viernes, 4 de noviembre de 2016

A joderse

Buenos días. 

Es Viernes, víspera de fin de semana. Es día 4 de Noviembre de 2016.

¡Y ya tenemos Gobierno! Y no sé si lo harán adrede o si los plazos están marcados así, pero nos dejan por delante un fin de semana para reflexionar sobre la nueva composición del nuevo Gobierno y las consecuencias que nos traerá. Y la primera apunta a que no hay novedad en el frente ni hay nada nuevo que no supiéramos. El nuevo Gobierno apunta a más de lo mismo. O peor.

Analizando un poco por encima podemos deducir varias y diversas conclusiones. 
La primera es que da la sensación de que todo es continuidad a las políticas represoras y regresivas de Rajoy y del aparato neo-liberal que lideran. 

La segunda y más temida es la poca credibilidad de este nuevo gabinete. 

La inestabilidad que producirá va a provocar escasa o nula credibilidad y el camino tendrá el sello de garantía de follón y lío, lo que se traducirá en un Gobierno en el paro, en el desdén y en la chapuza. Ni PSOE ni Ciudadanos pueden tragar con semejante afrenta por parte del PP. 

Y la tercera es que aparenta que está hecho adrede. 
¿Y para qué? Sencillo; Rajoy cree que unas nuevas elecciones tempranas le darán mayores votos y es probable que haya hecho esta composición de Gobierno aposta para provocar nuevas elecciones más temprano que tarde. 
Y eso no es buena noticia para los españoles. 
Van a usar el tiempo del que dispongan para intentar desprestigiar a todos los demás, en especial a Podemos y sus confluencias, y después asaltarán los cielos con el bagaje que les dará esa campaña de desprestigio y descrédito hacia los demás. Y dado que la población, mediatizada e idiotizada por los medios de comunicación cómplices, tardará en reaccionar, eso dará tiempo suficiente como para llegar ante urnas con el equipaje adecuado para conseguir sus metas.

El nuevo Gobierno de Rajoy suscita muchas dudas y despierta muchas sospechas. El nombramiento de Cospedal dice muchas cosas. El reforzamiento de Educación, de Economía o de Hacienda, también. Todo obedece a una terca persistencia por parte de Rajoy y de su aparato en continuar con todo igual. Insisto, o peor.

Así las cosas, considero que la crispación social aumentará, la indignación será nuestro modus vivendi y el cabreo se acabará imponiendo como única salida. El nuevo Gobierno tiene tintes cercanas al fascismo y a la represión y representa lo más rancio y reacio del sistema neo-liberal que trata Rajoy de reforzar y de consolidar.

Ni diálogo, ni apertura ni disposición para cambiar las cosas. Esto que nos presentan tiene visos claros y diáfanos de tenacidad y persistencia en imponer sus leyes y sus normas. Y así no se hace país, no hay progreso ni se encuentra en el horizonte atisbo alguno de Democracia. Así sólo se consigue más desigualdad y mayor privilegio para las clases pudientes favorecidas.

Por lo tanto que nadie tenga esperanzas de recuperar derechos, de ver algo de libertad, de tener a la justicia de su lado ni de ver que el Estado de Bienestar da el vuelco necesario que nos haga retener algo de él o que nos haga albergar alguna ilusión por recuperarlo. Tampoco se derogarán leyes represoras y clasistas que se pergeñaron en la anterior legislatura y por supuesto que tampoco tendremos solución a muchos de nuestros problemas.

Así que, carretera y manta, agua de castañas y pan y mucho ajo y agua. Y resina. Es decir, que marcharse del país será una opción revalorizada, que el hambre para muchos se verá incrementada y que no nos quedará otra opción que la de “a joderse”, “aguantarse” y “resignarse”.

Pues, ¡malditos sean!

Tititokokoki