Señores, voy a serles franco: estoy hasta los cojones de todos nosotros”.
Frase de Estanislao Figueras, primer presidente de la malograda I República Española. Cuenta la leyenda que el presidente Figueras, tras la enésima reunión de políticos incapaces de llegar a ningún acuerdo, pronunció estas palabras.
En primer lugar, quiero dejar claro que defiendo el lenguaje inclusivo, pero la frase es la que es, y supongo que se entiende.
Bueno a lo que voy:
Cuando Arturo González dejó de publicar sus entradas o ‘articulillos’ en el Blog ‘Puntadas sin hilo’ (Público.es), allá por marzo de 2016, el ínclito Okupado nos hizo la generosa oferta de hacer un blog para quienes habíamos quedado huérfanos del primero, y se puso manos a la obra publicando en esta nueva casa la última entrada de Arturo. Así comenzó la andadura de este blog coral.
Sería cansino y aburrido relatar todas las vicisitudes que hemos pasado hasta llegar al día de hoy. Como es sabido por todos, en el faldón derecho está el historial completo de estos cuatro años y pico, para quien quiera documentarse y curiosear todo lo que le dé la gana.
En los diferentes vaivenes de estos años hemos sufrido: la poca participación, la poca aportación de entradas y comentarios y la permanente desaparición de algunos de los padres de esta casa. Como no han dado razones de su huida, no tengo nada que decir. Este blog nació con vocación de contrastar opiniones políticas e ideologías, como un rincón libertario, con libertad total de opinión y expresión.
A los que nos hemos quedado, la endogamia de estos años, los roces, las suposiciones, la insidias y por fin los insultos y descalificaciones nos han ido minando y a la vez crispando la buena marcha del blog.
Se pusieron moderadores, pero aquello no terminó de fraguar porque se suponía que, en aras de la libertad de opinión, se podía decir lo que se quisiera, pero claro, de opinar a insultar hay un largo trecho que terminó por ser inexistente.
También se dijo que la moderación era una especie de venganza personal, algo que solo podía caber en una mente vengativa, aunque los insultos y descalificaciones todavía siguen escritos para verificación de quien quiera leerlos.
Tras una votación, se quitaron los moderadores, se cambió el administrador (por cansancio o lo que fuese que le pasase a Oku). Pero resultó que el nuevo moderador censuraba y baneaba, e incluso insultaba, a quien le parecía, en aras a una pureza ideológica que iba en contra de la libertad de opinión de esta casa. Dicho moderador dejó de administrar el blog y apareció Yuan pen, volviendo a revivir a este enfermo.
Durante este largo tiempo, también hemos sufrido ataques de trols y algunos de los más veteranos, que dejaron esta casa, tuvieron la crueldad de borrar todos sus comentarios quedando algunas entradas hechas unos zorros, pues los comentarios restantes quedaron casi sin sentido, con el argumento peregrino de que los comentarios eran de su propiedad.
Más tarde llegaron nuevos blogueros y, parecía que la sangre nueva nos vivificaría, pero tras un corto periodo se polarizaron aún más las diferencias y en esas estamos.
Cuando me he referido a este blog, siempre lo he hecho como si este fuese una posada o una cocina donde, mal que bien, pero con total entrega, cada voluntario que nos regalaba una entrada, nos cocinaba un plato y lo servía al paladar de todos.
Como cada cual es como es, algunos cocineros han sido más creativos y sabrosos al paladar, otros más selectivos y menos participativos y otros solo han aportado sus comentarios, masticando y tragando o escupiendo cada nuevo plato.
Solo quien escribe una entrada sabe lo que cuesta escribirla y lo ingrato que es que, a las 12 horas, pasemos de ella y comentemos noticias del día, del tiempo que hace o de enfermedades, cumpleaños y muchos saludos y despedidas, transformando el blog en un insustancial chateo capaz de aburrir hasta a las ovejas.
También es muy cansino, ver y releer comentarios repetidos hasta la extenuación ocular, así como tener que leer a quien escribe como un niño pequeño que aparenta no saber de ortografía para mortificarnos aún más las córneas. También, en mi opinión, se abusa de múltiples falacias como las descalificaciones ad hominem (a la persona y no al argumento) y la falacia del hombre de paja (refutar una proposición diferente), pero es el precio que al final pagamos todos por el respeto a la libertad y la diversidad.
Algunos curtidos en estos lares, esgrimen a veces, la peregrina excusa de que su comentario-respuesta es una ironía o sarcasmo, lo que viene siendo ¡una tomadura de pelo!, vamos. Es bueno recordar que no es lo mismo reírse con que reírse de.
Podría aburrir, pero ya lo voy dejando. Como en cualquier orden de esta sociedad aquí en el blog hay muy diferentes niveles de comprensión, de expresión y de educación, y lo peor de todo es que, aunque aquí paramos bastantes jubilatas aburridos, entre los que me encuentro, venimos y aparecemos cuando podemos, queremos o nos dejan nuestras ocupaciones diarias que casi todos tenemos y, según el día que hayamos pasado o cómo sople el viento, venimos más o menos alegres o crispados. Esto lo digo porque cuando alguien se siente vejado, vituperado o insultado, recurre al: “Me insultaron y nadie dijo nada…”
Durante cierto tiempo aparecieron y aun hoy aparecen académicos fracasados de la Lengua viperina que se dedican a corregir errores gramaticales o de teclado, “con la mejor intención”, aunque curiosamente, encima o debajo haya otro comentario con errores más gordos aún. Ahora ¡¡diles tú a ellos algo y leerás que tienen mil excusas!!
Y la última es, cuando pones un enlace o noticia, siempre hay un lorito que te dice: “Eso lo puse yo ayer”, “no, yo anteayer” o “yo hace 5 días”.
Muchas medallas hay que traer para repartirnos a tantos egos.
El interés que me mueve a lo escrito es que deberíamos tratar de compartir y aprender del conocimiento, de las vivencias o sinsabores que hemos pasado cada uno, aunque a veces eso esté muy profundo. Lo malo que pasa es que al tener ese conocimiento de los demás, lo usamos como arma arrojadiza en caso de trifulca. Por eso es por lo que a veces hay quién prefiere callar.
Como una vez dijo aquí un fanfarrón que huyó como un conejo, yo tengo en mi mochila para publicar cienes de entradas, pero animo a que quien aún no se haya atrevido a publicar una, que lo haga, para que sienta y valore el esfuerzo que cuesta, lo ingrato y cruel de las críticas, pero que así al menos, pueda compartir sus sueños de un mundo mejor y colabore en mantener este blog.
Texto escrito el 6 de diciembre.
Adenda:
Ha reaparecido un personaje convenientemente disfrazado, que con su fino bisturí se ha propuesto romper el blog y aburrirnos a todos, en especial a los que ahora por razones varias, tienen poco tiempo para visitarnos y prefieren no entrarle al trapo.
Por mi parte, deciros que, aunque esta visita pueda parecer negativa, para mí, es un revulsivo a todo lo anteriormente expuesto, y que yo no estoy dispuesto a concederle la posibilidad de que consiga su fin.
Usa hábilmente la técnica del guepardo: al principio, ataca al más débil de la manada y después trata de seguir cobrándose deudas que supongo tendrá pendientes.
No debería conseguirlo, de nosotros depende.
Ivanjoe