No tengo constancia de
haber hecho un escrito con mayor indignación con el que hago este.
Y
siento mucho tener que hacerlo, pero es lo mínimo con que me puedo
expresar y es lo mínimo y lo más suave que puedo hacer. De hecho,
estoy seguro de que cuando acabe de escribir, seguiré teniendo la
sensación de que no traduje con exactitud lo que quiero decir. No
tengo palabras para describir esto, no encuentro los calificativos
precisos en la RAE para definir todo esto que está pasando en
España.
Porque, decidme, ¿qué
es aquel que anda con corruptos? ¿Qué es aquel que vota a los
corruptos?
¿Qué es aquel que apoya
de manera incondicional a los corruptos?
Hay muchas acepciones y
definiciones en el diccionario para definir a los que sostienen todo
esto, ya sea con su voto, ya sea de manera activa colaborando o
participando en este entramado, pero no me satisface ninguno, pues
para darle la calificación y clasificación correcta y precisa, aún
no existen los calificativos y la clasificación que pueda definir
con claridad diáfana a quienes mantienen este estado de cosas en
vigor.
Podemos hablar de
antidemócratas, podemos darle el calificativo de sucios, de
rastreros, de ignorantes o de estultos y de estúpidos. Podemos decir
de ellos y de ellas que, como mínimo, son cómplices y alcahuetes de
todo esto. Podemos tildarlos de traidores, de semovientes o decirles
que están haciendo un daño atroz e irreparable a este país.
Tacharlos de hipócritas no es suficiente, aunque sea acertado. Pasa
lo mismo con el cinismo. Son cínicos, falaces, falsos y caraduras.
También se puede decir
que son personas que viven bien a costa de este modo de vida basado
en la corrupción sistemática y que es por eso que apoyan y
defienden al partido del Gobierno. Y no son pocos, aunque se podría
llegar a decir que, quizá, no son todos los que están, ni están
todos los que son, pues es muy probable que también estén
instalados en otros partidos y repartidos en otras formaciones
políticas. Pero eso aún está por descubrir, y aunque se pueda
intuir que son de la misma cuerda que los que están en el poder
ahora, lo cierto es que estos que ahora gobiernan tienen encima de
sus mesas un sentencia que así lo confirma. A los otros los iremos
descubriendo a medida que el tiempo vaya pasando. Y me temo lo peor.
Visto lo visto, para mí
todo está ahora más claro que antes, y probablemente, para
desgracia de este país, puede ser que mañana aún lo tengamos más
claro, pues entra dentro de toda lógica y razón, que la mayoría de
los que votaron a este partido, lo sigan haciendo en el futuro. Lo
cual confirma todos los temores y todas las sospechas, pasando estas
a certezas, es decir, que quienes votan a este partido, sean
corruptos y prefieran la corrupción como modo de vivir y de hacer
las cosas.
Y por supuesto que, de la
misma manera que son corruptos a causa de su complicidad manifiesta,
también son mentirosos, falsos, farsantes, falaces, embusteros,
fuleros, tramposos, troleros, boleros, mendaces, calumniadores,
cuentistas, chanchulleros, araneros, enredadores, falsarios,
fraudulentos, ladrones, saqueadores, impostores, liosos, liantes,
patrañeros, charlatanes, bocazas, ladrones, pillos, piratas,
bribones, granujas, tunantes, golfos, sinvergüenzas, rufianes,
truhanes, bellacos, canallas, guripas, perillanes,...............y
entre todos ellos, es posible que alguno lo tenga todo esto y más,
pero aunque solo sea una de las acepciones, ya me vale para confirmar
lo que son, porque votan lo que votan y andan con quien andan.
Pues nada, que no me voy
satisfecho todavía. No encuentro la definición exacta y precisa.
Y dime, ¿con quién
andas?, ¿qué votas?
Háztelo mirar, por
favor, háztelo mirar.
Tititokokoki