jueves, 19 de julio de 2018

LAS AMISTADES PELIGROSAS


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La vida es muy sencilla, lo que sucede es que somos los seres humanos quienes la hacemos complicada. 
A veces incluso adrede y a mala fe. Conscientes.
Envidias, celos, inquina, rencores, venganza o sencillamente el desprecio o el ninguneo, hacen que las cosas se compliquen y se nos vuelvan raras y turbias. En ocasiones la ignorancia también cuenta, sobre todo cuando se presenta con esa valentía y esa irresponsable osadía, con la que suele hacer acto de presencia y efecto. En otras la excesiva violencia con que nos mostramos, ya sea esta de tipo físico o verbal, también es una actitud reprobable en el ser humano. La agresividad, la provocación o simplemente esa agria actitud que en ocasiones mostramos con tanta vehemencia, son también muy dañinas para nosotros mismos y para los que nos rodean.

¿Por qué no sabremos ser más sinceros, más abiertos y más francos? Sin acritud, sin asperezas que hagan que existan situaciones incómodas o de mal gusto.
¿Qué nos pasa a las personas para que seamos tan ácidas en ocasiones? ¿Qué tomamos? ¿Qué nos dan o qué deglutimos de manera voluntaria para que seamos tan avinagrados en ocasiones?
Estamos en permanente indignación, en continua crispación y mostramos rabia, cólera, inquina o ira con demasiada facilidad y con una naturalidad pasmosa. Ya tenemos por modo de vida actitudes irritantes e irritables. Ya las damos por modo de ser, en forma de rutina.

Pero, ¿quién se atreve, en estos tiempos que corren, a mostrarse amoroso, cariñoso, amable o abierto? Mostrar esas actitudes te puede hacer demasiado vulnerable para aquellos que están deseando encontrar en ti algún resquicio por el que penetrar y hacerte daño, anularte o simplemente situarse en posición de dominio sobre ti. Y lo peor viene después, pues hay gente que suele aprovechar la oportunidad para hacer leña del árbol caído, y se ensaña hasta la humillación, o al menos hasta que vea en ti una total y absoluta rendición, e incluso sumisión.

¿Se puede compaginar un mundo en el que la hipocresía es norma, en el que el cinismo es forma de ser y de actuar, en el que la mentira está a la orden del día y a cada instante, con el amor, los sentimientos puros o muestras de cariño hacia aquellos y aquellas que solo ven la vida desde un modo de ser falso, escondido detrás de las también falsas sonrisas o de detalles en apariencia amables, pero que en realidad esconden intenciones muy alejadas de esa apariencia que pretende mostrar? ¿De verdad se puede? ¿Cómo se hace? Tan solo conozco una manera de hacerlo, y es mostrarte tal como se muestra el otro, o la otra, y esperar a ver quién de los dos es el primero en asestar el golpe definitivo, porque supo aprovechar la oportunidad para soltar el mandoble y dejarlo caer sobre tu cabeza o sobre tus sentimientos. 
Y así, ¿quién cojones es capaz de vivir en paz y quién hostia es capaz de llevar una vida plácida y sin sobresaltos? ¿Quién?

Hay que estar en permanente alerta, hay que vigilar las espaldas y tener bien protegido el torso, porque si no lo haces así, y no te procuras esa coraza, es muy probable que acabes por tener que soportar fracaso tras fracaso y palo tras palo, decepción y desengaño. Y eso hará mella en ti y te acabará por hundir definitivamente, o conseguirá que pases a formar parte de los callos y las durezas con que se mostraron ante ti los demás, y que te han hecho a ti esa dureza y esa rudeza que no querías y te negabas a asumir que tuviera que ser así.

¿Dónde está el amor, dónde el cariño, dónde la amabilidad y la cordialidad? Parece que todo eso fue desapareciendo, o que está en vías de desaparecer, para dejar lugar definitivamente a la grosería, a la brusquedad, a la zafiedad, la obscenidad, e incluso a la estulticia más atroz. Ya es tan normal que ser duros y rudos, el ser bestias y alimañas, ya es naturaleza en la vida de muchas personas. Muchas personas que, probablemente, sigan contagiando y continúen adosando a más adeptos a esa cruda realidad, con lo que cada vez es más difícil encontrarte con personas “normales”, ya que, lo que hasta ahora era normal, es en estos instantes bicho raro o especie en vías de extinción. Es más, es una especie que forma parte de los objetivos de quienes quieren que desaparezca. Y les es tan fácil atizarle, les resulta tan natural el aguijonear al que se presenta con esa debilidad, que asusta el pensar en el nivel de depredación tan brutal que alcanzó el ser humano de un tiempo a esta parte.

Se busca amistades no peligrosas, urgentemente. Se gratificará. Razón, aquí.
El mejor amigo del ser humano. Siempre. Sin duda.
Sentido de la lealtad, de la solidaridad, del amor. Espíritu de equipo, de manada.
Carecen del sentido de la hipocresía, no mienten y siempre están a tu lado. No son cínicos ni te traicionan jamás. Siempre son tuyos y están ahí para ti, sin pedirte nada a cambio, más que tu cariño, tu compañía y tu protección. Es mucho lo que tenemos que aprender de ellos.

Aprendamos y seamos un poco más perros, y dejemos de ser tan bestias.

Tititokokoki