¿Y si lo privatizan todo?
Después de haber visto todo lo
que sucedió con todas las privatizaciones en este país, lo cierto es que da
repelús pensar en más privatizaciones sin antes elaborar protocolos, controles,
procedimientos, responsabilidades y la eficiencia de esas privatizaciones. Es
bastante temerario afrontar nuevas privatizaciones con los mismos mimbres con
que se hicieron todas las demás hasta este instante.
La banca, las eléctricas, las
comunicaciones, los carburantes, fueron privatizaciones que nos dieron más de
un quebradero de cabeza, además de haber supuesto un desfalco para las arcas
españolas. Sí, esas arcas que llenamos todos los españoles con nuestros
impuestos o que, en el caso de no tener fondos, también pagamos nosotros a
corto, medio y largo plazo mediante continuas derramas para afrontar rescates o
estropicios devenidos de aquellas privatizaciones y de la mala praxis de
aquellos en los que cayeron esas bicocas.
Por otro lado, también da repelús
pensar en las privatizaciones de la Sanidad, el agua, el medio ambiente o la
dependencia y la seguridad, por citar algunos sectores vitales que si caen en
manos de desaprensivos, es posible que no lo pasemos bien, precisamente . Son
privatizaciones que demuestran el salvajismo y la crueldad de la mala gente
gobernante y la ruindad y vileza de quienes presionan para que esas
privatizaciones se lleven a cabo.
Así que, debido a la situación
actual respecto de las amargas experiencias rebotadas de los fracasos que se
obtuvieron en las privatizaciones que
hasta ahora se produjeron, no se debería pensar en realizar ninguna
privatización más, salvo que cambien algunos parámetros y que a la vez se
modifique la idiosincrasia de este país, caracterizada esta por la pillería y
la piratería empresarial y por la torpeza y mala praxis de la clase política
gobernante.
Tititokokoki