Será como siempre, y
como siempre aplicaremos el principal menú con que hasta ahora nos
hemos alimentado: AJO, AGUA Y RESINA. Creo que ya lo sabéis, pero
por recordar que no sea: A JODERSE, AGUANTARSE Y RESIGNARSE.
Descubriremos, por
ejemplo, cómo se financiaron determinadas cosas de carácter
institucional, también de determinados partidos políticos.
Descubriremos que la ilusión de muchos españoles fue un juego sucio
para muchos. Descubriremos que muchas personas en este país se
enriquecieron de manera totalmente ilegal, además de grosera y
violenta. También descubriremos que aquellos que se enriquecieron a
costa de los españoles y de manera soez, incluso criminal, nos dan
la espalda y se llevarán sus sucias e ilícitas riquezas fuera del
país.
Por supuesto que
descubriremos que tendremos que pagar deudas que ni siquiera
sospechábamos, deudas que nos endiñaron sin haber tenido el más
mínimo conocimiento durante todos estos años.
Y qué duda cabe sobre la
complicidad que existió durante todo este tiempo, en toda esta
suerte de sorpresas desagradables y de mal gusto, por parte de
determinadas formaciones políticas, empresariales y/o jurídicas.
La mentira permanente y
sus complicados vericuetos serán noticias difíciles de digerir,
sobre todo cuando descubramos que no solo existieron las que ya
conocemos, sino que aparecerán otras mentiras que ahora mismo ni
sospechamos. Es decir, que la cosa va a ser de un escándalo tan
monstruoso y de tal esperpento, que a algunos les entrarán unas
enormes ganas de hacer algo más que seguir llevando una vida en
apariencia feliz y en un modo de vivir supuestamente tranquilo.
La comprensión sobre la
dimensión de la catástrofe que estamos viviendo no está al alcance
de casi nadie, menos aún del que escribe. Es por esto que pienso,
auguro y vaticino, que las consecuencias de ciertos descubrimientos
no va a ser del agrado de casi nadie. Eso sí que lo sé, o al menos
lo intuyo.
En estos momentos en
España se están ocultando muchas cosas que forman parte del
entramado engañoso y fraudulento en el que estamos inmersos hasta
las cejas. Tratan de taparlo todo porque saben que cuando todo se
descubra no sucederá nada más allá de cierto grado de indignación
ante la nefasta sorpresa que traerán las malas noticias. ¿Por qué
creemos que magnifican ciertas noticias y que se inventan otras más,
si no es para tapar y esconder, para desviar y para distraer? Es el
caldo en el que nos vienen dadas más de siete tazas al día. Y
tragamos. Y mientras deglutimos, ellos siguen pergeñando para
sostener todo este estado de cosas con la mentira de fondo sin que
apenas se perciba su presencia.
Y todo esto en el plano
político y empresarial de este país, pero aún nos queda otro
aspecto a tener en cuenta, pues los medios de comunicación (mucho,
no todos, pero sí muchos), han contribuido a difundir la mentira y a
hacerla presente en nuestras vidas todo los días, a cada instante,
en cada momento en que fuera necesaria la colaboración de esos
medios.
¡Ay el día en el que
España entera se entere de lo que pasó durante tantos años!
¡Y ay el día en que
España entera se entere de que, lo que pasó, tuvo unas
consecuencias que serán irreversibles, casi de por vida!
Preparad para ese día
mucho AJO, mucha AGUA, y mucha RESINA.
¡Ah, y no nos olvidemos
de un buen carro para llevarlas!
Lo que ya no sé, es si
vamos a tener mucha paciencia, o si se nos habrá agotado por el
camino.
Eso no lo sé.
Tititokokoki