domingo, 17 de junio de 2018
¡A LA PUTA CALLE!
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Estamos contemplando que si se quiere, se puede, ahora que vemos que en el fútbol el VAR produce efectos positivos sobre el juego y sobre las decisiones arbitrales. Incluso sobre las argucias de los jugadores. Estamos ante una forma de impartir justicia que no tiene parangón en la historia del fútbol. Y en mi opinión, es efectivo, positivo y necesario, aún a pesar de las limitaciones interpuestas, o impuestas, por la mano del ser humano, pues el VAR no actúa siempre, ni en todas las circunstancias, debido a eso, a las limitaciones que la mano que está por encima de todo, impone.
Pero no podemos negar que este Mundial de Fútbol se está moviendo por sendas de transparencia y de justicia. Y aquí surge la pregunta que hará por sí sola establecer comparaciones, y es que, si existiera el VAR con anterioridad, es muy posible, es muy probable, que el Real Madrid, por ejemplo, no hubiera ganado las dos últimas ediciones de la Champions. Y que nadie se lo tome a mal, pero las cosas son como son y la evidencia es la que es. Y si no, nos vamos a las hemerotecas y lo certificamos.
Errores arbitrales y artimañas de jugadores, han propiciado que, en ausencia del VAR, el Real Madrid campeonara en las dos últimas Champions. Y con anterioridad, otros también.
Pues lo mismo podría ocurrir en política. ¿Por qué no un VAR político? Y aunque estuviera retocado y limitado por la mano del ser humano, que no debería, vendría bien y se asemejaría a lo que ahora sucede con el fútbol. Es decir, justicia.
Imaginemos, por ejemplo, que el PP no hubiera gobernado. Errores sociales, más errores de la justicia, y artimañas de los políticos del PP, han hecho de todo esto su cortijo a base de mentir y de hacer promesas que después no se cumplieron. ¡Pues penalti y expulsión! Así de sencillo. Y si no, ahí están las hemerotecas para demostrar que hubo zancadilla, empujón, escupitajo e insulto. Y todo dentro del área. Grave, muy grave que no se haya visto eso y que no se hubiera arbitrado en consecuencia. Y más grave aún, es que los demás partidos políticos lo hayan tolerado y permitido, pues eso tiene la única lectura que se puede observar, y es que todos, o casi todos, prefieren ese estilo de hacer política. Les es más cómodo y rentable, para desgracia de las personas de bien y para mayor desgracia en Democracia.
Yo creo que es hora de que se empiecen a tomar las cosas en serio y en actuar de manera responsable. Ni VAP (Vídeo Arbitraje Político) ni nada por el estilo. No haría falta la tecnología, si los políticos se movieran por sendas de seriedad y responsabilidad, al igual que tampoco haría falta el VAR en el fútbol si los jugadores, los árbitros y los mandamases del fútbol actuaran con formalidad y con total responsabilidad.
Pero visto lo visto, el VAP, es necesario. Debe existir un juzgado en la recámara que decida si un político cometió falta o no. Debe haber un juez que determine si un político estafó con sus palabras a la gente del país. Debe haber un árbitro que tome la decisión de expulsar a quienes se atrevieron a torpedear las ilusiones de las personas y a entorpecer las ansias de la gente por Libertad, Derechos, Democracia y Justicia. Y sobre todo, verdad.
No obstante, no nos hagamos ilusiones, pues siempre existirá el pícaro que sepa engañar al VAR o al VAP. Parece mentira, pero aún sabiendo que existe esa herramienta para impartir justicia en el fútbol, hay jugadores que intentan engañar al VAR o que osan cometer falta aún a pesar de que sabe que va a ser visto a través del VAR. Y en la política ocurriría exactamente igual, pero es evidente que con el VAP ya no tendrían el campo tan ancho y baldío como lo tienen en la actualidad. Actualidad que se ve reflejada en que hay gente que llega a gobernar, insultando gravemente a la inteligencia de las personas y agrediendo a todos en su dignidad, profiriendo mentiras y promesas que si el VAP existiera ya no podría hacer, o la menos, si las hicieran, serían sancionados y eliminados de la política activa.
Y además el VAP tendría muchas más consecuencias favorables a la limpieza y la transparencia en política, pues aquellos que apoyarían con su voto a los mentirosos, también saldrían escaldados, y retratados, pues la evidencia les dejaría en el lugar justo que les corresponde, y eso ayudaría a que la gente se pensara bien las cosas antes de hacerlas, pues aquellos que intentaron acceder al poder con mentiras, y a aquellos otros que apoyaron con su voto el que esos gobernaran, sencillamente quedarían fuera del panorama político, y no gozarían ninguna de las dos partes, de los privilegios que les dan unos políticos que mienten y otros que quieren que los políticos mentirosos gobiernen.
Es decir, que ambas lacras que subyugan y someten a toda la población, mintiendo, quedarían fuera, o sea, ¡EN LA PUTA CALLE!
¿Os imagináis? Tarjeta roja, expulsión, penalti y gol.
¡Y nosotros en superioridad numérica frente a ellos!
¡A LA PUTA CALLE, IMBÉCILES!
Tititokokoki