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Lo consiguieron, y además lo hemos comprobado en nuestras propias carnes.
Cogieron las riendas de la tontería allá por los setenta del siglo pasado, justo al instante en que se proclamaba aquella fatal Transición, y no las soltaron hasta los días que nos contemplan.
Todo fue tontería tras tontería desde aquella.
Y llevando las cosas al nivel que en buena lógica le debería corresponder, hay que hacerse la pregunta, pues si a estas alturas no empezamos a ponernos exigentes, y reflexionamos para a continuación actuar en consecuencia, es muy probable que lo siguiente que nos ocurra tampoco nos guste en demasía. Yo creo que más que no gustarnos, nos va a tentar al suicidio, o algo así, porque la enfermedad mental que acabaremos por producirnos, no tendrá ya posible salvación o sanación, y se hará insoportable padecerla.
¿Cuándo cambiaremos y cuánto? ¿Cuándo aprenderemos y cuánto?
¿Quién nos gobierna? ¿En manos de quién estamos?
¿Hasta dónde queremos llegar así? ¿Hasta cuándo queremos llegar? ¿Cuánto estamos dispuestos a seguir aguantando?
De verdad que lo de este país es tremendo. Barbaridad tras barbaridad, tropelía tras tropelía, indecencia que se suma a más indecencias. Quedan impunes, gozan de privilegios, por si no fuera suficiente privilegio el hecho de quedarse impunes, son inmunes a las leyes, se las saltan a la torera, y encima se permiten el otro privilegio, que es el de reírse delante de nuestras narices, y hasta de nuestra propia sombra. Avasallan, arrasan, vapulean y producen víctimas, además de insultar a la inteligencia de las personas, de atentar contra los derechos de los ciudadanos, y de denigrar hasta límites insoportables, a la dignidad de las personas.
O sea, no es serio, y como no es serio, yo creo que ya va siendo hora de que empecemos por exigir más rigor, más seriedad, más responsabilidad, y total y absoluta decencia. O eso, o hay que romper la baraja. Quicir,.............
“Defenderé mi honor y demostraré mi inocencia”. Esa era, y es, la frase más típica oída de los corruptos que fueron descubriéndose desde que todo esto empezó hasta hoy. Y eso lo dijeron aquellos que estaban siendo investigados. A saber cuántos tendrían preparada la misma frase, pero no fueron cogidos aún. Y es posible que nunca sean cogidos, lo que hace más grave el asunto. Quicir.........
“Tengo los papeles que demuestran que hice el Máster con normalidad”. Más o menos esa es la frase de todos los que fueron pillados. Y todas, que de momento son mayoría. Y en este caso, es lo mismo que el anterior, en cuanto a que lo dijeron aquellos/as que fueron pillados con las manos en la masa. Pero, ¿y cuántos/as más hay que también tienen la frase preparada para el caso de que sean pillados/as? ¿Y sobre cuántos más nunca se sabrá nada de ellos/as?
Quicir..........
“Es por el bien de los ciudadanos, es para crear empleo y para prosperar, es para bajar las listas del paro, es por la seguridad de los ciudadanos, o esta decisión que tomamos hoy, es para salvaguardar la Democracia y para hacer respetar los valores”
Otra: “estamos en un Estado de Derecho, de igualdad y de respeto por la libertad de las personas”.
Más: “Separación de poderes, el poder emana del pueblo, derecho a una vida digna, a vivienda, al trabajo, a la protección, a la Sanidad y a la Educación”.
Quicir.........
Bla, bla, bla, bla, y bla. Palabrería barata, charlatanería de charlatanes de feria ambulante, bocazas por doquier, habla barato con cargos y responsabilidades al más alto nivel, chulos y putos amos, majaderos de barrio bajo y de navaja virtual en ristre, matones de esquina y asalta cunas recalcitrantes, atracadores en la sombra, pistoleros y abrazafarolas, escupidores de lavabo y calle, y mentirosos falsarios a más no poder. Y son estos los que nos toman por tontos todos los días. Los amos del cortijo, los señoritos hacendados, los niños mimados del sistema. Quicir.......
¿Qué hacemos? ¿Qué vamos hacer? ¿Cuándo, si es que hacemos algo?
Yo diría que ya está bien, ¿no? Quicir...........
Tititokokoki