Hoy, 15 de Febrero de 2017 va a ser una fecha que recordaremos durante el resto de nuestras vidas.
Y lo tendremos presente a la hora de valorar los efectos del tratado de libre comercio con Canadá, conocido por las siglas C.E.T.A., ratificado por la Unión Europea, con los votos de los conservadores, algunos socialistas y los partidos liberales de la Unión. De la composición de la Cámara Europea, el tratado ha sido ratificado por 408 votos a favor, 254 en contra del tratado y 33 abstenciones.
¿Será verdad todo lo malo que se dice sobre este tratado, o por el contrario tendrá algo de verdad lo que dicen quienes lo defienden?
Hay un dato curioso, y es que no solo los ciudadanos europeos están en contra del tratado, si no que también se produce este fenómeno en una facción importante de ciudadanos canadienses, lo que hace pensar más en serio en la conveniencia de este tratado para Europa, e incluso para Canadá, aunque las razones de aquellos sean diferentes a las de los ciudadanos europeos.
Lo cierto es que pinta mal, muy mal, ya que, al parecer, serán las empresas las que legislen en cada territorio de cada miembro de la Unión, o dicho de otra manera, podrán oponerse e incluso demandar, a los legisladores de cada país miembro en los que estén presentes.
Se crearán una especie de Tribunales de Mediación para intermediar entre empresas y Gobiernos, lo que hará muy difícil legislar algo que afecte a las empresas, ya que estas parece ser que aterrizarán con unos potentes gabinetes de abogados expertos en la materia y voraces a la hora de negociar y con enormes motivaciones para imponer lo que las empresas que le pagan decidan.
El tratado con Canadá es el gemelo de lo que también se intenta cerrar con Estados Unidos, denominado este con otras siglas, el TTIP, y ambos se negociaron en secreto, lo que vulnera todos los derechos de los ciudadanos de esta Unión Europea y hace pensar en que será el denominador por el cual se le identificará a futuro, sobre todo cuando se conozcan sus, en apariencia, graves consecuencias.
Básicamente, estos tratados se engloban dentro de un neoliberalismo globalizado, lo que hace que todo se ponga a favor de pensar en que no serán recomendables para los intereses de los ciudadanos ya que, como bien sabemos, esta ideología atenta directamente contra los derechos y trata de imponer sus normas a través de leyes represoras, incluso regresivas, y que fomentan las desigualdades, tal como se lleva demostrando a lo largo de los últimos años, en especial en Europa, y en particular en España.
En fin, que parece que no todo está andado, porque aún queda ratificarlo por los Parlamentos de cada país, y ahí habrá que ver qué sucede en España.
Pero viendo lo que han hecho en Bruselas, es muy probable que en España se unan el PP, el PSOE y Ciudadanos y le den para adelante en esta país a ese tratado. Puede ser que eso de al traste con los planes de ambos tres de cara a unas hipotéticas próximas urnas. Si así es, veremos a ver qué sucede si hay un cambio de Gobierno en las próximas fechas en España.
Tititokokoki