miércoles, 5 de julio de 2017

¿Queda algo positivo enfrente de tanta negatividad?

¿Queda algo positivo enfrente de tanta  negatividad?

¿Es posible dejar de ser pesimista observando tanta barbaridad?

Alimentación, ambiente, política, régimen, sistema, globalización, estupidez, mediocridad, estulticia, idiotez, son signos claros de que hemos perdido muchas batallas y  de que tenemos por delante muchas otras más. Más batallas que casi seguro volveremos a perder.

A día de hoy, con la que está cayendo, debería ser la era en la que recuperaríamos valores de antaño. Valores como la reivindicación, la protesta, el enfrentamiento, la reparación, la dignidad, los derechos,…………..¡LA LIBERTAD! ¿Y la Justicia?

Dejar que esto que está sucediendo siga avanzando, no creo que sea sano ni que nos traiga buenos resultados, tanto a nivel físico como mental. Más bien será al contrario, y lo que nos quede por delante, no sea otra cosa que aumentar las tragaderas y asumir la esclavitud como único modo de vida.

El mero hecho de tanta quietud, tanta parsimonia,  tanta permisividad, le da alas a los que pretenden imponer sus zafias voluntades que atentarán de nuevo a los más fundamentales derechos y, por supuesto, agredirán de nuevo a la ansiada Democracia y a la libertad.  Y ya no digo nada sobre el sentido de la justicia o el otro sentido, el común, el humano.

La tragedia pende sobre las cabezas de los seres humanos que poblamos este planeta. La globalización ha sido llevada hasta la más absurda y burda malignidad. Malignidad que tan solo afecta a los seres humanos de a pie, pero que protege y beneficia a los que sientan sus posaderas en sillones desde los que se toman decisiones que vapulearán, por enésima, los intereses generales.

Y cuando todo podría favorecer la iniciativa de la recuperación de valores proletarios, humanos, e incluso lógicos y de derecho, parece que no va a ser así. Más bien apunta a todo lo contrario, y esto será la acumulación de crispación, de indignación y de rabia, lo que acabará por desencadenar en resultados trágicos, ya que la reacción será desproporcionada y a destiempo, desembocando en una cascada de acontecimientos que no solo no gustarán a los que imponen este régimen atroz, sino que tampoco serán del gusto de los que, por razones obvias, acabarán por parar todo esto de manera violenta y lógicamente agresiva.


Seguir acumulando ofensas, insultos, masacres, corrupción, impunidad o despropósitos, ¿qué pueden traer sino tragedias? ¿Es hora de parar para cambiar el rumbo? ¿O esperamos?

Tititokokoki