Hace exactamente 10 años los Indignados tomaron la Puerta del Sol: 15 de mayo de 2011. La crisis FINANCIERA de 2008 había arrasado con una generación. Zapatero habló de brotes verdes que sólo sirvió para derrochar dinero en chuminadas. Los jóvenes se quejaban de ser mileuristas porque ese salario les impedía pensar en independizarse de su familia. Los desahucios mensuales ascendían a 5.000: 60.000 familias a la puta calle en ese aciago 2011.
Ramón Sampedro escribía el prólogo a un librito “¡Indignaos!”, que sirvió como acicate para que la gente dejara de compadecerse en las barras de los bares y tomara conciencia de que su situación no era culpa suya, sino que una estructura económica había llevado a ese colapso: el juego de las “hipotecas-basura”, vendidas por USA al resto de los bancos occidentales a sabiendas de que era una estafa piramidal.
Los jóvenes se indignaron, decidieron hacerse visibles en la calle, y tomaron la Puerta del Sol y muchas otras plazas en distintas ciudades de España. Soñaban con cosas tan cercanas como contratos estables y salarios dignos, vivienda social, oportunidades educativas para todos. Y sabían que el bipartidismo no se lo iba a proporcionar: habían pasado casi 30 años desde que el PsoE llegó al poder con ese discurso, y fue ese partido el que modificó a la baja el estatuto de los trabajadores, el que consintió que los ayuntamientos ofrecieran con cuentagotas alguna vivienda social sólo a los pobres de solemnidad y que perpetuó la educación concertada.
Los jóvenes, y sus abuelos “perroflautas” (que eran gente dura, del PCE de la clandestinidad), y tantos adultos que veíamos que ese sistema era profundamente injusto e insostenible, nos atrevimos a SOÑAR COLECTIVAMENTE. No la fantasía de “salvar el propio culo” con la lotería o pisoteando al prójimo, sino el sueño de un Mundo menos injusto, donde la “igualdad de oportunidades” fuera, al menos, como en los años 80: hijos de obreros que iban a la universidad, gente del pueblo que podían vivir con cierta holgura, atención médica para todos, convenios colectivos que protegieran a la mayoría. “Madrecita, madrecita, que me quede como ESTABA”.
A final de ese año, aún 2011, Rajoy se meaba en los trabajadores diciéndonos que “habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Un indicio de que esa Indignación no había prendido en toda la sociedad, sino que la mentalidad conservadora afectaba también a trabajadores y pensionistas que preferían lo malo conocido que lo bueno por conocer.
Yo he sufrido el insulto de Aguirre cuando a los maestros y profesores nos llamó vagos, afirmando que sólo trabajábamos 25 horas semanales…una señora que jamás ha hecho otra cosa que usar su lengua viperina contra la izquierda y, en privado, dar instrucciones a sus nuevas Generaciones del PP para saquear todo lo público que decían gestionar en Madrid: “el lobo a cargo de las ovejas”. Sé por testigos directos de su soberbia cuando soltó a los sindicatos: “A mí me han elegido dos millones de personas, ustedes, ¿cuántos afiliados tienen?” (resulta que la eligieron usando dinero negro para sus campañas, y los afiliados del PP no eran ni la décima parte de lo que decían).
Me refiero a que el Bipartidismo era una lacra inmovilista que se había repartido España y sus comunidades, con ayuda de CiU y PNV. Izquierda Unida era testimonial, irrelevante frente a ese sistema tan bien engrasado con dinero, puertas giratorias, intereses comunes y hasta bodas entre la gente de la Casta. Y aparece PODEMOS: dan la campanada en las elecciones europeas, logran diputados en provincias donde jamás el PCE logró superar el “voto útil”.
La gente SOÑÓ con la justicia, con quitar poder e impunidad a la Casta. Podemos decidió con muy buen criterio que 3 veces el salario mínimo para todo cargo público era una magnífica vacuna contra la profesionalización de la política y la tentación de hacer jugosos negocios con el dinero sobrante y aprovechando la información privilegiada que los lobbies están encantados de ofrecer para lograr la complicidad de los “servidores públicos”: era la forma de evitar sobornos.
La maquinaria de la Derecha se asustó: ese inconformismo amenazaba sus jugosos negocios: se financió a Ciudadanos como la alternativa limpia de la Derecha, y se publicitó cuantas informaciones falsas elaboraron las cloacas del Estado, con el ministro Fernández Díaz (numerario del Opus) y la inestimable colaboración del “comisario” Villarejo.
Para cada concejal electo, se movió (con todo el dinero que fue necesario) para encontrar algo con el que descalificarle: un retuit de cinco años atrás sirvió para llevarle ante los tribunales; la presencia contra un desahucio, también. No importaba que luego fueran absueltos, lo importante era enmierdar en primera plana y todos los días. La rectificación, si se lograba, se hacía en la menos leída y sin reconocer quién había mentido y a cambio de cuánto dinero.
Milagrosamente, por la soberbia de Ciudadanos y la desesperación de la ciudadanía, Podemos llegó a formar el primer gobierno de coalición: un Vicepresidente y varios ministros. Muchos millones de votantes volvimos a soñar con un gobierno de izquierdas: subida del SMI, derechos laborales, legislación para el acceso a una vivienda, control a las grandes corporaciones, impuestos no sólo para los trabajadores.
Y llegó la Pandemia: “Todo el mundo al suelo, coño”, digo “…en casa”. Nada de un frente común para salvar el país como en Portugal; nada de respetar al gobierno central como en Europa: palos en las ruedas contra Sánchez (Casado NO votó a favor del estado de Alarma) y mentiras de una presidenta de una Comunidad autónoma de 6 millones de madrileños contra el presidente de los 47 millones de españoles. La frustración del paro, del miedo, de la escasez, se dirigió contra quienes se empeñaban en que la Covid no arrasara con todos los ancianos y vulnerables de España.
El resultado en Madrid: “la Libertad de las Cañas” ha vencido a la responsabilidad, la gente se ha meado en el sacrificio de los sanitarios (ya no se les aplaude). El sueño de hace 10 años se ha tornado en Pesadilla: la Muñeca diabólica y Morticia serán las mellizas de “El Resplandor”-
Unas escenas de la “Pesadilla en Spain-Street”, para que Abramos los Ojos:
Hoy Goirigolzarri ha planteado que medio millón de euros anuales son una basura: que necesita un salario de UN MIILLÓN Y MEDIO de euros, para poder despedir a 7.000 personas y a sus familias.
Ya sabemos que la macroeconomía va a mejorar con los 80.000 millones de subvención de Europa…pero que el paro no va a disminuir NADA este año.
La Ley de Cambio Climático se aprueba, pero su desarrollo y aplicación legal tardará años, cuando el 2030 era el punto de No retorno y es de temer que el PP, al más puro estilo Trump, derogue las principales medidas que afecten a las grandes corporaciones.
El coste de la energía se ha disparado, porque España sigue asumiendo una “Subasta” que lleva años robando a los españoles y que ya se ha demostrado que hacen trampas: se han parado plantas de producción baratas (eólicas, hidroeléctricas, nucleares) para así favorecer la entrada de las de gas, que encima repercuten íntegramente el impuesto de CO2 a los consumidores.
Los jóvenes, al menos los más descerebrados, salen en piara a celebrar la Libertad de cañas cuando y cuanto quieran: lo de preguntarse por qué tienen un 50% de paro, contratos parciales e inestables y ningún acceso a la vivienda, es cosa de otros. Seguro que IDA les puede dar una respuesta…ininteligible y absurda, pero resultona.