“Los miembros de las organizaciones armadas y los políticos utilizan libremente la definición propagandística de terrorismo; la que Chomsky resumió como “actos violentos cometidos por nuestros enemigos contra “nosotros” o nuestros “aliados””. [“Yihad”, Loretta Napoleoni, 2003].
Si hacemos caso a Chomsky, lo primero que habrá que hacer es identificar al enemigo que nos hostiga, para entender un poco lo que nos está pasando.
Como muy lúcidamente se dice en la película de Denys Arcand (precisamente realizada en 2003), a partir del 11 de septiembre de 2001 (una odisea en el espacio) se inician las invasiones bárbaras.
Cosa que me causa una profunda incertidumbre pues, volviendo a Chomsky, la definición del enemigo objetivo (que no la creación subjetiva del mismo) es consecuencia de la invasión ilegal de Irak. Los iraquíes, hasta ese momento, eran aliados de Occidente, luego Occidente (USA y sus aliados no podían considerar a los iraquíes enemigos.)
La invasión de Irak se produjo por razones espurias que nada tenían que ver con los argumentos mendaces que expusieron, en contra de toda evidencia y del criterio de la inmensa mayoría de la población mundial, los EEUU y sus aliados. En el momento en que se consuma el genocidio del pueblo iraquí, se define objetivamente el enemigo: Occidente. Y lo define, con toda legitimidad, el pueblo iraquí y, por extensión, el pueblo musulmán.
Declaraciones de Ramzi Yousef, durante el juicio celebrado contra él por el atentado del World Trade Center en 1993 (sí, ocho años del llevado a cabo contra las torres gemelas el 11-S):
“Sí, soy un terrorista y me siento orgulloso de ello. Y estoy a favor del terrorismo siempre que sea contra el gobierno de Estados Unidos y contra Israel, porque vosotros sois más que terroristas; sois quienes habéis inventado el terrorismo y lo utilizáis a diario. Sois unos carniceros, unos mentirosos y unos hipócritas”.
La mocroeconomía de la que habla Loretta Napoleoni.
No cabe en este artículo hablar de lo que devino del final de la Segunda Guerra Mundial, la guerra fría, la guerra de Francia en Indochina… Pero es necesario determinar claramente qué es el yihadismo y por qué hoy lidera lo que podríamos decir “las invasiones bárbaras”.
Sin remontarnos a las cruzadas y poniendo el foco en su definición actual: “las nuevas clases emergentes en los países árabes respaldan financieramente el despliegue de la insurgencia islamista con el fin de acabar con la hegemonía económica de Occidente: banqueros y comerciantes” [Loretta Napoleoni.]
Hoy Francia está en un estado de excepción que, con el tiempo, acabará siendo agónico. Turquía se ha dado un golpe de Estado por la absoluta imposibilidad de salvar el oxímoron que le ha impuesto Europa.
Europa es incapaz de resolver ningún asunto endógeno o exógeno. Gran Bretaña, con buen criterio, ha sido el primer país en abandonar la miserable nave europea. Nos hemos olvidado de Gaza, Libia, Siria, Ucrania, Libia, pero son vectores caotizantes absolutamente incontrolables por Occidente.
Las invasiones bárbaras, la guerra asimétrica de lo que se ha dado en llamar el terrorismo yihadista es insoportable para Europa y Estado Unidos está al borde de una guerra civil.
Mi pronóstico: Estados Unidos y sus aliados intentarán acabar con la amenaza “terrorista” cortando por lo sano: destruyendo el Estado Islámico (Siria y aledaños) con armamento nuclear. Rusia y China responderán al ataque sin la menor vacilación.
Antes de que el grotesco Mariano forme gobierno, el mundo se verá inmerso en la III Guerra Mundial.
Croniamental