Somos granjeros porque la Historia escrita empezó poco después de que nos asentáramos en poblados al desarrollar la agricultura y ganadería, Sólo entonces, con la barriga llena, se desarrolló la palabra abstracta, que organizó la vida social y sofisticó la artesanía (utilitaria) para convertirla en arte (estético).
Pero pretendimos controlarlo todo con las palabras: explicar el devenir de la Naturaleza a base de leyendas y dioses, hasta el punto de creer que obedecían nuestras oraciones y que se encargaban de cuidarnos y hasta de vencer a nuestros enemigos. Nuestra imaginación, tan poderosa y fascinante, se convirtió en mentiras al servicio del poder.
Lo asombroso es que en este siglo XXI la Humanidad siga en ese delirio, alimentado por los líderes y concretado en el Dinero como convención que condena a la pobreza y a la escasez. Podíamos haber elegido el otro camino: hace 4.000 mil años el taoísmo y el budismo asumieron que el Todo era inabarcable, que cada persona desarrolla una imagen mental sumamente parcial, que el Ego zarandeado por las emociones nos aleja de la Serenidad. Pero la fuerza bruta de los pueblos que creían en los dioses sometió a los colectivos que vivían en armonía con la naturaleza sin ambicionar convertirse en imperios.
Hasta aquí ha llegado la Historia, a base de guerras y opresión. En el siglo XX nos libramos por los pelos de la hecatombe nuclear. En el siglo XXI tenemos como problemas incuestionables al cambio climático, la explosión demográfica y el colapso de la naturaleza. En otras palabras: contaminación, limitación de los recursos naturales y extinción de especies. Son los otros tres jinetes del Apocalipsis, que se unen al primero que es la Guerra, que sigue arrasando países.
Ante ello, una gran mayoría de los seres humanos debemos tomar conciencia y elegir la sobriedad como forma de vida, asumir que seguimos siendo “granjeros bastante imaginativos pero insignificantes”.
Insignificantes como los dinosaurios que se extinguieron por algo tan fortuito como un asteroide; es el pensamiento de cada uno quien atribuye Significado a las palabras que aprende y usa, ningún otro animal abstrae categorías, sino que responde a la situación presente, sin pretender explicar su pasado y menos prever el futuro que no pueden imaginar. “Granjeros” porque necesitamos comida y cobijo; un paso más supone ser “ciudadanos”, participantes de la polis, pero el individualismo y cierta ignorancia nos alejan de ese rol. “Imaginativos” porque la vida de cada persona se desarrolla dentro de su mente, y es allí donde reside su infelicidad o Serenidad. La imaginación es un elemento esencial de la persona: es la base de la creatividad y de los sueños reparadores, pero es frecuente que suponga un elemento de alienación, de aturdimiento tanto personal como colectivo.
El Sistema (Matrix) se sostiene en todo lo contrario: fomentar mentiras (dioses, bancos, progreso), en aturdir con Ruido permanente (pantallas, móviles, noticias sesgadas) y en fomentar el Miedo (a la escasez, al diferente, al futuro), con líderes que son títeres vocingleros.
Por mi parte, esta es mi aportación intelectual, por si es útil a alguien. Como granjero me ocuparé de mi hogar y de mi labor educativa como forma de participación en la sociedad. Como animal imaginativo disfrutaré de mis sueños y de los ajenos, de todas las artes. Como ente insignificante asumiré mi impermanencia, lo efímera que es mi vida y la paradoja de lo plena que puede ser cuando se vive cada instante serenamente en armonía con la naturaleza.
En resumen, mi “sabiduría” se resume en un acróstico conocido con otro sentido: G.P.S.:
Gratitud al respirar el oxígeno que nos dan las plantas, al pensar con palabras que hemos heredado de otras civilizaciones, al recibir el relevo de generaciones de humanos bondadosos.
Participación en una comunidad donde buscar compañeros para aportar y también denunciar que hay líderes mezquinos y una mayoría sumisa. Donde ganarme el pan honestamente sin ser un depredador.
Serenidad para vivir el momento Presente, con humildad, con sobriedad, en armonía con un planeta óptimo para la vida que es el único donde la evolución llegó hasta la Inteligencia.
El Lado Oscuro de la inteligencia es la Fantasía del Poder, el empeño en el control sobre los demás, la patética inmortalidad de los faraones. El Lado Luminoso de la inteligencia es la Lucidez de la humildad, el tratar a los demás con bondad y ternura durante los breves pero intensos años en que consistirá nuestra vida.
Hablar de “Insignificante Granjero Imaginativo” parece una simplificación pueril. Pero es una imagen mental muy poderosa que quiero compartir: visualizarse en una pequeña granja, pendiente de la huerta y de las gallinas para poder dar de comer a mi familia, y ofrecerles un hogar cálido de caricias en vez de sometido a la tecnología; reconocerme irrelevante en la Geopolítica que está en manos de cuatro chinos y cuatro yanquis pero capaz de colaborar con mis vecinos; con mi imaginación como herramienta para embellecer mi pequeño mundo y percibir la armonía que me rodea, sin caer en las fantasías de control sobre lo que me rodea.
Reconozco que mis frases son “dar vueltas a la noria”. Las palabras no alcanzan para expresar una Intución de que todo es más sencillo si acallamos el Ego y nos percibimos como parte del Todo.
Necesitaba publicar esto, por si sirve a alguien y para sentirme comprometido con lo que digo. No cambiaré el Planeta ni a los demás, pero sí mi mundo interior y mi actitud. Suficiente para dejar de criticar, de cargar con prejuicios y falsas expectativas, de hacerme mala sangre.
Me basta con ser positivo para mirar con bondad y ayudar en lo que está en mis manos. Ojalá la Sobriedad y Lucidez fueran tan contagiosas como lo ha sido la SubNormalidad que trajo el virus. Lo que tenga que suceder, lo veré con la serenidad de un granjero que se sabe mortal.
Muchas gracias por vuestra atención y paciencia. Ha sido muy enriquecedor “desaprender” con vosotros, con vuestras experiencias, reflexiones e incluso vuestras objeciones.
Sentido Común