viernes, 28 de abril de 2017

STATU QUO

La situación en España empieza a ser altamente preocupante. El deterioro que este país ha sufrido en los últimos años, es indescriptible. ¿Catastrófico frase? Veremos.

La situación es crítica y el final se prevé fatal. ¿Negativo en exceso? Veremos.

El Statu Quo de España es no solo pésimo, sino que va más allá. En ello colaboran los que desde siempre se empeñan en mantener a un bi-partidismo que causó, y causará, muchos daños a este país, haciendo que la situación sea cada día más nefasta para los intereses generales de la ciudadanía.
Los intereses exclusivos derivados del neoliberalismo dominante, unidos a los otros intereses de partido de aquellos que decidieron sostener este estado de cosas, están haciendo verdaderos estragos en este país.

El Statu Quo de España ya provoca que quienes están empeñados en sostener este sistema atroz y salvaje, no tengan reparo alguno en mostrarse a cara descubierta, declarando abiertamente sus intenciones y mostrándose sin pudor alguno ante los ciudadanos que aparecen atónitos ante semejante prepotencia y ante la magnitud del descaro que lucen.

Ya no existen ideologías que defender. Los que presentan intenciones claras de sostener todo esto,  lucen impunemente logotipos y mensajes ideológicos enfrentados, sin embargo, a la hora de acometer decisiones, todas van en la misma dirección ideológica, que no pretenden que se alejen del neoliberalismo imperante del cual comen ambos tres.

¿Cómo se come que un partido que representa al socialismo, pacte y apoye con uno de derechas, y además consienta que a estos últimos les apoyen  otros que surgieron de las sombras del neoliberalismo para sostener a este sistema y al partido que lo lidera?

El Statu Quo de España es de escándalo. El Statu Quo de España, es una vergüenza.
¿Es posible un Statu Quo más vil, más inhumano, más cruel, y de futuro más incierto?

Uno cree que hemos alcanzado el máximo nivel de profundidad en este inmundo pozo de miserias y de  despropósitos, pero dado el alto cariz mafioso de los que ostentan el poder, y de quienes los sustentan, no cabe albergar esperanza alguna de salir, por lo que uno considera que el futuro se presenta en color cercano a un Statu Quo en negro. 

Un Statu Quo en sucio.


Tititokokoki

miércoles, 26 de abril de 2017

El debate

En España, el debate no está centrado, tal como muchos desearíamos, en las ideas, en la política, en economía o en Derechos, Libertades, Justicia o Democracia. En España, el debate de va a cuestiones sucias, gordas, groseras o inmundas. ¿Y por qué?

Ojalá en este país el debate se centrara solo en cuestiones ideológicas. Ya de por sí amplio y variado, se tendría más que suficiente para enriquecer, para crecer o simplemente para discutir. Pero no, en España, el debate te lleva a estar centrado en cuestiones que nada tienen que ver con ideas o con diversidad.

Es una pena que en este país la cosa del debate se tenga que llevar a asuntos de poco o nulo carácter democrático, y lo peor de todo, es que de ese debate, el único que sale beneficiado, es precisamente el que provoca que se esté instalado en permanencia absoluta en la corrupción. Hablo, como no, del PP, único que sale con réditos de todo lo que ellos mismos generan y provocan.

Se muestran como víctimas y eso les da un resultado acojonante. Se presentan como los salvadores de patrias, mientras aprovechan la oportunidad para llevar la mano al cajón y llevárselo calentito. Ganan elección tras elección, y a cada paso por el poder, a cada instante que tienen de goce de poltronas, saquean mientras se arrogan en demócratas, en defensores de libertades y de derechos y salvadores de la tierra común que nos contempla.

Atónitos ante semejante aberración, los ciudadanos de este país acaban aborreciendo todo, mientras los mentirosos, los ladrones, los chorizos, aprovechan para seguir con el saqueo. Saqueo del que salen más polémicas, más preocupaciones y mayor caos, mayor confusión y mayores crispaciones, indignaciones, cabreos y malestares diversos.

¿No sería más deseable que el debate sólo fuera de ideas? Tarea tendríamos, pero sería, sin duda, más placentero, aún dentro de la enorme discrepancia que existiría.


Ojalá tuviéramos solo esa preocupación. Ojalá. Pero no será así. Jamás.

Tititokokoki

martes, 25 de abril de 2017

Imperdonable

Obvia decirlo; aquellos que hemos vivido esta tragedia, no podremos perdonar nunca.

Ni olvidar. El daño infringido, frente a la impunidad de los causantes, es una realidad que hace imposible el perdón, y hace que sea del todo inútil, el olvido.

Quizá algún día hablemos de corrupción con otro tono distinto al que ahora mismo, y desde hace tiempo, venimos hablando. Ese tono será diferente porque quizá para aquel entonces, nos demos cuenta de la enorme magnitud de problema. No así hoy día, que hablar de corrupción, es un acto cercano a algo normal, cotidiano, contemporáneo y casi inherente, ineludible e inevitable. Incluso diría que se le da el tono de necesario por sistemático y de alta frecuencia.  Más allá aún; aparece como algo que forma parte de la historia, y algunos se empeñan en intentar demostrar que es imposible vivir sin corrupción.

Pero el asunto va más lejano aún, por lo que el daño que causa, es atroz, y se eleva a epidemia, a pandemia o a catástrofe humanitaria, y es que, aquellos que protagonizan la corrupción, se cubren sus anchas espaldas acaparando al Poder Judicial y parasitando los poderes públicos y las instituciones con el único fin de verse protegidos. Por si fuera poco, usan y utilizan su predominancia para practicar injerencias en los demás poderes, judicial y mediático, incluidos en el mismo saco. Por otro lado, los chivatazos que hacen que aquellos que se ven acosados y perseguidos, se cubran y protejan sus propiedades y sus fraudulentos bienes para preservarlos de cara al futuro que, si el Poder Judicial sometido aviene, será más cercano ese futuro de lo que hasta el propio encausado sospecha.

La información privilegiada a los corruptos por parte del Poder Judicial, del Poder Político e incluso de otros, como es el periodístico, hacen estragos en la sociedad cuando alcanza a conocer tal artimaña sucia y mafiosa.

Por último, están los semovientes, aquellos vasallos encantados de favorecer a sus señores feudales para que continúen con el saqueo del que a ellos, los semovientes, lo más probable es que le caiga alguna miserable migaja.

Bueno, lo último no era lo anterior, porque no hay que dejar de mencionar a las empresas, dignas estas de ser destacadas en todo este maremágnum de corrupción, ya sea desde sus aportaciones canallas, ya sea desde sus asquerosas e indignas puertas giratorias

Perdón, lo último no era eso, porque tampoco podemos olvidar a los partidos políticos que secundan, ocultan, apoyan y tapan, a los corruptos.

¡O sea, que no quiero seguir con esta contabilidad a modo de resumen/recopilación,  porque da para enfermar y no levantarse jamás! Pero, ¿en qué país de mierda vivimos?
¿Quién es capaz de perdonar algún día?


Adenda 1: Según dicen los entendidos de todo esto, lo más gordo aún está por llegar y ser de conocimiento público. Según dicen, nos daremos cuenta de que no todo dependía de la suerte, que había algo más allá. No sé a qué se refieren, pero aseguran que todo está amañado. 

Tititokokoki

sábado, 22 de abril de 2017

Insoportable

Esto que está pasando en España es algo mucho más allá que tristeza. Va más lejos de la tristeza. Y para poder definirlo, no se me ocurre otra palabra, otro significado que, “tristeza insoportable”.

Para mucha gente de este país la situación está llegando al borde de la depresión, e incluso hay personas que ya empiezan a experimentar grados de esquizofrenia o de paranoia. 

Y lo peor para estas personas, aún está por llegar, más que nada porque aún no saben que sufren de patologías diversas derivadas del efecto que produce en ellas ciertos episodios nefastos y negros que suceden en el día a día. 

No lo saben en muchos casos, y eso traerá consecuencias catastróficas para ellos y su entorno, pero no es menor el mal que sufrirán aquellos otros que, sabiendo que lo saben, niegan todo, se esconden detrás de estimulantes o de psicotrópicos intentando así alejarse de la realidad que les molesta, o sencillamente tratan de evadirse con distracciones espurias. Los peores, aquellos que decidieron participar de la vorágine corrupta.

Tratar de ocultarse, intentar la evasión, negar lo evidente, no puede tener buen puerto a nivel personal, en lo que afecta a la psicología. Si bien es cierto que permanecer atento y tratar  de entender lo que sucede, no es bueno, pero no es mejor abstraerse al análisis de lo que sucede.

La autoestima se ve afectada, el sentimiento de culpabilidad surge cuando observas lo que sucede a tu alrededor. El deterioro humano está en marcha, la bestialidad se está haciendo con todos y el concepto de sumisión alcanza más allá de la humillación, la vejación o el bochorno.  

Sin duda que la acción más inmediata y patente, es el enfrentamiento, la división, la confusión y el caos permanente.

La gente deambula, sus miradas están perdidas, sus rostros reflejan crispación contenida y sus ademanes indican indignación desesperada, pero al mismo tiempo reprimida por el miedo infringido o inoculado. La tristeza cunde, para desgracia de las personas de bien.

¡Malditos sean!
ADENDA 1: ¿Quién habló sobre Venezuela culpando a otros y ahora se descubren fechorías e indecencias de los bocazas, precisamente en Venezuela?

ADENDA 2: ¿Se puede asumir la manipulación judicial? ¿Es tolerable, o es intolerable?

ADENDA 3: ¿Y qué hay de los chivatazos y las filtraciones? ¿Tolerable, o intolerable?

Tititokokoki

miércoles, 19 de abril de 2017

La tristeza invade España

La tristeza invade España. La incertidumbre sobre su futuro es la máxima preocupación para la ciudadanía de bien de este país. El miedo, acompañado de asco y repugnancia, está en la mente de todos los ciudadanos de bien de esta tierra masacrada por aquellos que decidieron que era suya y que acompañaron esa decisión con la acción, llevando el saqueo a extremos que rebosan toda capacidad de entendimiento y de comprensión.

Es triste, realmente triste, que en España se hable de corrupción con la misma naturalidad con que se habla del tiempo, de fútbol o de si hace sol, llueve o está nublado. Hemos alcanzado tal estado de normalidad que hablar de corrupción es algo cotidiano, habitual, llegando a normalizarlo al mismo nivel que si se habla de mascotas, de vinos o de recetas de cocina.
Es terrible haber llegado a este sitio y a estos tiempos. Es maligno y pernicioso que se tenga esa palabra en la boca todos los días, con la misma normalidad con que hablamos con cualquier vecino sobre la inmensidad del Atlántico.

No es normal lo que le sucede a este país. A poco que sigan las cosas así, sucediéndose una tras otra, la noticia de un nuevo caso de corrupción, es muy probable que mucha gente acabe enferma, con un ataque de ansiedad o una crisis nerviosa.

Está visto y demostrado que el sistema no funciona. Ni el formato de la prensa, ni el sensacionalismo de las televisiones, ni el modo en que emiten las emisoras de radio, ni la acción de los jueces, son suficientes en la lucha contra la corrupción. Más bien parece que consiguen lo contrario, y lejos de despertar en la gente ganas por acabar con todo, lo que se consigue es que la sociedad aborrezca todo y se canse de todo. 

Y ya no digamos nada sobre el papel de aquellos partidos que dicen luchar contra la corrupción, como son el PSOE y Ciudadanos que, lejos también de tomar decisiones y de ser determinantes, se alían del lado de los corruptos y de los corruptores para que gobiernen y para que, probablemente, no destapen las mierdas que también esconden los que secundan a estas tramas corruptas que asolan a este país.

De momento hablar de corrupción alcanzó normalidad. Y es triste que hayamos llegado hasta este punto, y si no lo sabemos superar, o no podemos, o no nos dejan,  es muy probable que la situación llegue a un punto de no retorno y que acabemos todos inmersos en una vorágine corrupta sin fin, engañándonos unos a otros, hasta que, bien sea la enfermedad mental que padecemos, bien sea la acumulación de crispación ante tanta barbaridad compartida, la cosa acabe en suicidios y en suicidios y en asesinatos. O sea, la locura colectiva anunciada, y perseguida con encono y absurdo afán.


¡Malditos sean!

lunes, 17 de abril de 2017

Neoliberalismo atroz

Neoliberalismo atroz, ergo, fascismo salvaje.

No se puede ser más necio que aquellos y aquellas que representan a un sistema basado principalmente en las desigualdades y que parte, tiene su origen, en la mentira como herramienta para ganar el poder y como arma para acaparar más poder. Incluso diría que es de torpes llevar las cosas a extremos tan burdos y obscenos.

La prueba de que es un sistema que derrocha ruindad y mezquindad, es que le salen enemigos, rivales lógicos, por todas partes, en especial por los extremos. De un lado, la izquierda que, dada la lejanía que tiene, les parece extremista y radical a los que practican ese neoliberalismo rayano en lo fascista. Del otro, la extrema derecha que, aun a pesar de su cercanía, representa otro extremo que les combate y se les enfrenta ante la enorme fragilidad que presentan los neoliberales, a los que les salen grietas por todos lados.

Lo tenían fácil, diría que aún lo tienen, pero no saben, ni quieren. ¿Qué trabajo les costaría hacer las cosas bien? Pues no. Tercos como mulas, fanáticos como nadie, estúpidos hasta la médula, porfían en sus pensamientos extremos y recios y llevan las cosas a un estado en el que, por lógica y por sentido común, les tienen que salir enemigos por todos lados.

Y en esa situación está actualmente la Unión Europea que, de la mano de la teutona Merkel, ejercen un sistema que acabará por fragmentar aquello que en un principio iba para ser el referente mundial, y que parecía que iba a implantar un nuevo orden. Pues no, se equivocaron al plantear tanta desigualdad, tanta prepotencia, tanta soberbia y tanta criminalidad.

Cuando tenían en sus manos la posibilidad de crear algo en crecimiento continuo en Democracia, en Derechos, en Libertades, en Justicia y en igualdad, tan solo se les ocurrió crearse un cortijo, un feudo, y eso les llevó a lo que ahora mismo existe en la Unión, que no es otra cosa que las ganas que tienen muchos de marcharse y de abandonar semejante barco a la deriva, sin rumbo ni razón. Sin sustancia ni enjundia.

Europa, esa mierda pinchada en un palo que sostienen los que en un futuro no lejano tendrán que explicar muchas cosas. Merkel, Rajoy, Hollande,………¡Pandilla de necios obtusos!

Pues que se jodan. Ellos y ellas solitos/as se lo buscaron.

Tititokokoki

viernes, 14 de abril de 2017

Fascismo Siglo XXI


 Y creo que  podemos ir olvidándonos de llamarle a esto que nos sucede neoliberalismo atroz, y pasar a llamarle directamente Fascismo de Siglo XXI. Ya está, creo que así es más adecuado.

Va a una velocidad impresionante. Lo más curiosos de todo, es que la sociedad en general le acompaña, solo que esta va por un camino diferente. El camino de la mediocridad absoluta, de la estupidez al más alto nivel.

No se dan cuenta del engaño, participan de él con los ojos vendados por voluntad propia. Debido a la fuerza con que se manifiesta el poder, la gente prefiere esconder la cabeza cual avestruz y mirar para otro lado con el fin de no enfrentarse a la realidad que le aplasta.
Creen que así el aplastamiento será menor. Lejos de la realidad, la losa que tienen encima les está hundiendo cada día más. Pero lo que importa es que hay fiesta, jolgorio, risas, cosas para las risas y condones. Y en ocasiones, sin ellos, a pelo.

La realidad que proponen desde el Fascismo del Siglo XXI, el moderno Fascismo disfrazado detrás de la Democracia, aprovechando las ventajas que esta da para hacer mejor sus fechorías, es más cruda de lo que la gente se cree, es más cruel de lo que son capaces de entender y nos llevará a lugares y a tiempos que no conocíamos.

Nada tendremos para comparar con el resto de datos que la historia nos dejó. Esto que está pasando ahora en el mundo en general, y en España en particular, es más que atroz, es peor que salvaje y va más allá de lo que creemos. Algunos lo comprobarán. Seguramente aquellos que ahora viven la fiesta irresponsablemente.

Sí, es cierto, la vida son dos días y hay vivirla, pero a poco que las cosas sigan sucediendo tal como lo hacen, y tal como anuncian que lo harán, esos dos días pueden ser la peor pesadilla jamás vivida por un ser humano. Ellos los sabrán. Ellos lo conocerán en sus propias carnes.


Tititokokoki

martes, 11 de abril de 2017

Le decía una vez a un amigo

“Antes de criticar a otros por sus errores, fíjate bien antes en los tuyos. Puede que tus errores sean el origen de los errores  de los demás”

Ciertamente el error es humano, pero no es menos cierto que muchas personas, en especial las que ostentan el poder, se aprovechan de esa naturaleza para justificar sus fechorías. 

En esta faceta, los neoliberales son únicos. Cínicos como nadie, hipócritas sin parangón, se aprovechan y sacan suculentos beneficios del concepto del error, de la mentira, de farándula o de la falsedad. Lo llevan a extremos que no conocíamos. Un ejemplo es el asunto de la financiación, en la que descargan todo en los tesoreros o personas de segundo nivel, eludiendo ellos, los de arriba, cualquier responsabilidad en el hecho de la financiación. 
Nunca saben nada, no conocían a nadie, antes trataron de no dejar huellas y rastros y escabullen el bulto de tal manera que da escalofrío cuando se les oye.

Su mayor y más eficaz arma está en hacer promesas, sobre todo en campaña electoral. Ahí lo bordan, y el  adorno final, la guinda, la ponen cuando argumentan a la hora de producirse el incumplimiento.
Saben vender los defectos de los demás y a la vez lo combinan con la justificación que hacen de los suyos, los cuales en ocasiones son los mismos, o peores, a los de sus rivales, pero ellos saben darle la vuelta de tal manera que son capaces de convencer a algunos, casi convencer a otros, introducir la duda en muchos más y en crispar a los vencidos, por lo que el error en el contrario, está garantizado, salvo en aquellos casos en los que el rival tiene la suficiente templanza y serenidad para no caer en sus trampas.

Eso, las trampas también son herramientas de las que saben sacar jugosos beneficios. 

Trileros como nadie, saben conjugar a la perfección el juego de la trampa con el efecto que surte en los demás, llevando los argumentos a una serie de grandilocuencias en cascada que producen divisiones y enfrentamientos, generando dudas y creando disfunciones a causa de la confusión que crean.


Y finalmente, decir que en ello están apaleando carros de arena, y de cal, según convenga, los medios de comunicación.


Adenda: ¿Qué sucederá si se descubre que no hubo razones para que EEUU bombardeara Siria? ¿Qué debería sucederles a aquellos líderes políticos que dijeron que la decisión de bombardear fue proporcional, entre ellos Rajoy? ¿Debería dimitir inmediatamente?

Tititokokoki

domingo, 9 de abril de 2017

Ni épica ni epopeya. Sólo tragedia.

Lo de España, es tragedia, es comedia, tragicomedia incluso. Lo de este país roza la previsible hecatombe como único remedio a catastrófica andadura.

En este país, al igual que en el resto del planeta, nunca podremos hablar de epopeyas, de heroicidades, de gestas o hazañas, de proezas o de aventuras. Podremos hablar, eso sí, de odiseas, de catástrofes o de desgracias, de infortunios, desdichas y fatalidades.

El siniestro, la adversidad, el patetismo serán señas de identidad que identificarán a una sociedad alejada de lucha, de reivindicación o de protesta justificada y justa.

Nada nos identificará que tenga relación con hechos históricos que podamos narrar a nuestros descendientes. No podremos, ni podrán, escribir epopeyas españolas. Nadie podrá narrar versos que digan que hemos sido héroes o que hemos tenido líderes o adalides de justicia, de libertad, de derechos, de igualdad o de Democracia.

La epopeya española no existirá, la épica tampoco. Siempre llegamos tarde, nunca acabamos lo que empezamos, y en ocasiones ni emprendemos el camino hacia las conquistas o los logros usurpados a golpe de decreto o por imposición, y asunción, del miedo.

Para escribir una epopeya, tiene que haber valientes para que otros valientes escriban epopeyas, tiene que haber insignes e ídolos que lideren, que sean paladines defensores de lo justo y lo equitativo. Tiene que haber defensores, sostenedores y campeones dispuestos a representar a los que después escriban epopeyas y épicas.

Pero me temo que tan solo se podrán escribir tragedias, catástrofes y desastres.
Tan solo se escribirá una vez, y esta será instantes antes de la hecatombe.
Y ya nadie lo podrá leer, porque ya nadie habrá.


¡Malditos sean!

Tititokokoki

viernes, 7 de abril de 2017

La deuda

La deuda, esa infame patraña. Esa indecencia.

La deuda de los Estados es una enorme farsa, es un timo de dimensiones colosales. Es el juego de tile más grande jamás conocido.

España acumula una deuda que ya supera su PIB. Situada en más de 1 billón cien mil millones, y pico, cumple con los pronósticos y con las expectativas de quienes buscan este estado de cosas. Los especuladores financieros, los otros Estados interesados en que la situación sea esta, e incluso alcanza los deseos de quienes gobiernan a este país. Ni que decir  tiene, los casos de Grecia, Italia, Portugal, que son los países más machacados por esa especulación político/financiera.

Las deudas son interesantes para mantener y sostener al régimen imperante, el neoliberalismo. Cuanta más deuda y cuanto más impagable sea, mejor. De hecho, las deudas de los Estados no paran de crecer, y seguirán así, por los siglos de los siglos. Nuestra  deuda no la pagará ninguna generación venidera, salvo hecatombe o que a alguien se le ocurra parar esta barbarie y comience por no pagar ni un euro más, revelándose así contra este sistema que basa buena parte de sus subsistencia en esta manera zafia y ruin de especular.

Es por esto que se puede deducir que el verdadero poder no está en los Estados y en sus cabezas visibles, los gobernantes. El auténtico poder está en las élites financieras que tienen a los Estados, y a sus gobernantes, atados de pies y manos y sujetos por sus pudendas partes. No tienen huevos suficientes como para afrontarlos.

Los gobernantes, a nivel privado, son parte del problema, ya que son partícipes, en muchos casos, de esta especulación atroz y salvaje. En definitiva, podemos deducir y concluir que los gobernantes, aparte de sucios y chabacanos, obscenos e indecentes, son peleles y muñecos de trapo al servicio de quienes quieren que las cosas estén basada en deudas y más deudas que continuarán siendo deudas porque esas élites prestarán dinero a los Estados para que, presuntamente, sufraguen su deuda, pero que en realidad solo están generando más deudas, ya que deben devolver el principal más unos intereses desorbitados, lo que hace que la deuda mayor que antes de la prestación del dinero.

Y hay quien dice que subir los impuestos a las grandes fortunas rebajaría su poder su de especulación. Pero nada más lejos de la realidad, porque las grandes fortunas son quienes mandan y ordenan sobre las clases políticas, lo que hace pensar en dos alternativas ya contempladas al inicio de este escrito: o la hecatombe, o alguien capaz de parar todo esto negándose a pagar o negociando la parte legítima de la deuda y conduciendo al país al saneamiento sin necesidad de que la mayor carga se sustente en recortes que minan a las clases trabajadoras y a la sociedad en general, mientras favorecen de manera indecente y cruel a las más pudientes, mientras la deuda no para de crecer.,
que es justo lo que los poderosos quieren y las clases políticas le consienten.
Las dudas sobre la deuda, creo que están disipadas.

Tititokokoki

miércoles, 5 de abril de 2017

Errores -Los graves errores del comunismo. Y del neoliberalismo.-


No sé cómo decirlo sin que los verdaderos comunistas me tachen de ignorante, y tampoco sé cómo decirlo sin que los verdaderos comunistas no se sientan ofendidos, pero lo que yo pienso es que el comunismo cometió muchos errores y estos fueron la vía de entrada del neoliberalismo, o dicho de otra manera, del capitalismo. 

También quiero hacer mención a los neoliberales y a los capitalistas o pro-capitalistas/capitalismo, porque su manera de destrozar a los países comunistas, a las sociedades comunistas no fue precisamente limpia. Ahí, los servicios de inteligencia y los de espías al servicio del capitalismo/neoliberalismo, jugaron muy sucio. 

Su método principal fue crear la suficiente cizaña en las sociedades comunistas para hacerles creer en las bondades del sistema capitalista, llegando a hacerles promesas y a lanzarles grandilocuencias, con el fin de desestabilizar al régimen comunista a base de crear divisiones internas y enfrentamientos sociales de diversa índole y ámbito. Tan solo necesitaron nombrar a un líder que supiera conducir esa ponzoña dentro de aquellos países. 

Y la verdad, muchos de ellos sucumbieron, sin que a día de hoy se les notara un avance y un progreso en la medida de lo que les prometieron quienes decidieron derrocar al comunismo a base de infiltrase dentro para acabar rompiendo sus cimientos., mas allá de un consumismo atroz y salvaje, el cual no les reportará muchos beneficios a aquellas sociedades trajinadas en favor del neoliberalismo/capitalismo. 

Los regímenes comunistas dejaron muchas fisuras fáciles de penetrar por quienes decidieron conquistar el mundo para sus fines. Y los regímenes neoliberales, supieron aprovechar las debilidades que presentaban los comunistas para penetrar dentro de ellos e ir deshaciendolos en pedacitos para a continuación proponer a aquellas sociedades empobrecidas la introducción en el sistema consumista que es el neoliberalismo y el capitalismo. 

Es por esto que pienso que lo regímenes comunistas no se pararon a pensar en las consecuencias que podrían traer sus férreos sistemas de gobernar. Y a poco que se hubieran parado a pensar en cómo y de qué manera se podría mejorar el comunismo, llevándolo hacia un sistema que contemplara otro régimen que no fuera tan totalitario, a lo mejor a día de hoy el neoliberalismo y el capitalismo no hubieran sido capaces de derrotar al comunismo, o al menos les costaría más trabajo llevarlo a cabo. 

Porque, a poco que nos fijemos en ambos regímenes, tienen rasgos e incluso parentescos, ya que ambos se rigen por el totalitarismo, lo que sucede es que uno es muy férreo y opaco, mientras que el otro, el neoliberalismo, es más abierto y transparente. Pero ambos se definen por características similares. Por su parte el comunismo practica la censura. 

El otro también, solo que este lo hace con técnicas más subliminales, mientras que el comunismo lo hace a cara descubierta y por imposición. El neoliberalismo usa los medios de comunicación para transmitir sus ideales, pero a diferencia del comunismo, lo compagina con métodos de alta tecnología y de técnicas de manipulación más discretas y más eficaces. 

Y aún dentro de la mala praxis política que presentan ambas, el neoliberalismo se lleva la mejor parte porque actúa de manera que sus efectos se notan a muy largo plazo, mientras que el comunismo se muestra en el día a día, a la luz. 

Pues a día de hoy, y cada día más, el neoliberalismo está alcanzando cotas de deterioro parecidos a los que cosechó el comunismo, y es por esto que tan solo cabe pensar en una posibilidad: la de que la única manera de regir gobiernos o de implantar métodos de convivencia dentro de la Democracia, será la social-democracia, la cual presenta muchas de las virtudes de un régimen plausible. 

El mismo que hubieran conseguido el comunismo o el neoliberalismo, si no hubieran sido tan atroces y tan torpes a la hora de gestionar sus ideales, y se hubieran parado un poco a tratar de perseguir más igualdad, mejor reparto de la riqueza y más respeto por los derechos humanos. 

Concluyendo, que si la social-democracia, o el régimen que sea, es capaz de gestionar bien esas características, es muy probable que ese régimen sea incorruptible y difícilmente derrocable, más que nada, porque será el pueblo el que decida, y este estará bien seguro y cómodo y no dejará que nadie destruya los logros que consiguieron, porque no habrá nada que sea mejorable. 
Digo yo, vaya. 

Tititokokoki