En
un país como España no valen las cosas sencillas, naturales, la
literalidad del texto.
No, en España tendemos a complicar las cosas
más allá de lo que merecen o se precisa. Preferimos estar en el lío
antes de hacer que la vida sea más sencilla y más práctica.
El
asunto de las diversas interpretaciones a que da lugar la
Constitución actual me parece que, como ya decía antes, obedece más
a unas aviesas intenciones por distorsionar y por aburrir, que por lo
que pretenden parecer quienes la interpretan a su libre albedrío y
con claras intenciones.
Veamos algunos ejemplos que indican con
claridad las ganas de joder que tienen algunos.
Artículo
1
1.
España
se constituye en un Estado social y democrático de Derecho,
que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la
libertad, la justicia, la igualdad
y el pluralismo político.
2.
La
soberanía nacional reside en el pueblo español, del
que emanan los poderes del Estado.
Artículo
6
Los
partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la
formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento
fundamental para la participación política. Su creación y el
ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la
Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento
deberán ser democráticos.
Artículo
9
1.Los
ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución
y al resto del ordenamiento jurídico.
2.Corresponde
a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad
y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean
reales y efectivas;
remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y
facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida
política, económica, cultural y social.
3.La
Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía
normativa, la publicidad de las normas,
la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables
o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la
responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes
públicos.
Hay
más, muchos más artículos y subsiguientes que merecen atención y
análisis.
Por
poner algunos ejemplos sobre lo escaso y corto que se quedan los
textos y la ambigüedad que muestran algunas frases de la
Constitución española a la hora de hacerla coincidir con la
actualidad y las necesidades contemporáneas.
Yo les exigiría y les
impetraría a la clase política, judicial, social e incluso a los
partidos políticos, que se mostraran un poco más abiertos a la
reforma inmediata de la Constitución para acercarla más a las
necesidades actuales y a la idiosincrasia contemporánea.
O
sea, que entre incumplimientos, errores, defectos de interpretación,
ambigüedad y poca coherencia con los tiempos que corren, considero
que la reforma de arriba abajo de la Constitución, es más que
necesaria y urgente. Es perturbador que esté en el estado actual de
deterioro que está.
Y
un buen comienzo sería la consulta popular. Si empezamos por ahí,
la nueva Constitución tendría visos de alcanzar éxito y de ser lo
que tiene que ser: DEMOCRÁTICA. Con muchos Padres. Y Madres.
Tititokokoki