Las cosas como están.
Entre las técnicas de manipulación, los medios de
comunicación, las nuevas tecnologías y las ganas por joder que tienen las
élites gobernantes, tanto desde la sombra, los Gobiernos, los poderes fácticos
y los tácitos, lo cierto es que esto de la globalización está haciendo estragos
entre la población. Cuando lo lógico sería que la gente se procurara más y
mejor información, llegando incluso a reclamar el derecho a ella, lo que ocurre
es más bien al contrario, y la mayor parte de la sociedad solo espera a ver el
titular del día, el telediario de las tres, o lo que les digan desde las redes
sociales, los debates de apariencia beligerante, o las tertulias en las que no
se entiende nada porque hablan todos a la vez. Incluso aquellas otras reuniones
televisadas en las que el actor de turno, encarnado este en un alborotador
hecho al uso, hace su papel a la perfección y suelta improperios, mentiras,
calumnias o falsas verdades. Diría más, esos medios que practican esa zafiedad,
son los que gozan de mayor audiencia y crean en la gente ansias o síndromes de
abstinencia mientras esperan una nueva edición. Es patético. Con las cosas como están, ¿qué esperanzas hay
de progreso, de Democracia o de defensa de los derechos?
Las cosas como son.
Pues lo cierto es que no se esperan grandes avances. La
regresión que sufrimos a causa de la manipulación tan descarada, junto a la
permisividad y el conformismo del que hacemos gala, no nos traerán un futuro
benigno y de provecho. Más bien será al contrario, pues la mediocridad irá en
aumento, con lo que el deterioro será cada día más palpable, aún cuando la
gente, en una gran mayoría, no lo note a causa de su inmovilismo y de su capacidad para tragar con lo que les cuentan.
Harán falta altas de dosis de rigurosidad, hará falta mucho
tiempo y recursos para recuperar el espíritu reivindicador, y también será
necesario acompañar a todo esto de una gran cantidad de paciencia para
conseguir despertar en la gente el sentido común y la lógica. Hacer que la
gente sea más exigente con sus gobernantes, despertar el espíritu crítico
constructivo, y conseguir que la gente reclame sabiendo reclamar en base a sus
derechos, no va a ser tarea fácil ni se va a conseguir de la noche la mañana. Sobre todo pensando en el futuro
que se anuncia a bombo y platillo, basado este es más y mayor tecnologías al
servicio del stablishment neoliberal
imperante. Hablo de la robotización como sustituto del ser humano, consiguiendo
alcanzar una mayor criminalización hacia el ser humano, y levándolo a su total
y absoluta inutilidad, acabando definitivamente con las personas, al
postergarlas y apartarlas de la vida útil o de hacerles sentir inútiles.
O sea, elegimos entre seguir con esta posverdad, que es como
las cosas están, o nos hacemos más pragmáticos y nos enfrentamos a la especulación
y la manipulación. Una sociedad se hace muy vulnerable si se deja manipular.
Las cosas como son.
Tititokokoki