domingo, 16 de julio de 2017

Las privatizaciones. 2ª Parte, y final.




En mi opinión, en estos instantes solo cabría una posibilidad, convirtiendo a esta en una manifestación de Democracia plena y absoluta. Esta sería una consulta al pueblo para conocer de primera mano la opinión popular respecto de la posibilidad de una nacionalización de las actuales privatizaciones. De esa consulta debería salir un mínimo de 3/5 partes a favor, y si así se produjera, ejecutar la nacionalización de todas aquellas actividades empresariales que se privatizaron con anterioridad al Real Decreto de consulta ciudadana. Y una vez realizada la reversión de las privatizaciones hacia la completa nacionalización, crear un Estado de Bienestar con garantías para la ciudadanía, acompañando a este plan con una reeducación en el uso de aquellos servicios derivados de esa nacionalización para conseguir una eficacia y una eficiencia en todos los apartados que demostraran que las privatizaciones fueron un clamoroso error y que la nacionalización sirvió para recuperar ese Estado de Bienestar usurpado vilmente, y a traición, a los ciudadanos de este país. En definitiva, que fue injusto a todas luces y que nunca de debió hacer en esas circunstancias ni de esa manera.



Y a partir de aquí, realizar los protocolos precisos que garanticen que, en el caso de volver a privatizar determinadas actividades del Estado de Bienestar, esta se haga con las suficientes garantías que demuestren que esas privatizaciones no alteren ni vayan en menoscabo de lo que suponían en el Estado de Bienestar. Y aunque se produzca riqueza privada, esta no rebaje ni un ápice la eficacia y la eficiencia de estos sectores de actividad mientras permanecieron en la tutela del Estado. Y al mismo tiempo que se privatizan empresas públicas pasando estas a manos privadas, se debería acompañar de la creación de una empresa pública en cada una de las diferentes privatizaciones con el fin de garantizar el buen funcionamiento y además regular el mercado para evitar la especulación. Banca pública, energética, Sanidad, Educación. Dependencia, etc. Con esta medida, entre otras, se garantizaría que aquellas empresas privatizadas, actuarían de manera ética y en consonancia con las exigencias de calidad,  eficiencia, servicio y eficacia, no distorsionando en referencia a lo que supusieron esas empresas mientras permanecieron en un Estado de Bienestar público.


Y, por supuesto, eliminar por Decreto el sucio y asqueroso asunto de las puertas giratorias.




Tititokokoki