jueves, 25 de mayo de 2017

Censura informativa, ergo, censura gubernamental

La censura es una lacra que ningún país debería sufrir. Da igual el régimen por el que se rija ese país, pero si es en un estado democrático, la cosa de la censura alcanza niveles de valoración criminal. En un estado democrático, la censura no debería estar permitida en ningún caso y bajo ningún concepto. Entonces, si esa censura se produce en un modo de vida basado en preservación de la libertad y los derechos, el delito viene a ser más grande de lo que ya de por sí se puede considerar a la censura.

España es un país que sufre la censura, España es un país que, teóricamente y en base a leyes que rigen a este país, deberíamos estar bajo los conceptos más fundamentales y básicos de una Democracia, por lo que la censura informativa y/o gubernamental no deberían existir, y la práctica de esa inmundicia debería estar desterrada e incluso prohibida. Pero no es así, y en España la censura existe. Y existe porque la practican muchos medios de comunicación. Y aquí caben muchas preguntas, siendo la más importante la siguiente: ¿los medios de comunicación actúan censurando o será más bien que lo hacen porque el stablishment político/empresarial, así lo deciden y ellos obedecen? En mi opinión, los medios de comunicación no actúan motu proprio, sino que lo hacen por directrices, por recomendaciones o sencillamente por imposición directa, imposición que está basada en un intercambio de favores y base a la aportación de prebendas y privilegios hacia los medios por parte de la clase política dominante.

Y en España ocurre otra cosa más relacionada con la censura. El hecho de haberla conocido en anteriores etapas, hace que la censura tenga de una parte connotaciones enquistadas, y por lo tanto tomadas con cierta normalidad, y por otra también contiene un cierto grado de ignorancia por no haber sido conocida por una parte de la sociedad que no vivió aquel episodio en el que la censura informativa/gubernamental eran modus vivendi para otros que sí la conocieron. Entonces aquí cabe otra pregunta: ¿Qué sería mejor, haber conocido la censura, o no haberla vivido? Lo digo, porque de ahí se podrían derivar muchas razones por las que a día de hoy una buena parte de la sociedad no reacciona ante la flagrante práctica de la censura informativa/gubernamental.  ¿Será que arrastran reminiscencias del pasado y ahora ya la dan por normal? ¿Será que el hecho de no haberla conocido hace que no la sepan ver?

Ahí lo dejo. Pero la censura, existe.

¿Qué se puede hacer ante esta persistente e insufrible lacra?


¡Malditos sean!

Tititokokoki