miércoles, 6 de febrero de 2019

EL GRAN CAMBIO. EL ÚNICO CAMBIO



Escucha la entrada aqui

Es evidente que este modo de vivir, de no dejar vivir y de hacer la vida imposible a los demás, tiene un final fijo, certero e ineludible. Es imparable la velocidad que llevamos y es incorregible el destino al que nos encaminamos. El cambio se va a producir. Sí, o sí.

Pero este cambio será trágico, y será, además de trágico, soez. Acarreará muchas víctimas. Unas inocentes, otras no tanto, otras ni una cosa ni la otra, es decir, que serán victimas de sus propias torpezas, de sus errores y de sus escasas miras. Por ignorancia, por inacción, por falta de postura definida, esas víctimas tendrán su final merecido.

Pero también quedarán en pie muchos cómplices de todo esto que merece ese cambio y que se encamina inexorablemente hacia él, el cambio que está ya anunciado y fijado, aunque no tengan fecha definida. De hecho, ese cambio se puede producir de un momento a otro, o puede ser que tarde en llegar décadas, incluso cincuentenas o siglos. Pero llegará.

Particularmente, me gustaría poder verlo. Aunque ello supusiera ser una víctima más, que lo sería, me gustaría contemplar la llegada de ese cambio, y si me diera tiempo, ver los resultados de ese cambio. Después, que me lleven. Iré orgulloso, iré encantado de haberlo conocido y me iré sonriendo por ver que todo lo que se predijo, tuvo su final y alcanzó su meta.

Porque, ¿qué otra cosa puede ocurrir en este planeta maltratado, qué otra cosa le puede suceder a una humanidad codiciosa, avariciosa y ambiciosa sin límite ni freno? En mi opinión, en mi creencia absoluta, yo creo que así no se puede continuar por mucho más tiempo.  O bien es la naturaleza en sí la que acaba con todo, reclamando su espacio y exigiendo respeto, o bien es el propio ser humano que, cargado de sinrazones, acabará consigo mismo, bien sea a base de suicidios y asesinatos, bien sea porque a alguien, también ser humano, pero con mucho más poder que cualquier otro ser humano, se le dé por levantar el teléfono rojo y después de cruzar unas palabras y unos insultos, apretar el botón del mismo color y enviar a la mitad del planeta a tomar por el culo fuera de la atmósfera terrestre, en pedacitos sueltos por el espacio.

Por lo tanto, considero que puede haber soluciones menos traumáticas y trágicas, y esas soluciones pasan tan solo por cambiar de forma de pensar en cuanto a voracidad consumista, en cuanto a codicia y avaricia, o en cuanto a estupidez y mediocridad tan absolutas. En cuanto a un capitalismo salvaje, criminal, soez y obsceno. 

Y aun así y todo, el final no dejará de ser trágico y patético, pues siempre estarán ahí los que lucharán por sostener y por mantener este estado de cosas basadas en el fallo y el error continuos, persistentes y tercos en el error, y por darle visos de permanencia, por darse a sí mismos un plazo para poder seguir sosteniendo a un sistema que tanto y tan bien les da de comer a costa de la vida de muchas personas inocentes. Y la rueda volverá a girar en el mismo sentido, llegando los suicidios y los asesinatos, o llegando a que, los que quieren mantener todo esto, actúen a la desesperada y hagan la llamada telefónica desde el teléfono rojo y a continuación aprieten el botón del mismo color. 

¿Y sabéis qué pasará entonces? Que habrá dos bandos que hagan lo mismo al mismo tiempo. ¿Os fijáis? No hay solución………………….
¿O es que el cambio ya se está produciendo, solo que está siendo muy lento, casi invisible, aún a pesar de las víctimas que se está llevando por delante?

Tititokokoki