Puede que por una intuición latente pero nunca confesada que le previene de entrar a fondo en esta materia confiscatoria, por sospechar que una vez te pones a confiscar "te embalas", que irás "pasando pueblos", niveles socioeconómicos como estaciones de Metro, y ya no podrás frenar. La sospecha, en fin, que la idea de "justicia social", tan agradecida de blandir cuando se ve de lejos el momento de arremangarse, se vuelve un resbaladizo pez a la hora de cortarlo en tacos concretos, para personas concretas.


Aunque también puede que sea por no saber ni por dónde comenzar a confiscar y repartir, incluso entre los más grandes empresarios. En el caso de un empresario, el 90% lo constituirían los valores de sus propiedades. Y a su vez el 90% del valor de sus propiedades, valor mercantil.  Si ya de por sí el precio de un valor mercantil es volátil y fluctúa en el mercado con gran incertidumbre y más miedo que vergüenza, imaginemos sin propietario. O con tantos propietarios que ninguno entre ellos se da por aludido sobre la responsabilidad de aumentar, o al menos cuidar de mantener, ese valor.


Yo soy partidario de confiscar la tierra cuyos derechos de propiedad son confusos o se deben a la conquista. Y porque al contrario que la propiedad empresarial, la tierra siempre tiene un valor, mayor o menor, con independencia de la titularidad de su propiedad. Ahí sí hay margen de actuación, Gordillo y compañía, y su guerra contra la aristocracia terrateniente, latifundista, rentista. Pero nótese que sus rasgos tienen poco o nada de empresarial: sangre "guerrera" aunque ya extinguida, exagerada extensión de hectáreas, raquítica o inexistente inversión y absoluto desentendimiento de la productividad.


Y por último tenemos la legislación. La prueba del algodón izquierdista son leyes que protejan a los pobres de los ricos. Lo primero, impuestos progresivos; muy progresivos, extremadamente progresivos a poder ser. La progresividad fiscal llegando al límite de sus posibilidades físicas  -como la pendiente del Angliru en los puertos de montaña-  . Vendría a ser una socialdemocracia llevada al límite de sus posibilidades. Un momento ¿he dicho socialdemocracia? ¿esa historia de éxito y fracaso a la vez, de quiero y no puedo, de voy pero vengo?... da jaqueca sólo de pensarlo, y la Izquierda sin más no puede permitirse este lujo. El lujo de abordar estos ni otros detalles, al menos hoy no, que esta noche hay que dormir bien.


Mickdos

viernes, 4 de septiembre de 2020

Ahí os quedáis

Criterio de selección (a modo de disclaimer)

He enviado un mensaje a 'algunos comentaristas' de este blog porque he seguido el criterio de elegir a los "amigos" entre los que quisieron enviarme algún e-mail (y así yo pude tener su dirección) durante todo el tiempo que yo he estado de administrador (noviembre 2019 hasta julio 2020), los que faltarían en el 'comunicado' son los siguientes:
Mickdos
Racional
Un tipo razonable
Asustadizo1
Uregi
Zubizarreta
Ivanjoe
Apocalypsenow
Carrasco s.a.

De todos los demás comentaristas no sé nada y no me podría comunicar con ellos, porque en ningún momento me comunicaron nada por la vía del e-mail (que puse multitud de veces en el blog) y yo no tengo su contacto (matinada, no te 're'conozco).

El contenido del referido e-mail es este:
Me despido de vosotros

Yuan pen
Eirene
Veletri
Maria Orkin
Flan Sinnata
El Doctor
florentino del Amo
Sentido común
zim
Beltzilur
Curro
Wendix
Tucholsky
Antonio R.L.
Proust
Rojoynegro
CapitanRed
Simito

Hola,
os escribo a unos cuantos del blog (algunos de los que tengo el correo electrónico) este mensaje como despedida porque he decidido no escribir nada más allí después de ver cómo ha sido copado por unos indeseables que no quiero que me hagan perder ni un minuto más de mi tiempo. Por si fuera poco también me encuentro, cada día, los titulares del okdiario de Inda. El blog Coral ha cambiado mucho y a mí ya no me gusta. Me da la impresión que se ha llenado de mierda y me repugna absolutamente. El blog necesita que alguien lo atienda y lo mínimo es que quien realiza ese trabajo esté a gusto, a mí se me ha acabado la paciencia. Me considero culpable de tomar una decisión para el blog que allí se ha considerado errónea y quiero pagar mi error con el destierro. Eso no valdrá para recuperar los comentaristas que se fueron, pero estoy seguro que ellos también han podido comprobar cómo ha cambiado todo esto; no les arriendo la ganancia si quieren volver. Vosotros también habéis visto que arribaron a la costa Coral algunos "idiotas de baba" con los que solo se puede perder el tiempo, yo me he cansado.

No sé si nos encontraremos en otra plataforma, que desde luego no puede ser Disqus, pero me alegraré de veros a todos en algún otro sitio y quizá podamos construir otro camino juntos. (Estoy disponible para lo que queráis en este correo electrónico).

Un abrazo fuerte.

Juanjo (aka hwang-ho)


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No voy a contestar ninguno de los comentarios que hagáis a esta entrada como ya he dicho en el comunicado. Yo aquí ya no escribo más. He hablado con Yuan pen y le he pedido que me hiciera un hueco para que os pudiera contar todo esto, porque supongo que necesitáis saberlo, y también le he dicho que si acaso publicase la entrada de Mickdos que estáis esperando el domingo o el lunes, para que podáis seguir con la dinámica "normal" del blog.
Adiós a todos.

hwang-ho

Post data: por si no lo sabéis "la Bastilla" también está clausurada desde la fecha de la última entrada que yo edité aquí. Es pura casualidad.