sábado, 22 de julio de 2017

LA CALIDAD DEMOCRÁTICA





El término calidad se refiere a la herramienta que se usa para determinar si algo o alguien están dentro de los parámetros de exigencia, eficiencia, productividad, valía o eficacia, fiabilidad………..


Para ser más exactos, nos vamos a la RAE, aunque teniendo en cuenta algunas consideraciones, quizá no sea lo más acertado. Pero es lo que hay, y para definir qué significa calidad, nos vale. Dice la RAE: Conjunto de propiedades inherentes a una cosa que permite caracterizarla y valorarla con respecto a las restantes de su especie.

Otra: Superioridad o excelencia de algo o de alguien.

Pues bien. A la hora de valorar, por ejemplo, la calidad de vida democrática de los españoles, ¿cómo podríamos clasificarla dentro de unos parámetros de calidad? Otra cosa, la Democracia, ¿Qué grado de calidad tiene la Democracia en España?

Es evidente que para poder medir algo tenemos que compararlo con otra situación o circunstancia similar. Y para medir la Democracia, en cuanto a su calidad, ¿con quién podríamos compararlo? Según un estudio reciente Uruguay es el país con Democracia plena en Latinoamérica, mientras que entre los diez países más democráticos del mundo, figuran Noruega o Islandia como los mejores, en un ránking de diez países, entre los que no se encuentra España.




Noruega, Islandia, Suecia, Nueva Zelanda, Dinamarca, Canadá, Irlanda, Suiza, Finlandia, Australia, son los países con una calidad de Democracia alto, en un listón entre cero y diez. ¿Y dónde estará España, en cuanto a calidad democrática, aún cuando figura entre los países que presumen de estar bajo un régimen democrático?

En mi opinión, creo que deberíamos fijar el horizonte de nuestras aspiraciones democráticas, en aquellos países que figuran en lo más alto en cuanto a calidad democrática, y no deberíamos conformarnos con que nos digan que vivimos en Democracia, ya que la calidad de esta es baja, o muy baja. Por no decir mala, o nula.

Las cosas como son. O exigimos más y mejor Democracia, a seguiremos viviendo en esta exigua y efímera pseudo-Democracia. Allá nosotros.

Y menos aún con este.


Tititokokoki