¿Queda algo positivo enfrente de
tanta negatividad?
¿Es posible dejar de ser
pesimista observando tanta barbaridad?
Alimentación, ambiente, política,
régimen, sistema, globalización, estupidez, mediocridad, estulticia, idiotez,
son signos claros de que hemos perdido muchas batallas y de que tenemos por delante muchas otras más.
Más batallas que casi seguro volveremos a perder.
A día de hoy, con la que está
cayendo, debería ser la era en la que recuperaríamos valores de antaño. Valores
como la reivindicación, la protesta, el enfrentamiento, la reparación, la
dignidad, los derechos,…………..¡LA LIBERTAD! ¿Y la Justicia?
Dejar que esto que está
sucediendo siga avanzando, no creo que sea sano ni que nos traiga buenos
resultados, tanto a nivel físico como mental. Más bien será al contrario, y lo
que nos quede por delante, no sea otra cosa que aumentar las tragaderas y
asumir la esclavitud como único modo de vida.
El mero hecho de tanta quietud,
tanta parsimonia, tanta permisividad, le
da alas a los que pretenden imponer sus zafias voluntades que atentarán de
nuevo a los más fundamentales derechos y, por supuesto, agredirán de nuevo a la
ansiada Democracia y a la libertad. Y ya
no digo nada sobre el sentido de la justicia o el otro sentido, el común, el
humano.
La tragedia pende sobre las
cabezas de los seres humanos que poblamos este planeta. La globalización ha
sido llevada hasta la más absurda y burda malignidad. Malignidad que tan solo
afecta a los seres humanos de a pie, pero que protege y beneficia a los que
sientan sus posaderas en sillones desde los que se toman decisiones que
vapulearán, por enésima, los intereses generales.
Y cuando todo podría favorecer la
iniciativa de la recuperación de valores proletarios, humanos, e incluso
lógicos y de derecho, parece que no va a ser así. Más bien apunta a todo lo
contrario, y esto será la acumulación de crispación, de indignación y de rabia,
lo que acabará por desencadenar en resultados trágicos, ya que la reacción será
desproporcionada y a destiempo, desembocando en una cascada de acontecimientos
que no solo no gustarán a los que imponen este régimen atroz, sino que tampoco
serán del gusto de los que, por razones obvias, acabarán por parar todo esto de
manera violenta y lógicamente agresiva.
Seguir acumulando ofensas,
insultos, masacres, corrupción, impunidad o despropósitos, ¿qué pueden traer
sino tragedias? ¿Es hora de parar para cambiar el rumbo? ¿O esperamos?
Tititokokoki