miércoles, 26 de abril de 2017

El debate

En España, el debate no está centrado, tal como muchos desearíamos, en las ideas, en la política, en economía o en Derechos, Libertades, Justicia o Democracia. En España, el debate de va a cuestiones sucias, gordas, groseras o inmundas. ¿Y por qué?

Ojalá en este país el debate se centrara solo en cuestiones ideológicas. Ya de por sí amplio y variado, se tendría más que suficiente para enriquecer, para crecer o simplemente para discutir. Pero no, en España, el debate te lleva a estar centrado en cuestiones que nada tienen que ver con ideas o con diversidad.

Es una pena que en este país la cosa del debate se tenga que llevar a asuntos de poco o nulo carácter democrático, y lo peor de todo, es que de ese debate, el único que sale beneficiado, es precisamente el que provoca que se esté instalado en permanencia absoluta en la corrupción. Hablo, como no, del PP, único que sale con réditos de todo lo que ellos mismos generan y provocan.

Se muestran como víctimas y eso les da un resultado acojonante. Se presentan como los salvadores de patrias, mientras aprovechan la oportunidad para llevar la mano al cajón y llevárselo calentito. Ganan elección tras elección, y a cada paso por el poder, a cada instante que tienen de goce de poltronas, saquean mientras se arrogan en demócratas, en defensores de libertades y de derechos y salvadores de la tierra común que nos contempla.

Atónitos ante semejante aberración, los ciudadanos de este país acaban aborreciendo todo, mientras los mentirosos, los ladrones, los chorizos, aprovechan para seguir con el saqueo. Saqueo del que salen más polémicas, más preocupaciones y mayor caos, mayor confusión y mayores crispaciones, indignaciones, cabreos y malestares diversos.

¿No sería más deseable que el debate sólo fuera de ideas? Tarea tendríamos, pero sería, sin duda, más placentero, aún dentro de la enorme discrepancia que existiría.


Ojalá tuviéramos solo esa preocupación. Ojalá. Pero no será así. Jamás.

Tititokokoki