viernes, 13 de mayo de 2022

Venezuela: el retorno a la esperanza

Hace años solía comprar la revista militar “DEFENSA” editada por Vicente Talón. En aquella época era de lo mejorcito sobre el tema, más que nada por falta de competencia. Resulta que he abierto uno de los últimos números que compré, allá por marzo de 1999 y, en la editorial aparece este artículo:

Venezuela: El retorno a la esperanza

El pasado día 2 de febrero, el teniente coronel (retirado) Hugo Chávez Frías asumió el cargo de presidente de la República de Venezuela. Este barinés al que sus padres, ambos maestros, le inculcaron el hábito del estudio y al que sus años en el ejército, donde llegaría a mandar un batallón de paracaidistas, le acentuaron el espíritu de entrega a la institución castrense y a la Patria, que en su razón misma de ser, llega a la más alta responsabilidad del Estado rodeado por la esperanza de los más y la indiferencia o la hostilidad de los menos.. Su triunfo, limpiamente democrático, es el resultado, entre otras cosas, del hartazgo popular tras el anquilosamiento del sistema bipartidista que en los últimos decenios había llevado a relevarse, en el Gobierno, a los dos grandes partidos nacionales sin que. Ni el uno ni el otro, consiguiese parar -antes por el contrario, la aceleraron– la caída de Venezuela en el abismo de la corrupción, de la ineficacia y de las peores artes de que en ocasiones son capaces los políticos profesionales.

Ningún presidente venezolano, antes de Chávez, había recibido al país sumido en una crisis como la actual y. Además, disponiendo de tan contados recursos financieros. Por otra parte, y aunque su victoria en las presidenciales fue por goleada, por lo menos hasta que tengan lugar otras citas electorales sólo controla las gobernaciones de 8 de los 23 Estados venezolanos, 73 de los 209 escaños de la Cámara de Diputados y 19 de los 38 del Senado. Tampoco en materia de política internacional va a carecer de contrapesos ya que pagándose -como se paga- el petróleo a precio de saldo, bastaría con que el cliente principal, los EE.UU, decidiese prescindir del de Venezuela para que la débil economía nacional se fuese definitivamente a pique. Este panorama marca, para Chávez, una conducta pragmática y necesariamente inteligente a la que ya demostró adecuarse, en las semanas que precedieron a la imposición de la banda presidencial, con nombramientos como el de uno de los más prestigiosos y respetados militares venezolanos, el general Raul Salazar Rodriguez, para la cartera de Defensa.

Con 43 años el día que las urnas le dieron un refrendo masivo, Chávez ostenta, como ha escrito el general colombiano Alvaro Valencia Tovar, el grado militar de la renovación en todos los ejércitos… es el grado quizás mejor de toda la carrera de las armas, porque se reúnen los ímpetus juveniles con los ideales propios de la edad dorada de la vida. Así es aunque lo que condujo a la mayoría de sus conciudadanos a votarle no fue exactamente eso sino la esperanza de que protagonice un decidido golpe de timón y un subsiguiente cambio de rumbo capaces ambos de devolverle a Venezuela la serenidad, la honestidad y el espíritu constructivo del que fue desposeída por quienes hicieron del ejercicio del poder un torpe instrumento de nepotismo, descontrol y enriquecimiento propio.




Las negritas son mías… La realidad no siempre es como la pensamos ni como la algunos-muchos la cuentan… y ahora vas y la cascas, PPSOE, infames ladrones siempre y en todo lugar.

CapitanRed