“Bis vincit qui se vincit in victoria”- Plubius.
“Conquista dos veces quien a la hora de la conquista, se conquista a sí mismo”. Plubius
Hay que retirarlos, hay
que apartarlos. Hay que dejarlos fuera.
Esto no puede continuar
así. El mal que se está haciendo es monstruoso, el daño
irreparable, y las consecuencias son imprevisibles en su malignidad.
De seguir con estos temas candentes día tras día, será imposible
evitar la catástrofe. La hecatombe puede que sea nuestro único
destino, nuestro fatal final y nuestra fatídica desaparición.
Triste que tenga que ser así. Habrá que hacer algo más que estar
de brazos cruzados y de ver pasar el tiempo sin hacer absolutamente
nada.
Entre el adoctrinamiento
a través de los medios de comunicación, el avance en las nuevas
tecnologías que no hacen más que atontar y aborregar a las
personas, distrayéndolas y aislándolas de la realidad más
palmaria, y el cansancio de muchos, más al aburrimiento de otros, lo
cierto es que las cosas de la humanidad van por mal camino. Hay que
recuperar valores perdidos a causa de la farsa insoportable que
proponen quienes quieren que se le deje hacer y acuden a técnicas de
manipulación en la que caemos todos irremediablemente.
Hay que recordar que
somos personas, que no somos máquinas ni objetos. Eso para empezar.
Pues si comenzamos por recuperar esa sensación, entonces ya
tendremos algo de terreno ganado. Porque si iniciamos el camino de la
recuperación del ser humando en este concepto tan básico, es muy
probable que el resto venga después por sí solo como añadido
natural. Más que nada porque un ser humano con sus valores añadidos
que le son inherentes, no puede consentir, bajo ningún concepto, ser
manipulado y dirigido de esta manera tan soez, tan inhumana,
precisamente. Un ser humano que se precie de serlo tiene que ser más
exigente a la hora de sentirse valorado y a la hora de hacer respetar
su dignidad.
La mentira como arma
política, la corrupción como modo de gobernar, el adoctrinamiento
que solo conduce a crear robots sin alma ni espíritu, la excusas
zafias de los poderosos para defender que lo que hacen está bien
hecho, cuando solo tienen matanzas, guerras, víctimas inocentes y
desigualdades atroces en sus sucias mentes y en su currículum, o el
consentimiento de muchos con la clase dominante que hace prevalecer
valores inhumanos frente a la humanidad, no pueden, ni deben ser
consentidos ni tolerados si nos apreciamos como personas, como seres
vivos con derechos inalienables, pero defenestrados y usurpados por
quienes pretenden seguir siendo sinvergüenzas y gobernando siendo
sinvergüenzas.
Es preciso ir recuperando
valores humanos. Solo así será posible una transformación de la
humanidad, y como consecuencia, su salvación. La ciudadanía tienen
que erigirse en defensores de sus valores y en protectores de su
dignidad, debe recuperar su soberanía, perdida esta a golpe de
decretos y de salvoconductos que supieron crear los que ostentan el
poder para protegerse de eso, de la soberanía popular y de su
derecho a decidir.
Hagamos de todo esto algo
más digno, busquemos con ahínco y con determinación, todo aquello
que hemos ido perdiendo a lo largo de muchos años de asedio de los
poderosos que solo quisieron acumular riquezas sin tener en cuenta a
las personas. Es preciso, es urgente, que se comience a recuperar
todo, y si bien el tiempo perdido no será posible en su
recuperación, al menos recordemos que somos personas, que somos
seres humanos, y que merecemos mejor trato, respeto y consideración,
y que no queremos este estilo de vida tan zafio, grosero, soez y
cruel con que nos hacen vivir todos los días.
"Dum inter homines sumus, colamus humanitaten"- Séneca.
"Mientras estemos entre los humanos, déjennos ser humanos"-Séneca.
Hagamos de motu propio
que los sinvergüenzas sean personas non gratas.