Hago mención a España,
pero la estafa de las Democracias, tal como lo conocemos a día de
hoy, es internacional, o al menos afecta a una gran mayoría de
países, entre los que, por supuesto, se encuentra España. Y quizá
España sea uno de los peores. Quizá, no. Cierto. España es el culo
del mundo en cuanto a concepto democrático, al uso que se hace de la
Democracia y al abuso continuo y sistemático que se hace de ella. Y
si no somos el culo, seguro que somos la almorrana.
Por aquí aparecieron
unos cuantos sinvergüenzas que supieron pergeñar para hacer creer
que era demócratas. Tan solo tuvieron que elegir unas cuantas
palabras que atrajeran la atención de las personas. El resto del
argumentario ya lo conocemos. Y esas palabras fueron, en síntesis,
seis:
DEMOCRACIA.
LIBERTAD.
DERECHOS.
JUSTICIA.
RIQUEZA.
EMPLEO.
Insisto, el resto, ya lo
conocemos. O sea, demagogia en estado puro, mentiras que cuelan como
cuchillo en mantequilla, y grandilocuencias que contentan a unos
cuantos bobos e ingenuos. Para el resto, no son necesarios esfuerzos,
pues son aquellos que ya saben de antemano lo que van a conseguir
aquellos que se presentan como demócratas. Estos son los buitres
carroñeros, aliados incondicionales de aquellos que supieron dotarse
de artes para convencer a los que les faltaban para completar el
jugoso plan.
No hay más que verlos.
Son clanes, son sectas, son mafias que se encargan de convencer a
unos cuantos estúpidos mediocres, para que les voten. El resto está
hecho, pues una vez en el poder se van reforzando y se van
pertrechando para mantenerse ahí gracias a la creación de redes
clientelares, conseguidas estas a base de favores, de prebendas, del
miedo, e incluso de chantajes.
Así es como construyen
todo esto, así es como siguen construyendo todo esto.
Pero aún hay algo peor,
y es que ellos y ellas, los que crearon todo esto, se lo toman a
cachondeo, viendo lo fácil que les resulta alcanzar sus objetivos.
Para ellos es pan comido, es un maná, es jauja. No tienen más que
hacer promesas. Promesas que luego no cumplirán, lo cual agrava más
la situación, pues se declara su premeditación, con la
correspondiente carga de alevosía, de grosería y de violencia,
además de suponer un insulto a la inteligencia que no hará ningún
favor, ni reportará beneficio alguno a la salud mental de las
personas de bien. Ni siquiera a los que, ingenuamente, les votaron.
Estos tienen que sufrir auténticos y devastadores ictus cerebrales,
debido a la constatación de su subnormalidad y su cortedad mental. Y
ya no digo nada sobre lo que sentirán, mentalmente hablando,
aquellos otros que votan con una venda en la nariz, o que cierran los
ojos mientras depositan el voto. ¿Y qué les ocurrirá a aquellos
que carretan votos o que van sumisos a las mesas electorales con el
voto que antes les pusieron en las manos? ¿Qué pensarán, cual será
su dolencia mental, o cuáles serán las consecuencias cerebrales a
futuro? Estoy seguro de que serán traumas incorregibles, imposibles
de sanar, y de consecuencias muy graves para su entorno más cercano.
Y mientras tanto,
aquellos que consiguieron todo esto, se cachondean de todos, se lo
toman todo a guasa, y se descojonan en sus despachos, balanceando sus
lujosos sillones, con cargo a los votantes y a los no votantes.
¿Y qué cabe hacer en
este caso?
¿Nos lo tomamos también
a cachondeo, o empezamos a hacer algo?
DEMOCRACIA, ¿DÓNDE
COJONES ESTÁS?
Tititokokoki