sábado, 2 de abril de 2016

IIIª y última PARTE o el (no tan) sorprendente desenlace sobre LA INEXISTENCIA DE DIOS


Bueno, bueno. Ya tenemos las definiciones y los instrumentos necesarios para tratar de demostrar
la existencia o inexistencia de dios. Por lo tanto sólo nos queda proceder. Pues procedamos,
procedamos.

Tomemos la fórmula de la Improbabilidad y calculemos los diferentes parámetros. En primer lugar
la Identidad. ¿Está dios definido? Existe algo de controversia al respecto, ya que si tomamos las
definiciones que sobre dios encontramos en las diferentes religiones o incluso a nivel de personas
dentro de una religión, éstas son diversas. Sin embargo existen una serie de aspectos coincidentes
en todas las religiones que nos permiten tener un concepto general de ese dios: Es un
ente supremo y tiene presencia universal. Esto no es extraño, ya que existe una clara coincidencia
en que es el creador, bien como acto voluntario, bien como “emanación” de su esencia, del
universo. Por tanto sí que tenemos una definición y su valor será i=1

En segundo término, verificaremos el valor de su Localidad. Como hemos dicho en el parámetro
identidad, una de las características de dios es precisamente su universalidad, el hecho de estar
presente en todo el universo. En consecuencia su valor es L=1.

Y ahora vamos al problema más complicado, que es el cálculo de la verificación del suceso
“dios”. En principio el suceso dios se puede verificar de dos maneras diferentes: Por observación
directa o por pruebas indirectas.

Si atendemos a los datos disponibles, la función Probabilidad de verificar la existencia de dios es
función del tiempo. En efecto, tenemos que en los primeros tiempos era posible verificar la existencia
de dios de manera directa, independientemente de si se manifestaba como zarza ardiendo,
como palomo sátiro o como hijo de carpintero (síndrome Pinocho). Así encontramos que dios
hablaba a los seres humanos, les amonestaba, les daba leyes, les puteaba o les ayudaba a
ganar guerras.

En este aspecto tenemos que, al principio la probabilidad de que dios se te manifestara, te enviara
un whatsup, te invitara a una macrofiesta o te hiciera una broma de mal gusto era P=1.

Así Adán hablaba con dios, Eva también, los hijos de Adán y Eva también, etc. Pero progresivamente
las manifestaciones de dios, tanto directas como a través de emisarios angelicales, fueron
disminuyendo. Este hecho es sorprendente, ya que al aumentar la población de la tierra desde
n=1 hasta n=7.000.000.000, las manifestaciones debieran multiplicarse también. En la época
actual prácticamente no existen observaciones directas de dios, aunque ello puede ser debido a
que la esquizofrenia es fácilmente tratable con unas simples pastillas.

En cuanto a las pruebas indirectas, ha sucedido exactamente lo mismo: En el génesis la Probabilidad
de verificar la existencia de dios era P=1, ya que había creado todo lo existente y era la úni-
ca explicación a tal existencia. Posteriormente aún existían muchas pruebas indirectas de la existencia
de dios, bien fuera en actos de destrucción masiva , bien en la concesión de parabienes.
Sin embargo en la época actual la Ciencia consigue dar explicación a muchos de los fenómenos
que antaño eran considerados como “la voluntad de dios”. Si un volcán, un terremoto, un huracán
o un sequía causan devastación en una zona del planeta, a nadie se le ocurre decir que es
debido a que en esa zona se practicaba la sodomía o la gomorría.

Esto nos conduce a que, si bien no podemos calcular con exactitud P en el momento actual (desconocemos el número exacto de esquizofrénicxs sin tratar que escuchan la voz de dios), si que
podemos determinar que la función P disminuye progresivamente su valor desde el 1 inicial y
tiende hacia 0. No es difícil deducir que en su límite P(t)=0, ya que con los avances científicos el
papel de dios como explicación de los fenómenos físicos desaparecerá, y con una educación
basada en el pensamiento crítico y tratamientos de patologías diversas las “manifestaciones de
dios desaparecerán.

En consecuencia I=1*1*1/0= 8. Por tanto dios es IMPROBABLE.

Pero, y volviendo a las definiciones iniciales ¿es dios imposible? Recordemos nuevamente la
definición de la RAE respecto a la probabilidad matemática:

“3. f. Mat. En un proceso aleatorio, razón entre el número de casos favorables y el número de
casos POSIBLES.”

En efecto, que dios exista es un caso posible, pero si no existe ningún caso favorable para esa
posibilidad, y no lo hay dado que P=0, es que ese caso no es posible.

Por tanto, dios NO EXISTE

ignatius j reilly

Parte I
Parte II