Champán en Genova,
pócima venenosa en Ferraz y tristeza en media España.
Sí, en Génova ya
descorcharon algunas botellas de champán (que no cava, conste, por
razones obvias) desde hace algunos días.
Quizá el día de hoy, una
vez conocido el resultado de la calle Ferraz, se abran las más caras
y en mayor cantidad. La algarabía, el festejo, la euforia y el clima
de victoria, está presentes en la sede del PP.
Sí, esas botellas de
champán que no necesitaron ir a comprar al supermercado de la
esquina porque ya se las enviaron previamente desde los despachos del
IBEX e incluso desde Alemania por la labor bien hecha y por lo que
les queda de labor por hacer.
Mientras, en Ferraz
deshacen filas, mejor dicho, rompen filas entorno a los Felipistas, a
los Susanistas y a todos aquellos que propusieron negar la palabra
dada a sus votantes, al más puro estilo del que suelen ordenar los
sargentos chusqueros.
Y estos votantes decepcionados y gravemente
vilipendiados, también deshaciendo grupo de camino a sus casas con
las banderas del PSOE a media hasta o a la altura del suelo.
La nueva
decepción les llevará a sus casas para quedarse allí pensando qué
hacer con su decepcionante partido político y con sus ideas de
socialismo.
Algunos quizá se vayan al bar de la esquina más próximo
a apagar sus penas, que no será con champán ni con cava.
Quizá
algunos prefieran beber cualquier pócima que les haga olvidar
semejante mal trago o que les traslade a otra dimensión que les haga
ver que todo ha sido un mal sueño, una pesadilla y que esto que
ocurrió hoy en Ferraz, en realidad no pasó.
Cuesta creer que el PSOE
haya alcanzado semejante degradación y cuesta más creer que sean
capaces de llevar a cabo lo que va a suceder en las próximas fechas.
No hace falta ser afiliado, simpatizante o votante para sentir la
decepción y la amargura que se respira ahora en el ambiente de este
país.
A excepción de los que comulgan con el PP, nadie puede sentir
afiliación hacia este estilo de hacer política y ante esta
desafortunada manera de gestionar un partido político.
Y menos aún
sentir alguna satisfacción, alegría o alborozo por una nueva
muestra de cómo incumplir promesas electorales y engañar a los
votantes, a la ciudadanía en general y a la Democracia.
Hoy es un día triste
para España, en especial para aquellos que, aún no siendo
socialistas o no haber votado a ese partido que contiene siglas
engañosas y fraudulentas, han visto la maniobra tan indecente de
este partido.
Pero no esperemos grandes
cosas ni novedad alguna.
Han pergeñado para que, entre ambos, se
consoliden las mayorías absolutas que les alternen en el poder.
Por
si alguien había albergado alguna esperanza (el que escribe fue uno
de ellos) de que en España se había acabado la alternancia en el
poder, por parte de los que lo hicieron a lo largo y ancho de los
últimos 38 años, se equivocó (me equivoqué). Han buscado la
manera para que, entre los dos, obtengan lo que antes le tocaba a uno
sólo, por lo que cabe suponer que se repartirán el poder de nuevo.
Y más unidos que nunca.
Bien se podría pensar
que, si IU y Podemos se unieron y crearon Unidos Podemos, ahora se
haya creado otra unión: PP y PSOE Unidos Pueden. O sea, la misma
mierda junta.
¡Malditos sean!
Tititokokoki