sábado, 21 de julio de 2018

CARENCIAS Y EXCESOS. LA PÓCIMA MILAGROSA QUE ALIMENTA AL SISTEMA


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Han sabido crear en el ser humano una serie de carencias, y otra cadena de excesos, que nos han llevado a un estado de dependencia que no sabemos ni conocemos aún las consecuencias que nos traerá. Carencias de tipo afectivo, excesos de carácter emocional, carencias de tipo físico, y excesos que inoculan en vena y en el cerebro para que, en ocasiones nos sintamos mal, y que a continuación busquemos la forma de encontrarnos bien, acudiendo como siempre, a atiborrarnos de nuevo de aquellos excesos que ponen a nuestra disposición, para volver a sentirnos de nuevo carentes de algo, con ansias por conseguir de nuevo llenarnos de algo. Es un continuo trasiego de sustancias y de subliminales métodos que consiguen que la gente necesitemos de todo y que a la vez nos sobre de todo.

Es el capitalismo moderno, es el neoliberalismo actual, es el sistema que conduce, que distrae y que manipula hasta la saciedad, saltando la sorpresa hasta para ellos mismos, pues lo que consiguen es mucho más de lo que pretendían, y además de eso sorprende aún más la facilidad con la que lo consiguieron. En ocasiones ni siquiera tienen que hacer uso del Plan B por si el Plan A les falla.

Ni eso. La primera intención les reportó un resultado y se produjo este con tanta facilidad, que hasta ellos mismos se quedan perplejos ante tanto campo ancho y tanto horizonte despejado. Incluso tienen que retrasar otros medidas que estaban previstas, como continuación a la primera, en un perfecto engranaje que tenían proyectado, porque los resultados obtenidos son suficientes como para alargar en el tiempo el primer proyecto, pues tienen por delante muchos más beneficios sin hacer nada y sin desgastar al sistema, o sin desperdiciar recursos que les podrían suponer un coste añadido e imprevisto. Ahorran y rentabilizan hasta límites de aberración, incluso para ellos mismos.
El sistema actual, la globalización de todo, hasta de la estupidez y la mediocridad, les está dando un resultado bestial, incalculable en cuanto a beneficios para ellos. Lo tienen todo atado y bien atado, y las garantías de progresión y de avance las tienen garantizadas por los siglos de los siglos. No hay más que ver lo que sucede a diario.

Incluso saben dividir, enfrentar y aislar a aquellos que dicen pretender cambiar todo esto por algo mejor. Y para aquellos que no caen en la trampa del enfrentamiento y la división, tienen preparado el otro plan, que consiste en infligirles la duda. Dudas sobre si participar activamente del sistema, jugando con sus propias fichas, o dudas sobre si no será mejor tirar hacia adelante y meterse de lleno en el sistema, abandonando así todo sentimiento sobre escrúpulos, o dejando de lado ciertos prejuicios o ciertos reparos a la hora de analizar la situación. Y eso ya lo han conseguido en muchas personas, las cuales han visto que participar activamente, e incluso meterse de lleno, les es más rentable, y más cómodo, que enfrentarse al actual sistema. O al menos eso creen.

Pero no solo es eso lo que han conseguido. En la mayor parte de los casos, no solo consiguieron enfrentar, dividir o aislar, sino que lo que lograron, porque así lo planificaron, fue el que una gran parte de la sociedad haya abandonado, haya puesto un venda en los ojos y otra en la nariz, y hayan decidido vivir al margen de todo, aunque vivan dependiendo de todo, pero sin mirar, sin hablar, y sin tocar. O sea, que son todos aquellos que han recurrido a la rendición, al abandono ante tanto poderío y a ir a su bola sin importarle lo que ocurra alrededor, aún cuando eso que suceda, en ocasiones les afecte, ya sea de manera directa, o indirecta. Es lo que se conoce por individualismo, es el fiel reflejo de una forma de egoísmo que si bien se diferencia del otro egoísmo, como es el de participar activamente del sistema, o ser sistema en sí mismos, también es cierto que el daño que producen es el mismo. Incluso peor. Por dos razones. La primera, es que no se dan cuenta del daño que hacen.

 La segunda es que son conscientes de que hacen daño, pero no les importa porque han decidido que no les tiene que importar. Y ambas tienen el mismo retorno. Es decir, que todo lo que salga de esa actitud pasiva, regresa multiplicado por mil, pues el favor que le hacen al sistema es mucho mayor que el de aquel que participa abiertamente del mismo. Con este último, el sistema ya cuenta, pero con el primero, también, y eso que ignoran los primeros, es el principal soporte del actual sistema.
Unos que piden unidad, mientras entienden que la unidad es solo la que ellos proclaman.

Mientras, otros entienden unidad, por hacer lo que ellos dicen que hay que hacer, desde posturas antagónicas a los primeros. Y mientras tanto, ellos se nutren de esa desunión, haciendo del sistema su modo de vida y alimentándolo con más dosis de división y enfrentamiento con los de enfrente. O sea, que mientras hay división y aletargamiento en unas filas, las otras se refuerzan y se unen más que nunca, gracias al enfrentamiento que sufren los contrarios. Porque en las filas de enfrente, hay un líder que dice que los líderes no deben existir, cuando argumenta que los liderazgos no son buenos. Y sin embargo, no se da cuenta de que esa persona está intentando liderar un idea o un proyecto, en el que no existan líderes. ¿No es esa una contradicción en sí misma?

Uno cree que la única forma de eliminar al enemigo, es usar sus propias armas. Solo así se conseguirá derrotar al contrario, usando su propia fuerza, su propia inercia para intentar derribarlo.
Sí, ya sé, el sistema es muy poderoso, y de la misma forma que implanta algo, es capaz de cambiarlo a su antojo en cuanto las cosas no vayan por donde querían que fueran. Ahora mismo se debate a nivel mundial la manera de eliminar o de recortar, las influencias de los llamados “populismos”, principalmente los de izquierdas o de carácter social demócrata. Pues es ahí donde se encuentra la solución, pues en el momento y hora en que decidan, o intenten hacerlo, eliminar los “populismos”, es cuando la sociedad en general, sobre todo aquella que desea y ansía un mundo distinto, vea que se les intenta cohibir, que se les intenta censurar, y que se pretende aniquilar toda opción o alternativa al actual sistema. Y es ahí cuando estará la oportunidad.

Mirad ahora si de verdad no tenemos muchas carencias, y mirad también el exceso de oportunidades que tenemos. Se trata simplemente de cambiar lo que ellos pretenden e imponen, para aprovecharlo a nuestro favor. Acción, reacción, repercusión. Y resultados.


Tititokokoki