En el supuesto caso de que Rajoy
consiga tumbar el Procéss, me pregunto qué sentirá.
¿Sentirá orgullo por la labor
cumplida a costa de una Democracia?
¿Se sentirá satisfecho por no
haber dejado que la Democracia se manifestara?
¿Qué pensará cuando se dé cuenta
de que ha impedido que el pueblo hablara?
¿Tendrá algún instante de
remordimiento, o sencillamente se sentará a festejar su triunfo sobre la
Democracia, con un vino y un puro?
Las Democracias del mundo deben
de estar alucinando en colores con España. “¿Qué régimen hay en España?
¿Democracia? jajajajaja, no me lo creo", serán las frases más socorridas
en aquellos países en los que la Democracia no tiene tinte español, sino que
tiene esencia, tiene virtud y goza de salud.
Dejar que el pueblo exprese su
opinión es la más básica y elemental parte de una Democracia que se precie de
serlo. España no está en esa senda, por lo que también tengo alguna duda sobre
lo que sentirá Rajoy cuando se siente a descansar de su atentado, de su patada,
de su golpe en la entrepierna de la Democracia.
Sentirá que cumplió con su
obligación, sentirá que cumplió con la ley, pero no se planteará en ningún
momento si esa aplicación salvaje es propia de una Democracia, ni se planteará
en ningún momento si esas leyes son democráticas o si esas leyes son rancias y
nada adecuadas a los tiempos, las necesidades o la idiosincrasia de este país.
Rajoy solo sentirá la
satisfacción de haberse llevado la razón por la fuerza, y eso tampoco es
Democracia. Y eso sin contar con que use la fuerza, porque para entonces ya
podremos certificar el nulo talante democrático de Rajoy y de su Gobierno,
además de darle el título a nuestra falsa y caduca Democracia. No estamos en
Democracia, y los hechos que lleva a cabo Rajoy, el Gobierno de España, sus más
firmes aliados (Ciudadanos y PSOE), lo confirman. Conformarse con las actuales
leyes, sin hacer nada por cambiarlas, no es Democracia, ya que esas leyes están
obsoletas y anticuadas. Por otro lado, está el diálogo, otro de los pilares más
fundamentales de una Democracia, y a eso Rajoy se negó en todo momento.
¿Qué sentirá Rajoy, su Gobierno,
sus aliados (Ciudadanos y PSOE) después de haber atropellado a la Democracia?
Pena, siento pena.
¿O es que son los catalanes los
verdaderos culpables por querer que la gente se exprese, haciendo así uso y
valor a una Democracia?
¡Malditos sean!
Tititokokoki