martes, 11 de abril de 2017

Le decía una vez a un amigo

“Antes de criticar a otros por sus errores, fíjate bien antes en los tuyos. Puede que tus errores sean el origen de los errores  de los demás”

Ciertamente el error es humano, pero no es menos cierto que muchas personas, en especial las que ostentan el poder, se aprovechan de esa naturaleza para justificar sus fechorías. 

En esta faceta, los neoliberales son únicos. Cínicos como nadie, hipócritas sin parangón, se aprovechan y sacan suculentos beneficios del concepto del error, de la mentira, de farándula o de la falsedad. Lo llevan a extremos que no conocíamos. Un ejemplo es el asunto de la financiación, en la que descargan todo en los tesoreros o personas de segundo nivel, eludiendo ellos, los de arriba, cualquier responsabilidad en el hecho de la financiación. 
Nunca saben nada, no conocían a nadie, antes trataron de no dejar huellas y rastros y escabullen el bulto de tal manera que da escalofrío cuando se les oye.

Su mayor y más eficaz arma está en hacer promesas, sobre todo en campaña electoral. Ahí lo bordan, y el  adorno final, la guinda, la ponen cuando argumentan a la hora de producirse el incumplimiento.
Saben vender los defectos de los demás y a la vez lo combinan con la justificación que hacen de los suyos, los cuales en ocasiones son los mismos, o peores, a los de sus rivales, pero ellos saben darle la vuelta de tal manera que son capaces de convencer a algunos, casi convencer a otros, introducir la duda en muchos más y en crispar a los vencidos, por lo que el error en el contrario, está garantizado, salvo en aquellos casos en los que el rival tiene la suficiente templanza y serenidad para no caer en sus trampas.

Eso, las trampas también son herramientas de las que saben sacar jugosos beneficios. 

Trileros como nadie, saben conjugar a la perfección el juego de la trampa con el efecto que surte en los demás, llevando los argumentos a una serie de grandilocuencias en cascada que producen divisiones y enfrentamientos, generando dudas y creando disfunciones a causa de la confusión que crean.


Y finalmente, decir que en ello están apaleando carros de arena, y de cal, según convenga, los medios de comunicación.


Adenda: ¿Qué sucederá si se descubre que no hubo razones para que EEUU bombardeara Siria? ¿Qué debería sucederles a aquellos líderes políticos que dijeron que la decisión de bombardear fue proporcional, entre ellos Rajoy? ¿Debería dimitir inmediatamente?

Tititokokoki