martes, 8 de noviembre de 2016

Caducidad

A mi entender. Este sistema es una mierda pinchada en un palo.
El sistema neo-liberal que impera en todo el planeta tiene los días contados. Y quizá tengamos que contar esos días de 365 en 365 y en varias y repetidas ocasiones, pero lo cierto es que este sistema tiende a perder. No hay más que ver que le salen opositores por todas partes. Desde la derecha más reaccionaria y radical, hasta la izquierda del otro extremo, pasando por grupos sociales reivindicativos y colectivos diversos que defienden otro estado de cosas y otro estilo de vida, la verdad es que este sistema provoca que todos esos granos les salgan por todas partes y en especial en lugares de cierta sensibilidad y dolor.
Las desigualdades que ha provocado a lo largo de los últimos años están haciendo que la herida sea más grande y notable, además de dolorosa, y eso no es buen noticia para el actual sistema imperante. Con toda la ley en la mano y del lado de los oprimidos, la cosa no puede ir mucho más allá. Ver que los que más tienen acumulan más aún y contemplar como los derechos y las libertades son cada vez menos, no puede tener otro final que el levantamiento y la sublevación, ya sea este a través de las calles o desde dentro de las propias Instituciones Públicas. Además, este sistema que se define (más bien lo definen ellos, sus defensores) por las oportunidades para el emprendimiento y por la posibilidad de crear y de crecer, no son ciertas. Cada vez hay más trabas y cada vez se hace más cuesta arriba tomar iniciativas para el desarrollo personal y familiar y para el progreso social. Y una de esas trabas, un obstáculo de difícil o casi imposible superación, es que el sistema te obliga a comulgar con ruedas de molino y en ocasiones a llevar a cabo auténticas aberraciones contra la sociedad y los consumidores. Trabajar con o para las compañías eléctricas, por poner un claro y diáfano ejemplo, te obliga a engañar a los clientes. Ya no digamos si se hace con las telefonías, con los carburantes o con sectores de alto consumo o de vital necesidad para las personas. En esos campos las poderosas compañías obligan a que hagas cosas que harían vomitar a las cabras, le abrirían náuseas a los cerdos y le darían dolor de cabeza a los caballos. Y ahí están las pruebas. Los abusos continuos de las grandes corporaciones empresariales que operan en el mercado del producto vital, son diarios. ¿Necesitas electricidad? ¡Págala! ¿Necesitas agua? ¡Págala!
¿Tienes coche y precisas de llenar el depósito? ¡Págalo! ¿Quieres comer? Compra basura y págala a precio de oro,.............Y así con todos aquellos productos o servicios necesarios para la vida de las personas.
Pero la cosa no queda ahí. Las personas que aguantan todo eso, y más, también tienen que soltar de sus bolsillos los rescates necesarios para esas empresas o esos sectores que antes le esquilmaron e incluso les estafaron, y eso ya es la gota que colma el vaso de la paciencia de los sufridos y machacados consumidores. Tenemos que rescatar al país después de que los políticos hicieran las cosas fatal. Tenemos que pagar la deuda que generaron los que siempre vivieron por encima de sus posibilidades. Tenemos que rescatar a la banca, a las autopistas, a las empresas de menganito, a las de fulanito y a las de Florentino Pérez, y por si la cosa no fuera suficiente, nos recortan en Sanidad, nos imponen una Educación clasista y esclavizadora y nos quitan derechos, libertad, justicia, oportunidades, y estado de bienestar. Pero la cosa no queda ahí, porque aquellos que más tienen, no sólo lo consiguen explotando a la población a base de fomentar un consumismo exagerado y exacerbado, sino que además se enriquecen con múltiples actos de corrupción, no pagan impuestos con el dinero que escabullen a paraísos fiscales y evaden capitales evitando así pagar también los impuestos correspondientes. O sea,........
¿Puede haber un sistema tan cercano a su final como este que estamos padeciendo todos?
Además de obsceno e indecente, es tremendamente injusto. Así que, creo que está tocando a su final, y este no puede ser de otra manera que no sea la de que la gente, la sociedad en general de aquí y de allá, de un lado y del otro del planeta, se erija en el único y soberano defensor de lo que le corresponde, y esto no es otra cosa que no sea el de que UN MUNDO MEJOR, ES POSIBLE.


¡MALDITOS SEAN!

Tititokokoki