“Lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo, para consumar el milagro de la Unidad”. (Frase atribuida a Hermes Trismegisto).
Como toda hipótesis, esta que presento está sujeta a la capacidad de establecer relaciones entre los hechos y explicar cómo se producen basados en una información previa. Es más una curiosidad que una evidencia, pero no deja de llamar la atención la “autosimilitud” de las mismas en ese intento secular del ser humano de buscar criterios tendentes a la explicación unitaria de las cosas.
Parto entonces de presupuestos que, en cierto modo, ya han sido sugeridos no sólo por antiguas culturas sino también por la moderna psicología, la bioquímica, la matemática fractal y la física cuántica de vanguardia. Incluso religiones como la cristiana postulan ideas parecidas cuando tratan de establecer una comunión universal en la relación de sus fieles.
Expongo algunos ejemplos:
Registros Akásicos
Los llamados “Registros Akásicos”, neologismo acuñado por la teósofa Annie Bésant, vienen a significar una especie de memoria donde van a parar todos los acontecimientos de palabra y obra de los humanos desde el inicio de los tiempos, un almacén etéreo donde supuestamente se recopila todos los conocimientos del Universo. Un fluido intangible e inmaterial de sutileza extrema que los hinduistas suponían que penetraba todo el Cosmos, siendo el peculiar vehículo de la luz, del sonido y la vida.
Inconsciente Colectivo
Carl Gustav Jung, conocido psiquiatra, creó un término: “Inconsciente Colectivo”, para designar una especie de sustrato común a todos los seres humanos de todos los tiempos y de todos los lugares, representado por símbolos que expresan contenidos de la psique que está más allá del sentido común y de la razón, donde se guardan todos los arquetipos inconscientes y ancestrales de todas las culturas, y de donde se puede obtener, convenientemente canalizada, todo tipo de información de carácter universal.
Campos Morfogenéticos
Las aportaciones del experto en biología química, Rupert Sheldrake, en el estudio de lo que él llama “Campos Morfogenéticos”, que consistirían en una especie de depósito de información que ejercen influencia sobre sistemas vivos organizados, utilizables a través del tiempo y del espacio, difíciles de medir porque al no tener dimensiones no puede disponer de campos físicos. Afirmaba que entre los organismos vivos se emitía una especie de conexión telepática, una interacción de información conveniente para el sostenimiento natural de los sistemas. Es observable, por ejemplo, cómo, cuando los ciervos empiezan a comerse los tallos verdes de algunos árboles, éstos segregaban un producto químico llamado tanino que le da amargor y así evita que el animal siga comiéndose el resto de tallos. Lo curioso es que los demás árboles de la misma especie del entorno segregan también la misma sustancia química aunque todavía no hayan sido atacados por el apetito de otros ciervos. Queda claro que, algún tipo de información ha trascendido desde un solo ejemplar al resto, y estos la han procesado reaccionando químicamente.
La Comunión de los Santos
“La Comunión de los Santos”, doctrina de la iglesia católica y que comparte, de alguna u otra manera el resto de confesiones cristianas, se postula como la unión de todos los creyentes cristianos, vivos y muertos, que en el mundo han sido y serán. Es lo que se viene a denominar como un cuerpo místico global en el que todas las cosas participan de la idea universal del Cristo cósmico, de las que todos se alimentan a través de la “información” que les llega por obra del Espíritu Santo.
La Geometría Fractal
“La Geometría Fractal” ha sido definida como “la textura de la realidad”, donde el factor de escala, tan necesario para entender lo infinitamente grande como lo infinitamente pequeño, pierde todo sentido. Esta necesidad es realmente un reflejo de las limitaciones de la inteligencia humana más que una verdad esencial de la naturaleza. Nuestra inteligencia no puede comprender algo tan grande como el Universo a un nivel muy detallado. La naturaleza, por el contrario, opera con todas las escalas simultáneamente, y es por eso que intentamos entenderla introduciendo escalas que a nosotros nos parecen “naturales”. Las teorías fractales, por tanto, unifican el Universo entero en todas sus dimensiones posibles.
Teoría del Campo Unificado
El propio Einstein, trató de ofrecernos un aspecto de la física más inclusiva y universal, intentando unir los aspectos del Cosmos que antes se consideraban distintos y distantes, anunciando una “Teoría del Campo Unificado” para explicar todo cuanto tiene lugar dentro del universo físico. Junto con otros teóricos trataba de buscar el modo de integrar de manera coherente las cuatro fuerzas conocidas de la naturaleza: electromagnetismo, gravedad, la fuerza nuclear fuerte, que mantiene unidas las partículas nucleares y la llamada fuerza nuclear débil, responsable de la desintegración radiactiva. En esa misma línea el físico teórico Steven Weinberg señala la necesidad de postular más de las tres dimensiones espaciales actuales, además del tiempo, para explicar el funcionamiento del universo conocido. Considera estas extra-dimensiones como encogidas en un tamaño inferior al de un átomo, y aunque no podamos verlas directamente podemos detectar sus efectos cuando se mueven. Por ejemplo dice que una ondulación en la quinta dimensión se percibe como una fuerza electromagnética, causantes de fenómenos como la luz, el magnetismo y las ondas de radio y televisión. De hecho, las recientes teorías físicas de unificación multidimensional parecen atestiguar, hasta cierto punto, esta posibilidad.
Todos estos conceptos basados en la “autosimilitud”, y otros que se quedan entre estas teclas, son todavía campos para la especulación. Pero, creo que sin embargo, podemos tener en cuenta dos cosas. En primer lugar, la física académica nos ofrece, al menos, algunos fundamentos para proceder a estas especulaciones de carácter unitario. En segundo lugar, parece haber un consenso general dentro de la literatura sobre estos fenómenos de canalización, sobre todo en los últimos años, con respecto a una explicación del Todo conforme a los principios de la física. Al menos constituye un punto de partida.
Todos/as tenemos muy claro las limitaciones de las ciencias físicas que, aunque, qué duda cabe, pueden aportar gran cantidad de testimonios empíricos para sustentar casi todas sus teorías referentes al universo físico, tiene pocas pruebas, o ninguna, respecto a áreas muy especulativas como si la mente o el espíritu tienen algo que ver con lo físico, o podrían ubicarse dentro de algún tipo de gran teoría unificada. O sobre la existencia de ámbitos de frecuencias portadoras de información más allá del espectro electromagnético conocido. O sobre cualquier cosa similar a un ámbito mental que comprenda ondas de pensamiento. O sobre la propagación de señales más allá de la velocidad de la luz. O la existencia de dimensiones no físicas más allá de las tres del espacio y la única del tiempo. O la posibilidad de la existencia de algo así como inteligencias incorpóreas que habiten en esas dimensiones y se comuniquen desde ellas, ya se trate de formas de vida no física en absoluto o de formas de vida cuyos cuerpos tendrían una energía física superior, o de tipo sutil, comparada con la nuestra.
Flan Sinnata