sábado, 27 de mayo de 2017

España. El cambio necesario.

Para que España alcance el comienzo de un cambio, es preciso que España cambie antes su mentalidad en general. Y no sé si ese cambio debe de empezar por la propia sociedad, en su mayoría, o si será mejor empezar por la clase política. En todo caso, lo que sí sé, es que empiece por donde empiece el cambio, la otra parte acabará cambiando también. No obstante, opino que el cambio debería empezar por la sociedad, y esta exigir a sus políticos que a la vez cambien también, haciendo de filtro o de “seleccionadores” de sus políticos.

Entre el pasotismo social existente, y el sentimiento de “señores feudales dueño del cortijo” de nuestros políticos, España está en una encrucijada de difícil superación si no se plantea seriamente un cambio en profundidad. La sociedad debe ser más exigente con sus políticos, y eso requiere de un profundo cambio. A su vez los políticos deben tener mayor conciencia de servicio a los ciudadanos, y en este caso también el cambio tiene que ser grande.

Por otro lado están los de ahí afuera. Todas aquella organizaciones de carácter internacional, debería de saltarse la ya de por sí paupérima soberanía de este país, y llamar la atención de los españoles y de los políticos que tenemos, para que ese cambio se produjera de manera urgente y necesaria. Desde Buselas, hasta la ONU, pasando incluso por la OMS, la OIT o las Organizaciones de los Derechos Humanos, los Comités de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y todos aquellos Comités que componen la ONU, como son los de los Derechos de los niños, de las mujeres, los trabajadores migratorios, las personas dependientes o discapacitadas o los comités de lucha contra la tortura, deberían llamar a la atención a España, a los españoles y a los políticos españoles, para hacerles saber que en este país las cosas se están haciendo rematadamente mal, tanto a nivel social como político o empresarial.

Y de todos estos, destacaría a la OMS, porque un país enfermo, es un país sin progreso, sobre todo, insisto, si es porque la clase política que tenemos es déspota y sátrapa, y por si la sociedad que sufre esos castigos, y que no protesta, sufre de estupidez, de mediocridad o de alguna enfermedad rara que todavía no está diagnosticada y por lo tanto, es desconocida.


Después ya pediremos ayuda también a alguna organización de lucha contra los medios de comunicación mentirosos, cómplices, alcahuetes y semovientes de la clase política dominante. Y si no existe, la creamos. Hace mucha falta y será de utilidad. 

Tititokokoki