viernes, 29 de julio de 2016

EL INCIERTO SERVICIO DEL NOVICIO

Se supone que el novicio, al menos etimológicamente, es el que no tiene vicio. Vale, ¿y qué? ¿Ayuda a algo en la evolución es la especie humana la carencia de vicio? Claro, como diría el bueno de Miguel de Unamuno, primero acláreme usted lo que entiende por vicio y ya le diré yo lo que tal cosa me parece.

Estaba tentado a consultar la wiki pero he preferido tirar de mis bajos fondos documentales. 
La prístina rectitud del recto proceder, además de mendaz, confunde. 
Pues claro que todo servicio conlleva un vicio. Faltaría más. O uno más (vicio, aclaro).

El recto proceder… Entiendo que no hablamos de lo más allá del ano. Que si le preguntamos a Vulcano, nos rompe el recto… proceder, se entiende.

No es cuestión de discutir sobre modelos sino de experimentos ¿Es lo mismo lo que de la vida experimenta un multimillonario de lo que experimenta un bohemio, o un desclasado, o un desposeído? No. 

No se puede teorizar en ciencia política sin tener bien presente el valor de lo contingente. 
Y, si somos medianamente demócratas, tenemos que acordar que la pobreza (o la miseria) tiene más que ver con la contingencia que con la esencia. En esencia, todos los seres humanos somos exactamente iguales.

Hablar de estas tonterías (o profundas realidades) es ocioso en un mundo como el que vivimos. 
Aquí cada uno se paraca en el hueco que se le deja, sin pensar en dejar espacio a los otros. 
En definitiva: Mariano Rajoy es el tonto útil de una organización mafiosa a la que se le ha dado en llamar PP y que se pretende confundir (igualar) a un partido político.

Y no estoy insultando o poniendo en cuestión a Mariano Rajoy. 
El tonto útil es un elemento de suma relevancia para las organizaciones criminales. A diferencia del resto de los miembros de la organización mafiosa, el tonto útil suele ser una persona inteligente, honorable y paradigma de la bonhomía, pero que no se entera de nada, porque está en otra cosa y es incapaz de imaginar un mundo gestionado por criminales.

En fin, no digo más porque igual me ponen una corbata de hormigón y me tiran a los fondos del Manzanares (larga agonía, considerando su caudal).

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