A mi entender. Este
sistema es una mierda pinchada en un palo.
El sistema neo-liberal
que impera en todo el planeta tiene los días contados. Y quizá
tengamos que contar esos días de 365 en 365 y en varias y repetidas
ocasiones, pero lo cierto es que este sistema tiende a perder. No hay
más que ver que le salen opositores por todas partes. Desde la
derecha más reaccionaria y radical, hasta la izquierda del otro
extremo, pasando por grupos sociales reivindicativos y colectivos
diversos que defienden otro estado de cosas y otro estilo de vida, la
verdad es que este sistema provoca que todos esos granos les salgan
por todas partes y en especial en lugares de cierta sensibilidad y
dolor.
Las desigualdades que ha
provocado a lo largo de los últimos años están haciendo que la
herida sea más grande y notable, además de dolorosa, y eso no es
buen noticia para el actual sistema imperante. Con toda la ley en la
mano y del lado de los oprimidos, la cosa no puede ir mucho más
allá. Ver que los que más tienen acumulan más aún y contemplar
como los derechos y las libertades son cada vez menos, no puede tener
otro final que el levantamiento y la sublevación, ya sea este a
través de las calles o desde dentro de las propias Instituciones
Públicas. Además, este sistema que se define (más bien lo definen
ellos, sus defensores) por las oportunidades para el emprendimiento y
por la posibilidad de crear y de crecer, no son ciertas. Cada vez hay
más trabas y cada vez se hace más cuesta arriba tomar iniciativas
para el desarrollo personal y familiar y para el progreso social. Y
una de esas trabas, un obstáculo de difícil o casi imposible
superación, es que el sistema te obliga a comulgar con ruedas de
molino y en ocasiones a llevar a cabo auténticas aberraciones contra
la sociedad y los consumidores. Trabajar con o para las compañías
eléctricas, por poner un claro y diáfano ejemplo, te obliga a
engañar a los clientes. Ya no digamos si se hace con las telefonías,
con los carburantes o con sectores de alto consumo o de vital
necesidad para las personas. En esos campos las poderosas compañías
obligan a que hagas cosas que harían vomitar a las cabras, le
abrirían náuseas a los cerdos y le darían dolor de cabeza a los
caballos. Y ahí están las pruebas. Los abusos continuos de las
grandes corporaciones empresariales que operan en el mercado del
producto vital, son diarios. ¿Necesitas electricidad? ¡Págala!
¿Necesitas agua? ¡Págala!
¿Tienes coche y precisas
de llenar el depósito? ¡Págalo! ¿Quieres comer? Compra basura y
págala a precio de oro,.............Y así con todos aquellos
productos o servicios necesarios para la vida de las personas.
Pero la cosa no queda
ahí. Las personas que aguantan todo eso, y más, también tienen que
soltar de sus bolsillos los rescates necesarios para esas empresas o
esos sectores que antes le esquilmaron e incluso les estafaron, y eso
ya es la gota que colma el vaso de la paciencia de los sufridos y
machacados consumidores. Tenemos que rescatar al país después de
que los políticos hicieran las cosas fatal. Tenemos que pagar la
deuda que generaron los que siempre vivieron por encima de sus
posibilidades. Tenemos que rescatar a la banca, a las autopistas, a
las empresas de menganito, a las de fulanito y a las de Florentino
Pérez, y por si la cosa no fuera suficiente, nos recortan en
Sanidad, nos imponen una Educación clasista y esclavizadora y nos
quitan derechos, libertad, justicia, oportunidades, y estado de
bienestar. Pero la cosa no queda ahí, porque aquellos que más
tienen, no sólo lo consiguen explotando a la población a base de
fomentar un consumismo exagerado y exacerbado, sino que además se
enriquecen con múltiples actos de corrupción, no pagan impuestos
con el dinero que escabullen a paraísos fiscales y evaden capitales
evitando así pagar también los impuestos correspondientes. O
sea,........
¿Puede haber un sistema
tan cercano a su final como este que estamos padeciendo todos?
Además de obsceno e
indecente, es tremendamente injusto. Así que, creo que está tocando
a su final, y este no puede ser de otra manera que no sea la de que
la gente, la sociedad en general de aquí y de allá, de un lado y
del otro del planeta, se erija en el único y soberano defensor de lo
que le corresponde, y esto no es otra cosa que no sea el de que UN
MUNDO MEJOR, ES POSIBLE.
¡MALDITOS SEAN!
Tititokokoki