jueves, 28 de febrero de 2019

Machado en el corazón



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22 de febrero de 1939: Antonio Machado, con 64 años, muere en Coillure, a donde llegó con su madre huyendo del fascismo.

80 años después la derecha trifálica tiene el cinismo de decir que le admira, sin pedir perdón por hacer que muriera como un perro, lejos de su patria, quien a nadie hizo daño: “soy, en el buen sentido de la palabra, bueno”.

Claro que es legítimo elogiar como escritor a personas de otra ideología: el primer Cela, por más derechosos que fueran sus pensamientos y actitudes, es un escritor valioso. Sería cerril despreciar la literatura realizada desde “la otra trinchera”. Pero el insulto a la razón llega cuando un Casado, un Rivera o un Abascal, títeres de Aznar, del IBEX-35 o del mismísimo Franco, se permiten hablar de él como de una persona a la que estiman y con cuyos mensajes se sienten identificados.

La obra de Machado va mucho más allá de las hermosas poesías de Campos de Castilla que todos leímos en el colegio “A un olmo seco”. Incluso esa, escrita para Leonor, tiene un potente grito de esperanza final “mi corazón espera/ también hacia la luz y hacia la vida/ otro milagro de la primavera”.

La obra de Machado va mucho más allá. Es una denuncia, y no un recurso meramente estético, su Españolito que vienes al mundo:

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.

Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

Lo usan torticeramente los políticos siervos de los especuladores disfrazados de “empresarios y banqueros” que depredan España, quejándose del “guerracivilismo”. Nos tachan de revisionistas a los que pensamos que el Sistema capitalista en España, además de compartir el neoliberalismo mundial, sigue corrompido por el franquismo. Las cien familias que auparon y medraron con Franco han aumentado su fortuna en todos estos años: Botín, March, los herederos del duque de Alba…

A Machado le heló el corazón la España negra, mientras su hermano Manuel, aterrorizado tras ser encarcelado en Burgos, se sometió al Régimen, lo que éste uso para afirmar, en algún libro de texto de la dictadura, que Manuel Machado era tan buen poeta como su hermano “rojo”, y además, dramaturgo. Este es un ejemplo de las mentiras con las que nos hacían comulgar: nadie conoce al hermano sumiso, mientras Antonio Machado sigue brillando.

De Machado aprendí de memoria los primeros versos de La tierra de Alvargonzález para el proyecto frustrado de montar unas coplas de ciego por las tierras de Soria:

Siendo mozo Alvargonzález,
dueño de mediana hacienda,
que en otras tierras se dice
bienestar y aquí, opulencia,…

En la España de la generación del 98, que alguien comiera caliente a diario y no temblara de frío en invierno eso era Opulencia, no el derecho de todos. Qué decepcionante ver  que aún sigue en vigor esa desigualdad, con la pobreza energética. Sólo hace un siglo España era mayoritariamente rural, con caciques, guardias civiles y curas encargados de que el aparcero no saliera de la pobreza ni el jornalero de su miseria. Había casuchos de suelo de boñiga y los niños morían por desnutrición.
“Me duele España”, decía Unamuno al contemplar una España en manos de terratenientes, militares y obispos., y compararla con una Europa industrializada, culta y democrática.

Supongo que todos hemos oído y cantado el disco de Serrat “Dedicado a Antonio Machado, poeta”. Aunque ya ha llovido desde ese 1969, a cada uno le habrán movido alguno de esos poemas.
El último poeta que quiero compartir es el LIII de Proverbios y cantares:
Tras el vivir y el soñar,
está lo que más importa:
despertar. 

Yo veo aquí la influencia de la cultura oriental, budista, que a Machado sedujo e influyó. También es mi forma de enlazar con mi anterior entrada “Cambiar uno para que el  mundo cambie”, haciendo mención a la toma de Consciencia individual desde donde podemos ser mucho más lúcidos en nuestra tarea.

P.D. para Fuegos Fatuos: no soy un experto en Machado, y no pretendo dármelas de entendido haciendo un copipega de la amplísima crítica literaria que su obra ha suscitado a lo largo de un siglo. He querido compartir, con los compañeros y compañeras del Blog Coral, lo que pienso en este 80 aniversario de su tristísima muerte y lo que me hicieron sentir sus versos a lo largo de distintas décadas, descubriendo distintos significados al avanzar en la madurez.

De la vida de Machado conozco retazos, los tópicos. Mucho más sabe Ian Gibson, que acaba de presentar un libro donde explora “Los últimos caminos de Antonio Machado”


Para mí, la pertenencia de Machado a la Institución Libre de Enseñanza es un elemento clave. 
La ILE sólo quería modernizar España, que la educación no fuera patrimonio de la Iglesia y no se basara en el enciclopedismo memorístico. Los promotores de la ILE amaban al Niño… y a la Niña (fueron los primeros coeducadores): deseaban que creciera sano, curioso, estimulado, crítico y creativo. Contra ellos, la Iglesia y los poderes económicos deseaban una infancia obediente, temerosa de Dios y sumisa a los dogmas conservadores y clasistas.

Por ese “delito”, los reformadores de la ILE fueron odiados por obispos y banqueros. 
Tantos maestros fueron fusilados durante la guerra civil, y profesores universitarios tuvieron que optar por el exilio antes que se les encarcelara y expulsara de sus cátedras. España fue arrasada culturalmente por los sables y sotanas, durante 40 años. El Instituto Escuela, fundado en 1918 en los principios de la ILE (educación activa e integral, coeducación y laicidad) se convirtió en el IES Ramiro de Maeztu, para formar a las élites franquistas que no optaban por los colegios católicos como El Pilar.

Lo malo es que hoy, en el 2019, está vigente e incluso enardecido ese espíritu inquisitorial: 13TV, Libertad Digital, Tele Madrid, “KO diario, la SinRazón o el Inmundo”,  lanzan sus soflamas descalificando a la Institución Libre de Enseñanza como si hubieran sido sólo “progres”, “buenistas” o casi perroflautas. Los principios pedagógicos que Machado y sus compañeros quisieron para España son los que han hecho a Finlandia el mejor sistema educativo del mundo, con niños inteligentes y felices.

Lo peor: que ese mensaje ultraconservador es el que repite la derecha trifálica y es el que inspiró la LOMCE, aún en vigor. El que dirige las Consejerías de educación de las comunidades gobernadas por el PP, volcadas en favorecer a los colegios privados concertados en manos de la iglesia católica, incluso los que son del Opus y de los Legionarios de Cristo, secta fundada por un pederasta reconocido.

De aquellos huyó el grandísimo Antonio Machado, a cuyo corazón y obra hago este personal homenaje. Frente a éstos hay que plantarles cara, para que España deje de ser un país de charanga y pandereta.

Gracias por vuestra atención.

Sentido Común


domingo, 24 de febrero de 2019

FIRMADO Y CONFORME


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Creo recordar que en este blog llevamos hablando de posibles, por necesarios, cambios en este mundo en el que vivimos, y particularmente en este país que tenemos por tierra común.
Hemos hablado también de cambios a nivel personal e individual como paso previo, necesario e imprescindible, para que el resto de cosas a cambiar sea realidad y se plasme en un futuro lleno de cambios y de mejoras.

Se ve que hay ansia, que hay urgencia de cambios. Es un clamor, y considero que si no hay más voces que reclamen esos cambios, es porque no tienen, o no quieren, manifestarse de alguna manera.
De tantas maneras que hay para dejar negro sobre blanco el deseo de cambiar este mundo globalizado en la grosería y la zafiedad. Yo creo que ya hay mucha más gente de la que pensamos que reivindican cambios y que reclaman mejoras a través de cambios.

¿Y cómo se puede observar que ese clamor es popular y diría que casi mayoritario? Pues no hace falta ser un Tezanos de la vida para conocer de primera mano los motivos y las motivaciones de cambio que están en el ambiente. Tan solo se trata de hablar con la gente de tu alrededor, para saber que hay un poso de deseo de que todo, o gran parte, cambie. Yo estoy seguro de que si se hiciera una encuesta rigurosa sobre la opinión de las personas de este país, sobre el estado actual de cosas, el resultado dejaría bien claro que las personas de este país, en una gran mayoría, quieren cambios, quieren que esto varíe de rumbo, quieren que el previsible destino cruel que nos aguarda, cambie de signo y de horizonte.

Pero no variará mucho la cosa. Creo que mucha gente volverá a apostar ingenuamente por los mismos de siempre, porque albergan esperanzas de que, de esta vez sí, será ese cambio, o al menos comenzaremos el camino hacia ese cambio deseado. Y no hay mayor error que ese, pues se volverá a repetir escenario y se volverán a repetir elencos de artistas y de protagonistas que nos llevarán de nuevo al mismo teatro en el que hemos tragado con infamias y con impresentables obras dramáticas, obscenas y de muy mal gusto para el espectador.

Volveremos a ser el país del camarero por antonomasia,  explotado hasta la médula mientras el patrón se ventila sus ganancias en otras terrazas de la competencia y a la vez de camaradería en la mafia hostelera. Volveremos a ser el país de la Ley Mordaza y la Reforma Laboral retocada para que sea más Reforma Laboral que de satisfacción a los esclavistas y a los malos repartidores de riqueza. Volveremos a ser el país de la mentira por bandera, del trile gubernamental y de la Casa Real encantada. Volveremos a ser el país de las maravillas para unos pocos y del infierno y la precariedad para la mayoría. Volveremos a ser el país de la discriminación educativa, de la televisión basura y de la otra basura que es la alimentación que, añadida a la también inmundicia judicial, nos llevarán a repetir escenas ya conocidas y asumidas como modo de vida única. Volveremos a ser el país de los políticos trileros, de las mafias organizadas para delinquir desde las Instituciones. Volveremos a ser el país del cortijo de unos que se hicieron con él tiempo atrás y que nos demostrarán de nuevo que son los putos amos. Y sin rechistar, porque según ellos, estamos, seguimos estando en un país democrático a más no poder, que estamos en un estado de derecho y que la justicia es igual para todos. Regresarán las desigualdades generalizadas y la miseria para muchos para dejarnos perplejos cuando veamos el calendario y comprobemos que estamos en pleno siglo XXI y retrasando las agujas para llevarnos a tiempos que creíamos haber superado.

Sí, volveremos a ser los mismos de siempre, creyendo que necesitamos un cambio, pero esperando a ver si estos que vienen, de nuevo nos llevan al cambio. No en vano, lo dicen con total claridad y con mucha vehemencia, en los mítines con los que nos machacarán todos estos días que quedan hasta que los ciudadanos de este país comprobemos que no hay cambios, pues volveremos a repetir lo mismo que llevamos haciendo en los últimos cuarenta años, es decir, que practicaremos algo, un poquito, de Democracia, en cuanto nos pongan las urnas delante para seguir dándonos la sensación de que vivimos en Democracia y que esta es la maravilla más grande del planeta.

Y ahí, ese día, firmaremos conformes a pie de papeleta para que todo siga igual, pero esperando a ver si estos nos traen ese cambio que tanto necesitamos y en el que tanto creemos. Ese día volveremos a darles visado y consentimiento a los que jamás, nunca traerán cambios que merezcan albergar esperanzas de que de verdad empezamos a cambiar.
Lo dicho: CONFORME Y FIRMADO.

Tititokokoki

domingo, 17 de febrero de 2019

Cambiar yo para que cambie el mundo



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El titular es una frase que usó alguna ONG para recaudar dinero, y también suena a manual de autoayuda.

Lo planteo como una hipótesis de trabajo para comprender por qué no logramos cambiar un mundo que está hecho una mierda: "Porque toda persona tiene un precio".

El ejemplo más mediático: Pablo Iglesias Turrión, al que elevamos hasta casi vicepresidente de un gobierno de izquierdas, porque hablaba contra la Casta política al servicio del poder financiero, pero que ha resultado un papá amoroso de sus dos vástagos prematuros, cómodamente instalado en su chalet protegido por la Guardia Civil a la que tanto denostaba.

Pero no quiero engañarme y señalar con el dedo a otros, siguiendo la consigna del "Y tú más" que tanto ha servido a la Derecha para distraer a sus votontos.

El ejemplo más cercano lo tengo en el espejo: siempre he pretendido "dejar el mundo mejor de como lo encontré", frase de Baden-Powell, fundador de los scouts, donde viví el valor de la amistad, de la Naturaleza y de la responsabilidad personal y colectiva. Imagino que algunos tienen en mente la definición de Scout como: "niños vestidos de tontos, siguiendo a tontos vestidos de niños". Y ahí reside una de las claves de que no consigamos cambiar las cosas: los prejuicios, que nos llevan a aferrarnos a las diferencias antes que comprometernos con la finalidad de lograr la Justicia. Esos prejuicios casi siempre han minado a las Izquierdas, antes y durante la Guerra Civil, y todavía hoy no hemos aprendido esa lección.

Mi contradicción, una de mis  varias faltas de coherencia, pero quizás la mayor: después de trabajar 30 años en la educación pública, ando como loco buscando un instituto privado para mis hijos, porque me preocupa el acoso y porque busco un sistema educativo que no se base en la memoria y en los exámenes. 

Cuando uno se mira con honestidad en el espejo, ve que no sólo es el luchador dispuesto a cambiar el mundo. Michael Ende, en La historia interminable, nos habla de un espejo donde uno se ve tal como es, desnudo por fuera y por dentro. Y sucede que todo ser humano es FRÁGIL. 
Nuestra salud se debilita a partir de los cuarenta-cincuenta; se nos puede ir la pinza en el juego de la seducción, sea por sexo o por poder; la envidia nos corroe, aunque a cada uno por distintos motivos y en diferente medida, leve o enfermiza.

También es cierto que todos somos HÉROES en potencia. Nos lo muestran las noticias de vez en cuando, leemos a Mario Benedetti recondándonos los opositores a las dictaduras de América Latina, y muchos hemos tenido el privilegio de relacionarnos con personas admirables que han dado la car por todos, aunque se la hayan partido en los calabozos de la D.G.S. de la Puerta del Sol.

Entonces, entre el héroe que se sacrifica y el villano que se vende, ¿con qué nos quedamos? 
Yo propongo que sepamos reconocernos "con el culo al aire", en ese equilibrio dinámico entre el bien y el mal, la Justicia frente al "Lado oscuro". En fin, asumir el yin y el yang dentro de cada uno, como propone el taoísmo.

Retorno al título “Cambiar yo para cambiar el mundo” para exponer una corriente filosófica, el Solipsismo, que descubrí la semana pasada, lo reconozco, en Wikipedia: “doctrina filosófica que defiende que el sujeto pensante no puede afirmar ninguna existencia salvo la suya propia”. 
Lo planteo en el sentido más cotidiano, en el punto de vista de Quino:



Sostengo la tesis de que el sistema no cambia en profundidad porque la mayoría de las personas estamos aferradas a las supuestas verdades que sostienen este Sistema tan injusto. Cada persona nos afirmamos por lo que “somos”: por nuestra profesión, por nuestras posesiones, por criterios culturales o convicciones religiosas o políticas.

Pero opino que eso es el EGO, la capa superficial del ser humano, con la que nos identificamos porque creemos que, sin esos rasgos definitorios, “no somos nadie”. Durante siglos, la respuesta a nuestras dudas existenciales las daba Dios. Pero Dios ha muerto, según Nietzsche. 
No hay un Dios antropomorfo, y ni siquiera una Conciencia Universal que dirija el Universo. La Naturaleza es el producto de las leyes que la rigen.

Sólo hay una toma de Consciencia individual, patrimonio de cada ser humano que se atreva a verse sin nada, sólo un punto de lucidez, con una vida limitada por el tiempo y por nuestra capacidad de actuación. ¿Es demoledor ser un puntito efímero en el Cosmos ilimitado?
Mi conclusión es que NO: la vida de cada ser humano tiene su propia dignidad. 
De distinta forma, todo ser vivo la posee, y  basta el ejemplo de las abejas para entender su valor. Pues la vida de toda persona tiene la característica de que pensamos, y somos conscientes de ser únicos e irrepetibles. 

A la mayoría ello les hace empeñarse en medrar en su escala de poder, a depredar en el consumismo por miedo a quedarse atrás en la carrera hacia…ser el más rico (o famoso) del cementerio.

Yo apuesto por la Consciencia que cada uno puede descubrir, una vez cubiertas las necesidades básicas de alimentación y cobijo, con cierto grado de salud y educación intelectual y social.  Esa Consciencia, que desvanece al ego de cada uno, hace que percibamos el mundo que nos rodea de una manera muy distinta: más allá de la lucha de clases, hay 7.000 millones de seres humanos que se afanan en lo que ven cerca. Muchos, en lograr comida cada día o en huir de la guerra. Pero otros muchos se empeñan en ·tener más”, como si esa carrera sin fin por estar más cómodo o más seguro les llevara a la felicidad, cuando es una espiral de trabajos y afanes que les consume. Creo que esa “mayoría silenciosa/temerosa/ambiciosa” es la que sostiene el capitalismo.

Creo que los lobos esteparios (Herman Hesse) somos quienes podemos romper ese círculo vicioso acelerado. Reconociéndonos “desnudos”, sin miedos y sin ambiciones, podemos actuar con honradez y eficacia en el mundo, aportando LUCIDEZ en el aspecto que pretendamos cambiar hacia una Humanidad más justa y más digna. Hace falta que una mayoría abra los ojos a saber que no tenemos nada que perder ni que temer, para esforzarnos en modificar las relaciones de desigualdad.
Espero que haya merecido la pena el tiempo de vuestra atención.


Sentido Comun

martes, 12 de febrero de 2019

HABLANDO DE TODO UN POCO. CAMBIAR TODO UN POCO



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En este mundo globalizado en la malignidad y la mentira, hay muchas personas deseosas de que esto cambie por algo mejor. Unos lo manifiestan abiertamente, dan ideas, proponen opciones y alternativas. Se alimentan de otras cosas que sucedieron en el pasado, e intentan traer al presente sistemas o métodos que en la historia sucedieron. Otros surgen con innovadoras ideas que nos hacen ver a los demás que otro mundo mejor, o al menos distinto, es posible. Otros, sencillamente callan, pero en su interior no están conformes con todo esto. Les trae mal sabor de boca, pero no encuentran alternativa. Y esto produce en unos una sensación de sumisión, en otros un sentimiento de impotencia, y en la mayoría, quizá, una percepción de que esto es imposible de cambiar, que viene siendo una mezcla entre impotencia, sumisión, obediencia debida o sencillamente conformidad y apariencia de que esto es lo que hay y debemos seguir así.

Desde el anarquismo hasta el comunismo, o desde los libertarios a los antisistema, todos aportan algo, pero ninguno encuentra la solución final. Se dice de todo, se comenta de todo, se debate sobre todo, pero nadie hasta ahora ha conseguido fijar algo en el horizonte e ir a por ello con solvencia y con determinación. El sistema actual es tan poderoso que no deja resquicio alguno para cualquier iniciativa encaminada a cambiar el mundo, o al menos una parte de él.

Y al final, puede ser que no sea ni una cosa ni la otra, sino que la solución surja de un amalgama de todo. Y ahí sí que podría estar parte de una solución a los problemas de este planeta. Problemas, que al igual que el propio sistema, se han globalizado, y eso hace que ya no sea un problema de unos países concretos, sino que es un problema de todos. Así que, lo más probable, es que el resultado final sea una mezcla de muchas alternativas las que le den solución, o al menos que cambien esto, a los problemas que tenemos a día de hoy en el mundo. Y que no son problemas locales o localizados, sino que es un problema de una gran mayoría, pues este sistema es evidente que está dando claras muestras de ser, además de injusto y desleal, un fracaso a causa de sus propios problemas.

Y para medir las posibilidades, veamos algunos aspectos que podríamos elegir entre un sistema y otro, con el fin de encontrar alguna puerta por donde salir de este atolladero.

1º-Establecer sistemas que eviten en lo posible, el que los políticos accedan al poder con mentiras. Penalizar esta práctica y obligar a que se diga qué programa tienen y de qué alternativas a ese programa disponen en caso de no poder llevar a cabo el primero.

2º-Que los políticos tengan obligaciones, varias, entre ellas las de cumplir con lo pactado en campaña electoral y la de servir al pueblo, actuando de manera vocacional y de única actividad, tanto pública como privada.

3º-Penalizar las puertas giratorias.

4º-Obligación de preservar el Estado de Bienestar, y si para ello es preciso incrementar la carga impositiva, pues que sea, con tal de ayudar a conservar un derecho inalienable.

5º-Impuesto de manera equitativa y justa, pagando también los que más tienen y repartiendo la carga impositiva de manera escalonada. Fomentar la cultura de la aportación por el bien común.

6º-Obligación de cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales, en este caso la Constitución. Eliminar leyes anticuadas y sustituirlas por otras de mayor alcance actual.

7º-Reformar la Constitución. Adaptarla a los tiempos y a las necesidades.

8º-Eliminar las Diputaciones y el Senado. Los Reyes son unos ciudadanos más y deben desprenderse de sus títulos y prebendas.

9º-Crear empresas del Estado por cada una de los sectores de actividad empresarial para evitar el monopolio y reducir en lo posible la especulación y el abuso.

10º-Educación gratuita hasta la Universidad y fomentar la formación continuada de los trabajadores, también de manera gratuita.

11º-Campañas especiales y específicas para ir de manera paulatina hacia la preservación de la naturaleza, estableciendo un sistema de obtención de energía de manera sostenible y limpia.

12º-Control sobre los medios de comunicación, preservando la libertad de prensa, pero penalizando la censura o la desinformación. Eliminar, por decreto si fuera necesario, la programación basura o aquella que no aporte valores y cultura. La publicidad también tendrá una fiscalización especial, con el fin de eliminar la engañosa.

13º-Control exhaustivo sobre la calidad de la alimentación. Prohibir la alimentación basura, o al menos, fomentar la cultura de una alimentación sana, haciendo campañas concretas y específicas contra aquella manera industrial de propagar la alimentación sucia.

14º-Prohibir los paraísos fiscales, SICAV`S, etc,  y fomentar la inversión interna con incentivos y ayudas. Fomentar también la cultura de inversión en el país. Facilitar el camino a emprendedores y eliminar el sistema actual de autónomos.

15º-Eliminar la pobreza, el hambre y deshacer las desigualdades de todo tipo. Planes concretos para ayudar a las personas a encontrar empleo y a formarse en él.

16º-Hacer que las Leyes sean de obligado cumplimiento. Leyes de carácter literal. Lo que dice la Ley, es Ley, sin más interpretaciones ni más condicionamientos particulares y/o privados.
Para empezar, no estaría mal. Ahora toca aportar más. O deshacer lo aportado por algo mejor.



Tititokokoki

miércoles, 6 de febrero de 2019

EL GRAN CAMBIO. EL ÚNICO CAMBIO



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Es evidente que este modo de vivir, de no dejar vivir y de hacer la vida imposible a los demás, tiene un final fijo, certero e ineludible. Es imparable la velocidad que llevamos y es incorregible el destino al que nos encaminamos. El cambio se va a producir. Sí, o sí.

Pero este cambio será trágico, y será, además de trágico, soez. Acarreará muchas víctimas. Unas inocentes, otras no tanto, otras ni una cosa ni la otra, es decir, que serán victimas de sus propias torpezas, de sus errores y de sus escasas miras. Por ignorancia, por inacción, por falta de postura definida, esas víctimas tendrán su final merecido.

Pero también quedarán en pie muchos cómplices de todo esto que merece ese cambio y que se encamina inexorablemente hacia él, el cambio que está ya anunciado y fijado, aunque no tengan fecha definida. De hecho, ese cambio se puede producir de un momento a otro, o puede ser que tarde en llegar décadas, incluso cincuentenas o siglos. Pero llegará.

Particularmente, me gustaría poder verlo. Aunque ello supusiera ser una víctima más, que lo sería, me gustaría contemplar la llegada de ese cambio, y si me diera tiempo, ver los resultados de ese cambio. Después, que me lleven. Iré orgulloso, iré encantado de haberlo conocido y me iré sonriendo por ver que todo lo que se predijo, tuvo su final y alcanzó su meta.

Porque, ¿qué otra cosa puede ocurrir en este planeta maltratado, qué otra cosa le puede suceder a una humanidad codiciosa, avariciosa y ambiciosa sin límite ni freno? En mi opinión, en mi creencia absoluta, yo creo que así no se puede continuar por mucho más tiempo.  O bien es la naturaleza en sí la que acaba con todo, reclamando su espacio y exigiendo respeto, o bien es el propio ser humano que, cargado de sinrazones, acabará consigo mismo, bien sea a base de suicidios y asesinatos, bien sea porque a alguien, también ser humano, pero con mucho más poder que cualquier otro ser humano, se le dé por levantar el teléfono rojo y después de cruzar unas palabras y unos insultos, apretar el botón del mismo color y enviar a la mitad del planeta a tomar por el culo fuera de la atmósfera terrestre, en pedacitos sueltos por el espacio.

Por lo tanto, considero que puede haber soluciones menos traumáticas y trágicas, y esas soluciones pasan tan solo por cambiar de forma de pensar en cuanto a voracidad consumista, en cuanto a codicia y avaricia, o en cuanto a estupidez y mediocridad tan absolutas. En cuanto a un capitalismo salvaje, criminal, soez y obsceno. 

Y aun así y todo, el final no dejará de ser trágico y patético, pues siempre estarán ahí los que lucharán por sostener y por mantener este estado de cosas basadas en el fallo y el error continuos, persistentes y tercos en el error, y por darle visos de permanencia, por darse a sí mismos un plazo para poder seguir sosteniendo a un sistema que tanto y tan bien les da de comer a costa de la vida de muchas personas inocentes. Y la rueda volverá a girar en el mismo sentido, llegando los suicidios y los asesinatos, o llegando a que, los que quieren mantener todo esto, actúen a la desesperada y hagan la llamada telefónica desde el teléfono rojo y a continuación aprieten el botón del mismo color. 

¿Y sabéis qué pasará entonces? Que habrá dos bandos que hagan lo mismo al mismo tiempo. ¿Os fijáis? No hay solución………………….
¿O es que el cambio ya se está produciendo, solo que está siendo muy lento, casi invisible, aún a pesar de las víctimas que se está llevando por delante?

Tititokokoki