jueves, 22 de marzo de 2018

LA SOCIALDEMOCRACIA DEL SIGLO XXI, Y LA DEMAGOGIA, CONTEMPORÁNEAS


En efecto, la socialdemocracia de este siglo es el instrumento que usan determinados partidos políticos para tratar de atraer la atención de los votantes, pero que no dejan de ser los mismos lobos que los neoliberales, solo que lucen distinto collar. Es lo único que cambia en estos que pretenden eliminar al neoliberalismo para hacerse con las riendas del poder y para seguir haciendo lo mismo que estaban haciendo hasta ese instante, ellos, los neolibelares.

Y en este apartado nos encontraremos con todos y cada uno de los mal llamados Partidos Socialistas de los distintos países de Europa. Salvando excepciones, eso sí, como pueden ser países como Suecia, Noruega, Finlandia, entre otros, que ya lucen en su forma de gestión con una socialdemocracia auténtica, o como mínimo, con tintes de este movimiento político/social.

Concretamente en España, nos encontramos al PSOE (Partido Socialista Obrero Español) que cuenta con la mayor dosis de demagogia contando cuentos sobre la socialdemocracia y soltando arengas cargadas de intenciones sobre socialdemocracia. Pero de ahí a la realidad, va un trecho bastante largo, pues este partido es desde hace tiempo el aldabón necesario de la derecha española y del neoliberalismo imperante. Otro de los que se erigen en socialdemócratas son los de Ciudadanos, y eso hace que la posibilidad de alcanzar dicha ideología, sea cada vez más increíble y nada efectivo. Tan solo se trata de ganar elecciones, pero la socialdemocracia jamás llegará de la mano de esos dos partidos. Nunca. Por lo tanto, son demagogos mentirosos.

Y sí, se puede decir que hay algunos partidos en Europa que apuestan por esta manera de gestionar la política, pero esos no ganan elecciones. En España encontraremos algunos, por ejemplo Unidos Podemos, pero insisto, estos no ganan elecciones. Para desgracia de España, y de Europa.
La socialdemocracia nació como un estilo de gestionar la política orientándola a la justicia social, al reparto justo de la riqueza, y a una Democracia representativa, entre otras cosas que lo diferencian del neoliberalismo, pero en estos instantes es más una entelequia que una realidad palpable o posible. Y si aquellos partidos, como es el caso del PSOE o Ciudadanos, llegaran a ganar elecciones, podríamos comprobar que se volverían a repetir las promesas electorales que en su momento hizo el PP, y que le permitieron hacerse con el poder, se volverían a repetir, solo que esta vez de boca y mano de otros demagogos. Los mal llamados socialdemócratas.

La socialdemocracia pretende hacerse con el poder, pero si lo hace, será dentro de este sistema capitalista, tal como rezan sus preceptos, lo que hará que el fracaso sea estrepitoso y no se alcanzarán los objetivos sociales, de justicia o de Estado de Bienestar, que prometen o dicen perseguir. Es por esto que tan solo cabe pensar en que ganen las elecciones partidos como Ciudadanos con el mensaje socialdemócrata, pero eso no hará otra cosa que no sea prostituir a la socialdemocracia y llevarla a su total destrucción y desaparición.

Pero existen indicios de que algo está cambiando en esta Europa más desunida que nunca, y si bien de un lado aparecen fuerzas políticas de extrema derecha, también es cierto que a la vez asoman aquellos partidos que sí representan a la socialdemocracia, lo que acabará por consolidarse finalmente, aunque no sin serios tropiezos y determinadas zancadillas de los diferentes sistemas financieros y empresariales que no desean que esto se produzca. No en vano, esos colectivos capitalistas apoyan más a los PSOE o a Ciudadanos, lo que redunda en la creencia ya asentada de que esos no son precisamente los dignos y legítimos representantes de la socialdemocracia.

Y si no, que vengan los auténticos socialistas, o los socialdemócratas, y nos lo cuenten.

A partir de aquí, a ver qué hacemos en urnas. Si es que queremos de verdad socialdemocracia.
Pero de la de verdad, ¿eh? No de la otra.

Tititokokoki