lunes, 29 de mayo de 2017

Estiércol

Estiércol, basura, inmundicia y, por supuesto, indecencia.

Ya no queda nada ni nadie capaz de convocar. Ya nada ni nadie quiere, ni puede en algunos casos, reunir a la mayor cantidad de personas en torno a un frente común: EL NECESARIO CAMBIO. Y ya no se trata de ser de Podemos o ser de otro partido. Es algo más que todo eso.

España está en estado de urgencia. España está en situación de emergencia. Por lo tanto, sólo se pueden contemplar dos posibilidades: O CAMBIO, O CATÁSTROFE.

Si se produce el cambio, la cosa no va a ser fácil ni se convertirá todo de la noche a la mañana en un camino de rosas, pero lo que sí es cierto, es que se comenzará a construir algo útil y de mejor convivencia. Seguramente será largo y tortuoso el camino, pero el final, la meta, tendrá noticias buenas. Si por el contrario ese cambio no se produce, España se verá abocada a la tragedia. En los días que corren, pleno siglo XXI, la conciencia, la cultura y la mentalidad democráticas deberían estar a un nivel más alto de lo que ahora mismo están, para que se pudiera producir ese cambio que demanda  una gran parte de la sociedad, por no decir una mayoría.

Si tenemos en cuenta la actualidad, y si hacemos un profundo repaso a lo que hemos vivido hasta ahora, tendremos suficientes datos como para darnos cuenta de que el cambio es más que urgente, más que necesario y mucho más que útil y vital.

Censura gubernativa, censura informativa, leyes obsoletas, gobernantes sucios, políticos zafios, medios de comunicación cómplices y vasallos de un sistema criminal, empresas chantajistas y extorsionadoras, ladrones por doquier, trileros a mansalva, mentira como manera de gobernar y de mantenerse en el poder, y partidos políticos tan solo en disposición de copar el poder para conseguir sus espurios intereses.

¿Alguien da más? El cambio significa ir eliminando todo esto que no es otra cosa que eso, estiércol, basura, inmundicia y, por supuesto, indecencia.



Definitivamente, España precisa urgentemente de un cambio radical, total.


Tititokokoki

sábado, 27 de mayo de 2017

España. El cambio necesario.

Para que España alcance el comienzo de un cambio, es preciso que España cambie antes su mentalidad en general. Y no sé si ese cambio debe de empezar por la propia sociedad, en su mayoría, o si será mejor empezar por la clase política. En todo caso, lo que sí sé, es que empiece por donde empiece el cambio, la otra parte acabará cambiando también. No obstante, opino que el cambio debería empezar por la sociedad, y esta exigir a sus políticos que a la vez cambien también, haciendo de filtro o de “seleccionadores” de sus políticos.

Entre el pasotismo social existente, y el sentimiento de “señores feudales dueño del cortijo” de nuestros políticos, España está en una encrucijada de difícil superación si no se plantea seriamente un cambio en profundidad. La sociedad debe ser más exigente con sus políticos, y eso requiere de un profundo cambio. A su vez los políticos deben tener mayor conciencia de servicio a los ciudadanos, y en este caso también el cambio tiene que ser grande.

Por otro lado están los de ahí afuera. Todas aquella organizaciones de carácter internacional, debería de saltarse la ya de por sí paupérima soberanía de este país, y llamar la atención de los españoles y de los políticos que tenemos, para que ese cambio se produjera de manera urgente y necesaria. Desde Buselas, hasta la ONU, pasando incluso por la OMS, la OIT o las Organizaciones de los Derechos Humanos, los Comités de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y todos aquellos Comités que componen la ONU, como son los de los Derechos de los niños, de las mujeres, los trabajadores migratorios, las personas dependientes o discapacitadas o los comités de lucha contra la tortura, deberían llamar a la atención a España, a los españoles y a los políticos españoles, para hacerles saber que en este país las cosas se están haciendo rematadamente mal, tanto a nivel social como político o empresarial.

Y de todos estos, destacaría a la OMS, porque un país enfermo, es un país sin progreso, sobre todo, insisto, si es porque la clase política que tenemos es déspota y sátrapa, y por si la sociedad que sufre esos castigos, y que no protesta, sufre de estupidez, de mediocridad o de alguna enfermedad rara que todavía no está diagnosticada y por lo tanto, es desconocida.


Después ya pediremos ayuda también a alguna organización de lucha contra los medios de comunicación mentirosos, cómplices, alcahuetes y semovientes de la clase política dominante. Y si no existe, la creamos. Hace mucha falta y será de utilidad. 

Tititokokoki

jueves, 25 de mayo de 2017

Censura informativa, ergo, censura gubernamental

La censura es una lacra que ningún país debería sufrir. Da igual el régimen por el que se rija ese país, pero si es en un estado democrático, la cosa de la censura alcanza niveles de valoración criminal. En un estado democrático, la censura no debería estar permitida en ningún caso y bajo ningún concepto. Entonces, si esa censura se produce en un modo de vida basado en preservación de la libertad y los derechos, el delito viene a ser más grande de lo que ya de por sí se puede considerar a la censura.

España es un país que sufre la censura, España es un país que, teóricamente y en base a leyes que rigen a este país, deberíamos estar bajo los conceptos más fundamentales y básicos de una Democracia, por lo que la censura informativa y/o gubernamental no deberían existir, y la práctica de esa inmundicia debería estar desterrada e incluso prohibida. Pero no es así, y en España la censura existe. Y existe porque la practican muchos medios de comunicación. Y aquí caben muchas preguntas, siendo la más importante la siguiente: ¿los medios de comunicación actúan censurando o será más bien que lo hacen porque el stablishment político/empresarial, así lo deciden y ellos obedecen? En mi opinión, los medios de comunicación no actúan motu proprio, sino que lo hacen por directrices, por recomendaciones o sencillamente por imposición directa, imposición que está basada en un intercambio de favores y base a la aportación de prebendas y privilegios hacia los medios por parte de la clase política dominante.

Y en España ocurre otra cosa más relacionada con la censura. El hecho de haberla conocido en anteriores etapas, hace que la censura tenga de una parte connotaciones enquistadas, y por lo tanto tomadas con cierta normalidad, y por otra también contiene un cierto grado de ignorancia por no haber sido conocida por una parte de la sociedad que no vivió aquel episodio en el que la censura informativa/gubernamental eran modus vivendi para otros que sí la conocieron. Entonces aquí cabe otra pregunta: ¿Qué sería mejor, haber conocido la censura, o no haberla vivido? Lo digo, porque de ahí se podrían derivar muchas razones por las que a día de hoy una buena parte de la sociedad no reacciona ante la flagrante práctica de la censura informativa/gubernamental.  ¿Será que arrastran reminiscencias del pasado y ahora ya la dan por normal? ¿Será que el hecho de no haberla conocido hace que no la sepan ver?

Ahí lo dejo. Pero la censura, existe.

¿Qué se puede hacer ante esta persistente e insufrible lacra?


¡Malditos sean!

Tititokokoki

miércoles, 24 de mayo de 2017

La política

La Política, la mayor prostituta al servicio de los putos amos.

La putrefacción que significa la política y la otra miseria que produce, demuestran que estamos inmersos en una mierda de impresionantes dimensiones. La actualidad indica que los niveles de podredumbre son de verdadero escándalo. La realidad que vivimos nos enseña la enorme mierda que tenemos encima y que nos aplasta a la vez que nos mata de hedor.

La cosa de la Política alcanzó unos niveles de prostitución colosales. El envilecimiento es altísimo y la degradación moral ya no conoce límites ni fronteras.

España es un burdel inmenso, el prostíbulo en el que han convertido a este país tiene todos los visos de no retorno a la decencia, el submundo al que nos llevaron supera hasta a la ciencia ficción más imaginativa, y el chulerío puteril, el proxenetismo y la trata de personas ya alcanzó a mercado diario, a feria de cabrones y de zorras vendiendo la dignidad de las gentes de bien.

Hay que ver lo denigrante que supone  vivir bajo el yugo de estos esclavistas, bajo el putaísmo de los formicantes, bajo la corrupción de los chulos de putas que imperan en el país.

No se sabe bien a dónde llegarán sus fechorías, pero lo que ya es cierto, es real, y lo vivimos día a día, es el armazón que nos impusieron a golpe de cadera en la entrepierna, es la coyunda, es la jodienda, es la esclavitud, la tiranía, el abuso y la violación sistemática.

Y la opresión no tiene pinta de pararse, porque a cada intento de zafarse, surge una nueva violación, una  nueva penetración con violencia y sin reparo alguno. Duele, y el sufrimiento que infringen sin piedad alguna, es directamente proporcional a las ansias, la ambición y el empeño que ponen ellos en continuar con mayor fruición con su forzamiento, su atropello, sus agresiones y sus desfloraciones metódicas y sistémicas.


¡Malditos sean!


Tititokokoki

lunes, 22 de mayo de 2017

MERCADO Y POLÍTICA

En la sociedad civil donde la gente opera al margen del mundo político, los particulares y empresas se relacionan continuamente entre sí mediante contratos voluntarios. Una parte es el proveedor, y otra el cliente. Firman acuerdos por propio interés, para obtener un beneficio ya sea entendido este como cubrir una necesidad, o maximizar unos recursos disponibles. Se actúa por el interés egoísta, sí, pero se asume que el intercambio también beneficiará a la contraparte. Egoísmo explícito, altruismo implícito.

En los contratos voluntarios entre proveedor y cliente están bien establecidos las obligaciones y derechos de cada cual. Si una parte incumple su obligación, ya sabe que la otra parte va a reclamar, o en su caso romper el contrato establecido. No hay ningún trauma en romper un contrato voluntario: se asume que es una contingencia habitual. El proveedor puede romper con el cliente porque este incurre en impago, o el cliente con el proveedor porque este incurre en desabastecimiento. Si hay mala fe o simple incompetencia, es factor secundario que sólo incumbe al sentimiento de confianza traicionada, al empeño personal defraudado. Pero nada más, porque tras este llegan otros, infinitos según la voluntad.

El mercado es el espacio donde se dan estas relaciones. Ni que decir tiene, que es el espacio que abarca la abrumadora mayoría de intercambios económicos de la gente corriente. Pero no sólo económicos. Los contratos voluntarios pueden extenderse a cualquier interrelación humana que teje una parte de la red que forma una sociedad. Tenemos contratos aunque no escritos, a veces ni siquiera verbalizados, en el seno de los grupos familiares, donde los padres “proveen” de seguridad y afecto, y los hijos “pagan” formándose como personas que les darán un relevo generacional. No se paga con dinero, porque hay cosas valiosas que no se pueden cuantificar en moneda, y a veces el papel de proveedor y cliente se confunden o intercambian. Pero el fundamento está presente: es un acuerdo voluntario que compromete a dos partes, hasta que una de ellas o las dos lo decidan. También libre y voluntariamente.


Hoy estamos abrumados porque no paramos de recibir noticias de escándalos de corrupción y abusos en la Política y sus esferas adyacentes. El mundo del contrato político de los ciudadanos con quienes les representan. Y sí, aquí también hay una relación de proveedor, de servicio público, y cliente, el ciudadano que le paga otorgándole su confianza. Si el contrato no funciona para una de las partes, se rompe, dicen muchos. Y tienen razón. Pero incluso para esto la referencia es el ámbito de los contratos voluntarios, el espacio del mercado. El denostado y vilipendiado mercado.

Mickdos

martes, 16 de mayo de 2017

El poder

El Poder, ¿qué es el Poder? ¿Dónde está, y quiénes son? ¿Qué hacen?

En España, como en casi todos los países democráticos de occidente, existen diferentes poderes que ejercen su función y que juegan su papel. O sea, había, porque a día de hoy, en la práctica solo existen dos: El Legislativo y el Ejecutivo. Nada más, todos los demás, desaparecieron fagocitados por los dos reinantes.

En un estado normal de cosas, los diferentes poderes debería estar repartidos de manera tal que cada uno de ellos ejercería su función y su cometido. Pero no es así. A día de hoy, tanto el Poder Judicial como la Prensa, no existen o al menos no funcionan como debieran hacerlo.

Todos sabemos que existen diferentes poderes. Desde el Ejecutivo, al Legislativo, el Judicial, la Prensa, e incluso las diferentes organizaciones de carácter social, como son los Sindicatos, los Defensores de los Consumidores o incluso la propia Iglesia Católica, o las asociaciones de empresarios, son poderes, o deberían serlo, que ejercen una función importante en el Estado español o en cualquier Estado en el que se rijan por un sistema democrático. Pues bien, en estos instantes, y desde hace ya mucho tiempo, algunos de estos poderes han desaparecido, y lo peor de todo, es que tampoco se les espera, para desgracia de las personas, de la ciudadanía.

Tanto el Poder Periodístico como el social, o el Judicial, sucumbieron a los caprichos de sistema empeñado en recortar el poder a ambos, con el fin de alcanzar mejor sus espurias metas, manteniendo así atenazada a la sociedad a base de desinformación y de injusta impartición de la justicia. Por un lado, el miedo infringido a base de Leyes, por el otro, la desinformación a golpe de censura, y finalmente, la imposición, a base de nombramientos a dedo y de parcialidades diversas, del yugo puesto al Poder Judicial, el cual calla, otorga, y concede, los caprichos que desde el Poder Legislativo y Ejecutivo imponen a su libre albedrío.

Con las cosas en este estado, es normal que estén en lo más alto del Poder aquellos que supieron fagocitar, parasitar, a los demás Poderes, especialmente al Periodístico y al Judicial, haciéndolos partícipes del asqueroso sistema que imponen, a cambio de prebendas varias y de chantajes diversos, así como de imposiciones mafiosas, trasnochadas y propias de otros regímenes autoritarios. 

En resumen, ¿podemos considerar a este estado de cosas en la que tan solo existen dos Poderes, de Democracia? En mi opinión, creo que estamos lejos, muy lejos de poder considerar que vivimos bajo los fundamentos más elementales de una Democracia. Nunca hasta ahora, y parece que va para largo.

Adenda: No obstante, no se pretende obviar el enorme poder que tiene tanto la Iglesia Católica como los tejidos empresariales, para joder aún más todo esto, de lo que ya está jodido, ya que el supuesto Poder social está aniquilado, anulado.

Tititokokoki

lunes, 15 de mayo de 2017

PERFILES PARLAMENTARIOS: EL RELOJ DE RAJOY

“¡¿Y qué le importa a los españoles el Valle de los Caídos?!”, exclama un iracundo Mariano Rajoy libre, al fin, del plasma. Pues, que yo sepa, a nadie le es indiferente. Eso es lo mucho que le importan los españoles a Rajoy.

“Hay que dejar que los muertos descansen en paz”, reflexiona en voz alta Rafael Hernando en sede parlamentaria. Efectivamente, la estupidez no conoce límites. Los muertos no descansan ni en paz ni en guerra. Los muertos no trabajan, ni madrugan, ni corren la maratón, así que difícilmente pueden descansar. Los muertos no son seres vivos (parece evidente) sino categorías que establecemos los vivos para cuadrar la nómina de la especie.

Cuando la gente quiere exhumar a sus familiares, eximir a sus restos de la lacerante compañía de los restos de sus asesinos, no pretenden perturbar el placentero descanso de sus muertos sino facilitar la conciliación del sueño de los vivos, la paz de sus allegados, de aquellos que sufrieron la pérdida de las víctimas de una dictadura atroz.

Pero aún más difícil que facilitar a los perdedores de la Guerra Civil la reparación de las muchas crueldades que tuvieron que sufrir (y aún sufren) a manos de sus victimarios, lo es el descuajar el franquismo de los prebostes del PP. Quizá ellos no sean fascistas, pero, sin la menor sombra de duda, sí los son sus hechuras.

“No hay que mirar al pasado. Hay que mirar al futuro”, proclama el registrador excedente. Claro, por eso no deja de avalar la nación española apelando al casamiento de la reina castellana Isabel con el catalán Fernando. Eso sí, se olvida de que cuando muere la católica las cortes castellanas mandan al catalán a hacer puñetas con butifarra. La víctimas del terrorismo etarra son muy presente para Rajoy, las del franquismo (que están tan vivas como las otras) son pasado. Al reloj del fascismo le da cuerda el diablo, está visto.

Croniamental

viernes, 12 de mayo de 2017

PERFILES PARLAMENTARIOS: RAFAEL HERNANDO

Puriquita ambrosía del saber, Rafael Hernando ejerce su portavocía parlamentaria como si de la doma de jamelgos se tratara: con más acero que duende. 

Y recibe las réplicas de sus adversarios con las corvas bien trabadas en su escaño, la barbilla bien apuntalada sobre la corbata y la sonrisa de tiranosaurio sempiterna, busto hierático heredado de algún cacique decimonónico pasado por alguna canonjía de poca monta. Se le ve sobrado de escudilla, rancho y faltriquera; todo un poeta. 

Bastante provecho le ha sacado al ejercicio de maula, si bien es cierto que ganado se lo tiene, pues no debe ser  tarea fácil ostentar la voz y la coz del cortijo gubernamental, uncido al cargo de mayoral de la grey populera. Se hace difícil encontrarle algún parecido a los liberales que en el pasado han sido y tuvieron la desgracia de tenérselas que ver en el gobierno con los herederos de los Trastámara. Es evidente que Rafael Hernando no ha oído hablar en su vida de ilustres liberales como Santiago Alba, Manuel Ruiz Zorrilla, Juan Bautista Picornell, Agustín de Argüelles, y tantos otros, muchos de los cuales sufrieron la persecución de los borbones y del franquismo, el destierro, el presidio y la muerte. Seguramente, para Rafael Hernando, todos ellos fueron unos rojazos de tomo y lomo.

-Lo que acaba de decir es un delito-. Vino a sentenciar Rafael Hernando a modo de réplica a las palabras de Joan Tardá.

-Está bien, retiro lo dicho. El PP no es el partido más corrupto de Europa. El PP es el partido incurso en  más causas por corrupción de Europa.

Asunto zanjado. No es noticia que Rafael Hernando (como su jefe, don Mariano) está reñido con la semántica, pero ya sabemos que a los prebostes del PP la Ilustración ni les rozó. Basta con enunciar la oración por pasiva para obtener su conformidad. Así de fácil.

De la veracidad y el compromiso por la transparencia, mejor ni hablamos.  Nos queda, esos sí, la agudeza cipótica del personaje, aldaba mayúscula del campanario. Monumental torre de la infamia.


Croniamental

martes, 9 de mayo de 2017

La asquerosa y repugnante política

La política, aparte de ser difícil, es guarra, es mezquina, es vil y cruel, es indecente y, en ocasiones, por no decir siempre, es obscena, zafia, marrullera, mafiosa, y sufre, padece, de un alto grado de barriobajerismo, lo que hace de su dificultad en origen, aún más arduo y penoso su práctica. Es atroz, es salvaje, incluso llega a lo criminal, al genocidio y acabará por desembocar en tragedia. Es tremendamente hostil, tanto para quienes la profesan (algunos) como para los que la sufrimos (mayorías).

La Democracia tal como la concebimos se enfrenta a la política tal como la conocemos. Son incompatibles y saltan chispas a cada instante, chocan frontalmente cada vez que se mezclan. Hay otras prioridades en política que hacen imposible la simbiosis, chirrían cuando se asocian, su sincretismo es inviable, y su fusión es más ciencia ficción que realidad.

La política se hace más fácil de llevar cuando se hace acompañar de Demagogia. Ahí sí que se encuentra en salsa, y es por esto que hay que pensar que la política mezclada con Demagogia, les hace más fácil la gestión a los que profesan la actividad. Tan solo así serán capaces de estar ahí aquellos que se deciden por la práctica de la política.

Intentar llevar a cabo una Democracia, es del todo imposible si se hace con los métodos de la política actual, sometida esta a intereses espurios que elevan a utópico, a irrealizable, a inútil y a inverosímil, el que se pueda vivir en una Democracia a través de la política tal como la conocemos en la actualidad, en este contexto capitalista, en este ambiente hostil que produce el consumismo, en este panorama en el que la mentira, la calumnia, la difamación, el trile, la corrupción o las desigualdades, son el sufrimiento común diario.


La política es difícil en sí misma, pero se hace aún más, cuando se acompaña de la presencia de la Demagogia constante, y en ausencia de Democracia. O lo peor, que es cuando dicen que estamos en Democracia, cuando en realidad estamos bajo el yugo de la política. Sin más.

Tititokokoki

domingo, 7 de mayo de 2017

El precipicio permanente del ser humano

Según se dice, el ser humano solo reacciona cuando se ve al borde del precipicio. Se dice en relación a la capacidad del ser humano, único en destruirse s sí mismo, en dejarse caer por el abismo de la torpeza o en ir voluntariamente hacia el precipicio creado por el propio ser humano.

En una sociedad inmersa en el salvaje capitalismo, parece que todo indica su propia destrucción. En una sociedad que atenta constantemente contra su propia salud, parece que la salida no existe. Una sociedad que es capaz de destruir el entorno en el que vive, aparenta que no tiene solución ni vuelta atrás, en cuando a su pronta y próxima desaparición.

Pues parece que esa teoría se enfrenta a la que presentan ciertos entendidos en la materia. Según estos, el ser humano reaccionará cuando se vea en una situación límite, en el momento justo antes de su final. Cuando el ser humano se vea al borde del precipicio, empezará a tomar medidas correctoras para evitar la caída, empezará a repensar en sí mismo y en lo que hasta ese instante hizo, y reaccionará para rehabilitarse y continuar así la vida.

O sea, que según los entendidos en materia del comportamiento humano, lo que sucede ahora mismo en el mundo debe de ser un bache, una pequeña cuneta en la que, los presuntos pesimistas, ven un precipicio. O sea, que aún no estamos al borde de ningún precipicio, ni de nada que se le parezca, porque si así fuera, la reacción de ser humano sería directamente proporcional a la profundidad del hoyo, y este que los pesimistas agoreros del fin de mundo ven, no es tal, sino que se trata solo de un pequeño pozo, una brecha pequeña en el camino.

Pues, ¿quién lo diría, verdad?, porque la apariencia de todo esto que está en el entorno del capitalismo atroz, la destrucción del planeta, la alimentación basura o la otra basura de los medios de comunicación, entre otras maneras de destruir, o de al menos someter, no es ningún precipicio, sino que se trata de una suave pendiente por la que bajamos seguros sin riesgo  alguno para nuestra desaparición, o como mínimo, para nuestra degradación.

Pues este pesimista tiene una respuesta para los listillos de todo esto:

LOS COJONES, estamos al borde del precipicio, y a punto de caer. Al tiempo.

Tititokokoki

martes, 2 de mayo de 2017

El día del trabajo

Escuchamos y leemos más o menos lo de siempre con ocasión de esta fecha. Y yo soy de los que no me gusta oír siempre lo mismo. Más que nada, porque poco nuevo aporta a problemas que ya sabemos todos que existen desde hace mucho tiempo. Personalmente, me gustaría oír y leer más reflexiones sobre cómo se valoriza el trabajo en el cambiante mundo laboral de hoy, con la progresiva innovación tecnológica que supone todo un reto y que nadie sabe dónde va a parar. O si va a parar alguna vez.

Creo que estaremos todos de acuerdo en que el mejor derecho laboral es aquel que se puede mantener en el tiempo. Y se mantiene porque el trabajo aporta un valor al producto o servicio que desempeña del que no se puede prescindir, o al menos, que demuestra una adaptabilidad a ese cambiante mundo que le hace ser tenido en cuenta, con voz y voto porque lo vale. Tenido en cuenta por el capital, sí, su contraparte necesaria en el proceso productivo, aunque a muchos les escueza esto. Y ahí reside la verdadera fuerza del trabajo para la negociación salarial con el capitalista, y obtener una parte de la renta del producto justa y digna. Verdaderamente digna: obtenida por el propio valor que se aporta a la actividad, no por la protección paternalista del gobernante mediante decretos que igual que vienen pueden volatilizarse, o la capacidad de lucha de unos sindicatos que dependen de la "graciosidad" de ese mismo gobernante.

Ya sé. Es inevitable pensar que, por mucha buena voluntad, reformas laborales o ideas innovadoras que dediquemos al asunto, nuestro país está abocado a tener una parte de mercado laboral que no pueda valorizarse por sí misma: la hostelería. Pero aún en ese sector del que parece en ocasiones nos avergonzamos, cabe hacer cosas para valorizar las tareas del trabajador, y que me consta se están haciendo  -distribuir las temporadas turísticas durante el año; turismo rural y urbano de calidad media y alta; irrupción de startups y pymes en coordinación con propietarios; potenciar formación en gastronomía, actividades recreativas y deportivas- .  No podemos permitirnos el lujo despreciar un sector en el que tenemos una gran ventaja simplemente porque estereotipamos la figura del camarero que complementa su magro sueldo con propinas. Empecemos por reflexionar cómo ese camarero puede ser valioso para la digna actividad con la que se gana la vida, y con ello sentarse en pie de igualdad con el capitalista que la dirige y le paga. Y eso abrirá camino a muchos otros, en otros sectores.

Mickdos