“En este mundo traidor,
nada es verdad ni mentira
todo es según el color,
del cristal con que se mira”.
Ramón de Campoamor.
Tras realizar un experimento empírico, consistente en no aparecer en el blog
durante una semana, ni como moderador ni como comentarista, la conclusión ha
sido:
Que los moderadores no son necesarios.
Bueno, a lo mejor es que en esta semana, no ha aparecido por el blog, ningún
insultador, provocador, acosador o mentiroso compulsivo. Igualmente podría ser
porque los causantes de tantos insultos y crispaciones han sido neutralizados.
O porque todo Edmundo está este mes de vacaciones.
O el colmo ¡¡Ha sido todo a la vez!!
Sea lo que fuere y concluyendo que es gerundio, si no hay insultos, no son
necesarios los moderadores.
Del mismo modo, podríamos decir que, si no hubiese ladrones, asesinos,
traficantes, maltratadores, corruptos y prevaricadores, no serían necesarias ni las
leyes, ni la policía.
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“Los insultos son una mezcla de rabia y falta de argumentos”. Anónimo.
“Las injurias son los argumentos de los que no tienen razón”. J. Jaques
Rousseau.
“Quien insulta pone de manifiesto que carece de argumentos”. Garcilaso de la Vega.
“El insulto es el último recurso de aquél que se ha quedado sin argumentos, pues
se siente derrotado”. Benito Juárez.
“El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe”. Diógenes el Cínico.
Habría que hacer un perfil psicológico de qué es lo que lleva a una persona anónima a
insultar sistemáticamente en un blog, a otros blogueros, yo no me considero preparado
para ello.
Ciertamente, algunos comentaristas han dejado aquí escrito lo bien que se lo pasan
acosando e insultando a diestra y siniestra, lo que además les sale gratis, pero
evidentemente en estos nicks debe haber un componente psicológico que incluso ellos
mismos desconocen.
“La psicología muestra ahora un gran interés en comprender qué hay detrás del abuso
verbal. Porque no lo olvidemos, un insulto no es una flecha lanzada al aire que cae, como
mucho, sobre algún tejado. Un insulto hiere psicológicamente, humilla, ridiculiza, denigra y
refuerza muchos prejuicios y estereotipos.
¿Qué hay detrás de esta conducta?
“Hay quien recurre al insulto por mero condicionamiento social y patrón comportamental
heredado. Abundan los que han crecido en entornos en los que recurrir a la crítica, a la
humillación y a la devaluación era algo común.
Tarde o temprano, repiten lo mismo a lo que han estado expuestos, pero volcando a su
vez esa frustración y dolor acumulado desde la niñez en ese tipo de comunicación.
Por otro lado, también se da un hecho común. Muchas de estas personas recurren al
insulto como hábito para funcionar en cualquier entorno: escuela y trabajo…
Trabajos de investigación como los realizados en la Universidad de Bath (Inglaterra) nos
señalan que las personas que insultan, colonizan de manera frecuente los entornos
organizativos. La comunicación violenta busca tener un estatus y una forma de poder
sobre los demás.
Esto es, al fin y al cabo, lo que buscan muchas de estas figuras: crear una jerarquía
donde situarse por encima del resto mediante la crítica, la humillación, el insulto
camuflado, etc.
Entre las personas que insultan, los narcisistas grandiosos son los más comunes.
Asimismo, se da otro hecho llamativo: suelen elegir dos tipos de insultos muy concretos,
son aquellos que hacen referencia a la inutilidad y la estupidez. Es decir, recurren en
cuanto pueden a esos recursos ofensivos con los que criticar, por ejemplo, lo ingenuos o
faltos de intelecto que son los demás, además de bobos o ineptos.
Para concluir, como podemos ver detrás del abuso verbal hay todo un escenario de
personalidades, rasgos y caracteres. No es fácil convivir en una sociedad en la que los
insultos se convierten en algo tolerado en medios como las redes sociales. Hay muchas
maneras de comunicarnos sin tener que recurrir a la ofensa o la descalificación.
No obstante, tengámoslo claro, quien hace uso de los insultos revela buena parte de sí
mismo: nos muestra su intolerancia recalcitrante, su frustración infantil, su educación
recibida, su falta de empatía e incluso su dudosa inteligencia”.
https://lamenteesmaravillosa.com/personas-insultan-que-hay-detras-esta-conducta/
Ivanjoe