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A estas alturas de milenio ya debería haber bastado.
En estos instantes, sino antes, ya debería haberse producido la reacción proporcional al daño infligido.
La tomadura de pelo, la enorme estafa con que nos han timado, ya tendría que haber tenido respuesta contundente.
Esto que nos vendieron hace ya muchos años, está durando demasiado, y sería interesante, más que nada por salud mental y por estabilidad social, el que se empezaran a tomar medidas, por parte de la sociedad y también por parte de aquellas organizaciones de carácter humanitario o de defensa de los derechos humanos, para evitar la catástrofe y para mitigar en lo posible la tragedia. Porque esta, la tragedia humanitaria, ya está anunciada desde hace tiempo, ya viene avisando desde hace mucho, ya está certificada, por lo que la posibilidad de retorno o de reparación, es en la práctica imposible.
Ya no hay vuelta atrás y ya no tiene remedio el final asegurado, así que estaría bien si se tratara de que el daño fuera el mínimo posible, y la cantidad de víctimas también se reduzcan en la medida de lo posible.
Este sistema de convivencia que nos han vendido como la panacea, como el mejor de los sistemas, lleva mucho tiempo acumulando despropósitos e indecencias, y sería bueno, incluso recomendable, que la sociedad comenzara a darse cuenta de la monumental farsa de la que estamos siendo víctimas todos. Todos, tanto de un lado, como del otro. Nadie se libra de los daños causados, aunque para muchos la ignorancia que denota su silencio, y la ineptitud de su comportamiento, les haga sentirse al margen de todo lo que está pasando a nivel mundial, en especial en el mal llamado mundo moderno, mundo avanzado o mundo del progreso.
Corrupción asumida, mentiras, promesas incumplidas, consumo engañoso, publicidad fraudulenta, contaminación, abusos, prepotencia, soberbia y arrogancia, excesos en el ejercicio del poder, abuso de poder, legislación que atenta contra los derechos, coartar la libertad, privilegios para unos pocos, austeridad para la mayoría, paraísos fiscales, evasión de capitales, esclavitud laboral, guerras, matanzas, víctimas por miles, inmigración y emigración, el Estado de Bienestar en un negocio para unos pocos, y una tumba para la mayoría, alimentación basura, televisiones más basura, inmundicia por todos lados, medios de comunicación cómplices en todo............
¡¡jetas mentirosos, mentirosos con mucha caradura!!
De verdad, ¿le llaman a esto Democracia?
Cuando pasen los años, quizá empecemos a pensar en la enorme estafa que hemos vivido, en el monumental engaño con el que nos tuvieron embobados durante tanto tiempo, aunque, insisto, la barbarie ya lleva muchos años vigente. Demasiados. Y cuando ves que no hay reacción, y que cada día que pasa, el silencio es mayor, el conformismo se agranda, la mediocridad y la estulticia alcanza niveles que jamás se conocieron, es cuando empiezas a preocuparte y a pensar si de verdad la gente piensa, si la gente es mínimamente exigente, o si la gente sabe lo que de verdad está sucediendo.
¿Quién se cree que vivimos en una Democracia? ¿Aquellos/as que se tienen por creído que estar en Democracia es votar cada cuatro años? ¿Solo con eso ya se considera Democracia? ¿La gente se conforma, nos conformamos con tan poca cosa?
En mi opinión, creo que deberíamos hacer un alto en el camino y aprovechar para reflexionar sobre todo esto que está pasando. La Transición, una regeneración total, es ya de carácter global. Y es que todo se ha globalizado, por lo que el cambio también deberá ser proporcional, tanto en la extensión de la solución, como en la magnitud de esta.
¿Por dónde empezará el cambio? Nadie lo sabe, pero de lo que estamos seguros algunos/as, es de que la chispa prenderá en cualquier parte del mundo de un momento a otro, y a partir de aquí, se producirá el efecto contagio, el otro efecto que es la solidaridad, y el efecto más importante, que será el de que la gente se percatará de que no están solos y que el problema que sufren tiene solución, ya que afecta a las mayorías, y que tendrá, y deberá, pasar a formar parte activa de ellas. Después vendrá lo previsible, pues el sistema se revelará e intentará parar la marcha hacia delante de un sociedad harta, cabreada y deseosa de desprenderse de esa indignación contenida y retenida hasta ese instante. Ya no habrá marcha atrás, solo habrá avance hacia adelante, y lo que hasta ahora era resignación y aguante, pasará a convertirse en reivindicación y en exigencia.
La gente aspira a Democracia de verdad, pero lo más importante, al margen de Democracia, es el respeto con las personas, es la consideración con los seres humanos, es la justicia y es, principalmente, la libertad y el reparto justo de una riqueza existente, pero que solo está en manos de unos pocos. Y después el resto vendrá solo, pues la sociedad en general habrá descubierto que tiene poder y que sus exigencias son de naturaleza humana. Exigencia tal como que nos dejen de mentir, que nos dejen de engañar, y que dejen de contarnos cuentos y películas con el único fin de hacernos soñar con algo que, de seguir creyendo todo esto, jamás llegará.
Nunca llegó, y nunca llegará. La gente está harta de esperar por algo prometido que jamás, nunca, va a llegar.
¡¡BASTA YA!!, esto dirá el mundo entero en cuanto esa chispa prenda y se extienda.
Y no descartéis que también se haga mundial el, SÍ SE PUEDE, SÍ SE PUEDE, SÍ SE PUEDE.
Adelante, avancemos. Un mundo mejor es posible.
Se busca chispa para emprender algo muy importante. Sin duda, la encontraremos.
Tititokokoki