En España, el debate no está
centrado, tal como muchos desearíamos, en las ideas, en la política, en
economía o en Derechos, Libertades, Justicia o Democracia. En España, el debate
de va a cuestiones sucias, gordas, groseras o inmundas. ¿Y por qué?
Ojalá en este país el debate se
centrara solo en cuestiones ideológicas. Ya de por sí amplio y variado, se
tendría más que suficiente para enriquecer, para crecer o simplemente para
discutir. Pero no, en España, el debate te lleva a estar centrado en cuestiones
que nada tienen que ver con ideas o con diversidad.
Es una pena que en este país la
cosa del debate se tenga que llevar a asuntos de poco o nulo carácter
democrático, y lo peor de todo, es que de ese debate, el único que sale
beneficiado, es precisamente el que provoca que se esté instalado en
permanencia absoluta en la corrupción. Hablo, como no, del PP, único que sale
con réditos de todo lo que ellos mismos generan y provocan.
Se muestran como víctimas y eso
les da un resultado acojonante. Se presentan como los salvadores de patrias,
mientras aprovechan la oportunidad para llevar la mano al cajón y llevárselo
calentito. Ganan elección tras elección, y a cada paso por el poder, a cada
instante que tienen de goce de poltronas, saquean mientras se arrogan en demócratas,
en defensores de libertades y de derechos y salvadores de la tierra común que
nos contempla.
Atónitos ante semejante
aberración, los ciudadanos de este país acaban aborreciendo todo, mientras los
mentirosos, los ladrones, los chorizos, aprovechan para seguir con el saqueo.
Saqueo del que salen más polémicas, más preocupaciones y mayor caos, mayor
confusión y mayores crispaciones, indignaciones, cabreos y malestares diversos.
¿No sería más deseable que el
debate sólo fuera de ideas? Tarea tendríamos, pero sería, sin duda, más
placentero, aún dentro de la enorme discrepancia que existiría.
Ojalá tuviéramos solo esa
preocupación. Ojalá. Pero no será así. Jamás.
Tititokokoki