martes, 18 de julio de 2017

LAS COSAS COMO ESTÁN Y LAS COSAS COMO SON



Las cosas como están.




Entre las técnicas de manipulación, los medios de comunicación, las nuevas tecnologías y las ganas por joder que tienen las élites gobernantes, tanto desde la sombra, los Gobiernos, los poderes fácticos y los tácitos, lo cierto es que esto de la globalización está haciendo estragos entre la población. Cuando lo lógico sería que la gente se procurara más y mejor información, llegando incluso a reclamar el derecho a ella, lo que ocurre es más bien al contrario, y la mayor parte de la sociedad solo espera a ver el titular del día, el telediario de las tres, o lo que les digan desde las redes sociales, los debates de apariencia beligerante, o las tertulias en las que no se entiende nada porque hablan todos a la vez. Incluso aquellas otras reuniones televisadas en las que el actor de turno, encarnado este en un alborotador hecho al uso, hace su papel a la perfección y suelta improperios, mentiras, calumnias o falsas verdades. Diría más, esos medios que practican esa zafiedad, son los que gozan de mayor audiencia y crean en la gente ansias o síndromes de abstinencia mientras esperan una nueva edición. Es patético.  Con las cosas como están, ¿qué esperanzas hay de progreso, de Democracia o de defensa de los derechos?



Las cosas como son.

Pues lo cierto es que no se esperan grandes avances. La regresión que sufrimos a causa de la manipulación tan descarada, junto a la permisividad y el conformismo del que hacemos gala, no nos traerán un futuro benigno y de provecho. Más bien será al contrario, pues la mediocridad irá en aumento, con lo que el deterioro será cada día más palpable, aún cuando la gente, en una gran mayoría, no lo note a causa de su inmovilismo y de su  capacidad para tragar con lo que les cuentan.
Harán falta altas de dosis de rigurosidad, hará falta mucho tiempo y recursos para recuperar el espíritu reivindicador, y también será necesario acompañar a todo esto de una gran cantidad de paciencia para conseguir despertar en la gente el sentido común y la lógica. Hacer que la gente sea más exigente con sus gobernantes, despertar el espíritu crítico constructivo, y conseguir que la gente reclame sabiendo reclamar en base a sus derechos, no va a ser tarea fácil ni se va a conseguir de la noche  la mañana. Sobre todo pensando en el futuro que se anuncia a bombo y platillo, basado este es más y mayor tecnologías al servicio del stablishment  neoliberal imperante. Hablo de la robotización como sustituto del ser humano, consiguiendo alcanzar una mayor criminalización hacia el ser humano, y levándolo a su total y absoluta inutilidad, acabando definitivamente con las personas, al postergarlas y apartarlas de la vida útil o de hacerles sentir inútiles.
O sea, elegimos entre seguir con esta posverdad, que es como las cosas están, o nos hacemos más pragmáticos y nos enfrentamos a la especulación y la manipulación. Una sociedad se hace muy vulnerable si se deja manipular.

Las cosas como son.



Tititokokoki