La Política, la mayor prostituta al servicio de los putos
amos.
La putrefacción que significa la política y la otra miseria
que produce, demuestran que estamos inmersos en una mierda de impresionantes
dimensiones. La actualidad indica que los niveles de podredumbre son de
verdadero escándalo. La realidad que vivimos nos enseña la enorme mierda que
tenemos encima y que nos aplasta a la vez que nos mata de hedor.
La cosa de la Política alcanzó unos niveles de prostitución
colosales. El envilecimiento es altísimo y la degradación moral ya no conoce
límites ni fronteras.
España es un burdel inmenso, el prostíbulo en el que han
convertido a este país tiene todos los visos de no retorno a la decencia, el
submundo al que nos llevaron supera hasta a la ciencia ficción más imaginativa,
y el chulerío puteril, el proxenetismo y la trata de personas ya alcanzó a
mercado diario, a feria de cabrones y de zorras vendiendo la dignidad de las
gentes de bien.
Hay que ver lo denigrante que supone vivir bajo el yugo de estos esclavistas, bajo
el putaísmo de los formicantes, bajo la corrupción de los chulos de putas que
imperan en el país.
No se sabe bien a dónde llegarán sus fechorías, pero lo que
ya es cierto, es real, y lo vivimos día a día, es el armazón que nos impusieron
a golpe de cadera en la entrepierna, es la coyunda, es la jodienda, es la
esclavitud, la tiranía, el abuso y la violación sistemática.
Y la opresión no tiene pinta de pararse, porque a cada
intento de zafarse, surge una nueva violación, una nueva penetración con violencia y sin reparo
alguno. Duele, y el sufrimiento que infringen sin piedad alguna, es
directamente proporcional a las ansias, la ambición y el empeño que ponen ellos
en continuar con mayor fruición con su forzamiento, su atropello, sus agresiones
y sus desfloraciones metódicas y sistémicas.
¡Malditos sean!
Tititokokoki