viernes, 25 de mayo de 2018

DIME CON QUIÉN ANDAS, Y TE DIRÉ QUIÉN ERES, ERGO, DIME A QUIÉN VOTAS, Y TE DIRÉ QUÉ ERES.


No tengo constancia de haber hecho un escrito con mayor indignación con el que hago este. 

Y siento mucho tener que hacerlo, pero es lo mínimo con que me puedo expresar y es lo mínimo y lo más suave que puedo hacer. De hecho, estoy seguro de que cuando acabe de escribir, seguiré teniendo la sensación de que no traduje con exactitud lo que quiero decir. No tengo palabras para describir esto, no encuentro los calificativos precisos en la RAE para definir todo esto que está pasando en España.

Porque, decidme, ¿qué es aquel que anda con corruptos? ¿Qué es aquel que vota a los corruptos?
¿Qué es aquel que apoya de manera incondicional a los corruptos?

Hay muchas acepciones y definiciones en el diccionario para definir a los que sostienen todo esto, ya sea con su voto, ya sea de manera activa colaborando o participando en este entramado, pero no me satisface ninguno, pues para darle la calificación y clasificación correcta y precisa, aún no existen los calificativos y la clasificación que pueda definir con claridad diáfana a quienes mantienen este estado de cosas en vigor.

Podemos hablar de antidemócratas, podemos darle el calificativo de sucios, de rastreros, de ignorantes o de estultos y de estúpidos. Podemos decir de ellos y de ellas que, como mínimo, son cómplices y alcahuetes de todo esto. Podemos tildarlos de traidores, de semovientes o decirles que están haciendo un daño atroz e irreparable a este país. Tacharlos de hipócritas no es suficiente, aunque sea acertado. Pasa lo mismo con el cinismo. Son cínicos, falaces, falsos y caraduras.

También se puede decir que son personas que viven bien a costa de este modo de vida basado en la corrupción sistemática y que es por eso que apoyan y defienden al partido del Gobierno. Y no son pocos, aunque se podría llegar a decir que, quizá, no son todos los que están, ni están todos los que son, pues es muy probable que también estén instalados en otros partidos y repartidos en otras formaciones políticas. Pero eso aún está por descubrir, y aunque se pueda intuir que son de la misma cuerda que los que están en el poder ahora, lo cierto es que estos que ahora gobiernan tienen encima de sus mesas un sentencia que así lo confirma. A los otros los iremos descubriendo a medida que el tiempo vaya pasando. Y me temo lo peor.

Visto lo visto, para mí todo está ahora más claro que antes, y probablemente, para desgracia de este país, puede ser que mañana aún lo tengamos más claro, pues entra dentro de toda lógica y razón, que la mayoría de los que votaron a este partido, lo sigan haciendo en el futuro. Lo cual confirma todos los temores y todas las sospechas, pasando estas a certezas, es decir, que quienes votan a este partido, sean corruptos y prefieran la corrupción como modo de vivir y de hacer las cosas.

Y por supuesto que, de la misma manera que son corruptos a causa de su complicidad manifiesta, también son mentirosos, falsos, farsantes, falaces, embusteros, fuleros, tramposos, troleros, boleros, mendaces, calumniadores, cuentistas, chanchulleros, araneros, enredadores, falsarios, fraudulentos, ladrones, saqueadores, impostores, liosos, liantes, patrañeros, charlatanes, bocazas, ladrones, pillos, piratas, bribones, granujas, tunantes, golfos, sinvergüenzas, rufianes, truhanes, bellacos, canallas, guripas, perillanes,...............y entre todos ellos, es posible que alguno lo tenga todo esto y más, pero aunque solo sea una de las acepciones, ya me vale para confirmar lo que son, porque votan lo que votan y andan con quien andan.

Pues nada, que no me voy satisfecho todavía. No encuentro la definición exacta y precisa.

Y dime, ¿con quién andas?, ¿qué votas?
Háztelo mirar, por favor, háztelo mirar.

Tititokokoki