DON SEBASTIAN – ¡Pues cómo!
DON HILARION – Se administra en pildoritas, y el efecto es siempre igual, igual, igual.
DON SEBASTIÁN – Hoy las ciencias adelantan, que es una barbaridad”. (La Verbena de la Paloma)
La frase que encabeza cuenta con más de 125 años. Sin embargo, está fresca, como una lechuga.
El boticario, D. Hilarión, que alternaba el cocinado de sus magistrales recetas con el baile castizo en el viejo Madrid de las chulapas y fiestas en las praderas al aire libre, es un arquetipo para museo del recuerdo.
Aquel paisaje urbano de finales del XIX, calles llenas de carruajes tirados por caballos, de verbenas con castañeras picadas al aire libre, se acercaba más a las estampas de los caprichos de Goya que a la silueta actual ahogada en la grisácea penumbra de la contaminación y las torres de Chamartín encrestadas que parecen competir con el vuelo rasante de los aviones que parten o llegan.
Hoy la ciencia de la medicina, sustituyendo la farmacopea de las antiguas píldoras saludables, monopolizada por grandes y poderosas empresas farmacéuticas multinacionales, de conocidas marcas, extiende sus tentáculos e influencia en diferentes sectores productivos, y de investigación.
La asociación, o simbiosis, entre ciencia y tecnología preside el desarrollo en amplios ámbitos económicos como el energético, alimenticio, telecomunicaciones… y otros.
Y es aquí donde llego al tema que quiero plantear, el tema de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Las consecuencias para el desarrollo intelectual y emotivo de los seres humanos en desarrollo y las implicaciones pedagógicas que tal tecnología condiciona.
La comunicación humana arranca en la noche de los tiempos. Con la aparición de los lenguajes o al uso generalizado del verbal, parejo a la socialización humana, que ha ido utilizando distintos formatos y soportes, pasando también por distintas tecnologías que lentamente han evolucionado a lo largo de la historia.
El descubrimiento de la electricidad allá por los siglos XVI y XVII y su aplicación en el siglo XIX al uso doméstico e industrial supuso un fuerte impulso a la comunicación a distancia. Citemos el telégrafo y el teléfono por cable que se sustenta en la transformación de impulsos eléctricos, bien codificados, o bien transformados en sonidos.
Será la modalidad de teléfono inalámbrico, que utiliza los campos electromagnéticos, lo que constituye una verdadera revolución en esta tecnología.
Hice la mili en un batallón de ingenieros para cuerpo de ejército, cuartel de caballería de Salamanca. Hoy Corte Inglés. (Doy esta información porque sé que hay alguien interesado en mi provecta edad, para que calcule). Pues allí aprendí y practiqué la transmisión por cable del lenguaje Morse. Las chicharras que emitían impulsos eléctricos cortos y largos, un anticipo del lenguaje máquina. Las emisoras de onda corta, cuya banda deberíamos respetar para no interferir en las emisiones civiles. (¡Dios, cuanto conocimiento inútil que ocupa espacio en mi CPU, desde el catecismo del padre Gaspar Astete hasta el anticuado lenguaje morse!).
Estaban montadas sobre vehículos todoterreno. Eran americanos, del “imperio”, se decía que habían sido usados en la guerra de Corea. De tecnología analógica, con dial de batido a cero. También había otros emisores inalámbricos cargados en unas motos del ejército, auténticos móviles, pero casi jurásicos.
Una escueta reseña orientativa, y poco rigurosa, de la evolución de estos dispositivos usados en los últimos 30-40 años:
Los primeros móviles eran de gran tamaño y difíciles de transportar. Escasa duración de carga, 30 minutos máximo. Es la primera generación o 1G.
La segunda generación o 2G, a partir de 2007, incorporan los mensajes de texto.
El 3G introduce la conexión a internet, el color y la pantalla táctil.
El 4G incorpora la cámara fotográfica y banda ancha, mensajes de imagen.
El 5G aumenta la velocidad, de 1 a 10 Gb ps. Se habla de microsegundos. Gran capacidad de conexiones simultáneas y bajo consumo. Funciona ya en países como China , EEUU. En España se están completando las redes, instalando antenas para que la cobertura sea total. Las bajas frecuencias obligan a desplazar la banda de la TDT (Televisión Digital Terrestre). Estará lista en julio 2020.
La tecnología 5G está protagonizando tensiones comerciales por el predominio entre Estados Unidos y China. En versión doméstica, los retos verbales entre nuestras dos mandatarias, Colau y Ayuso para llevarse a su ciudad la feria del Mobile, que se viene celebrado anualmente en Barcelona (a ver si se tiran del moño).
Las sociedades humanas han mostrado rechazo a casi todas las innovaciones o inventos: la imprenta, la agricultura mecanizada, los transgénicos… Unas veces por unos motivos, otras por otros y las más de las veces sin verdaderos fundamentos. Como ejemplo de motivos políticos la llegada del café. Pasó del imperio Otomano a Europa a través de Marruecos. En Europa estuvo prohibido muchos años porque la gente se reunía para disfrutarlo en locales específicos. La amenaza que suponía para el poder que la gente reunida conspirara, provocó el cierre de los cafés. Hasta que un Papa, declarándolo bebida del demonio, pensó que, si lo habían traído los infieles, bautizándolo, lo podíamos disfrutar nosotros. Otro tanto, pero por motivos económicos y comerciales, ocurrió con la mantequilla y la margarina. Curiosidad, sin importancia.
Los móviles y toda la tecnología asociada no iban a escapar a la norma del rechazo y también tienen sus detractores. Los efectos nocivos de las radiofrecuencias, entre otros.
La tecnología digital ha venido para quedarse. Los nacidos en esta nueva ola parece como si trajeran las nuevas tecnologías instaladas de serie.
Cada vez se observa el uso del móvil en niños más pequeños, hasta el punto que muchos estudios serios, incluyendo la OMS, han alertado de los riesgos de daños en la evolución intelectual infantil por tal costumbre, incluso se ha denominado a la costumbre de algunos padres de dejar el móvil a los críos para que se entretengan como “chupete electrónico”.
Ya en edades de final del desarrollo evolutivo, son recomendables para acceder a la información y al conocimiento, se señalan algunos inconvenientes si no hay un control parental o de tutelaje educativo, como son la adicción, el acceso inadecuado a la pornografía, el bulling, el vamping y el sexting.
Según el INE, 3 de cada 4 niños tienen móvil antes de los 10 años. No es recomendable el uso autónomo por niños menores de 13 años. Algunos padres lo justifican por la necesidad de tenerlos controlados. Es esos casos deberían usar solo teléfonos sin navegación.
A partir de los 15 años se autoriza en España, de momento, en algunos institutos el uso como herramienta didáctica. Dicho uso está regulado y se recomienda que el tiempo diario total no sobrepase 1 hora, para menores de 13 años, ni 2 horas para mayores. En Francia está prohibido el móvil dentro de los institutos. Encuestas internacionales dicen que un 86% de los padres se oponen al uso del móvil.
En el mismo pack llegan otros muchos dispositivos que se interconectan: a saber, las tablets, los relojes inteligentes, los MP3, etc.
En conclusión, como decía un ascendiente mío, que a su vez había oído de boca de otro ascendiente: “¡Qué veremos!”. Hoy en día es posible localizar y liquidar a nuestro enemigo aunque esté oculto en las antípodas.
Proust