El hecho más flagrante de la escasa noción democrática de la convivencia que tienen los autoproclamados partidos del “régimen” ha sido su consenso para echar por tierra una de las iniciativas más democráticas, en lo tocante a la convivencia, de Ayuntamiento de Madrid: la creación de jurados vecinales. Institución que ya está satisfactoriamente consolidada en países como Estados Unidos, Alemania, Holanda, Francia y Gran Bretaña.
Estos llamados partidos constitucionalistas, PP, PSOE y Ciudadanos, consideran, en contra de toda evidencia, que los jurados vecinales son cosa bolivariana o cubana.
Pero no, lo que ralamente consideran es que es algo despreciable porque se trata de una iniciativa “podemista”. En realidad les importa una higa conocer el fundamento racional, democrático, de los jurados vecinales, desconocen (o no) el servicio que pueden prestar a la comunidad y ni siquiera se han molestado en valorar qué tal funcionan en países tan profundamente bolivarianos como Estados Unidos, Alemania, Holanda, Gran Bretaña y Francia.
La iniciativa es de Podemos ergo es bolivariana.
Los jurados vecinales, que se ocupan de conflictos menores en el área de su barrio, pretenden fundamentalmente: reducir el conflicto a los límites del barrio, mediar entre vecinos, dejar que los propios vecinos resuelvan sus asuntos, prevengan conflictos mayores, protejan a los menores, prevengan la violencia en sus barrios, descargando a la policía y a los tribunales de Justicia de un trabajo que, a todas luces, hoy les desborda.
Claro, esta iniciativa proclama la madurez de la ciudadanía, fomenta la participación ciudadana, amplía el concepto de democracia, abre nuevos cauces para el diálogo, la socialización de los vecinos.
Cosas, todas ellas, contrarias al régimen que defienden los autoproclamados partidos “constitucionalistas”. Partidos que, paradójicamente, desprecian flagrantemente la Constitución de la que pretenden ser sus adalides.
Son partidos que defienden que la democracia es votar cada cuatro años (les irrita, en cambio, repetir unas elecciones), consideran que los artículos de la Constitución referentes a los derechos humanos (vivienda, pleno empleo, salarios dignos, sanidad y educación) son papel mojado y los artículos referentes al orden territorial, papel mojado.
Al votar en contra del proyecto de creación de jurados vecinales, PP, PSOE y Ciudadanos, se han retratado, dejando bien a las claras su absoluto desconocimiento de lo que pasa en el mundo medianamente civilizado, su pereza mental a la hora de abordar alternativas más avanzadas en la socialización de la ciudadanía y en la resolución democrática y eficaz de conflictos menores y, sobre todo, su escaso apego a la democracia.
Los jurados vecinales es una de las manifestaciones más democráticas y responsables de la democracia participativa, de la ayuda mutua. PP, PSOE y Ciudadanos son sus contrarios.
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