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viernes, 13 de marzo de 2020

DISOLUCIÓN HABITACIONAL

Antes de nada, este artículo no es un alegato en favor de la familia tradicional aunque pueda parecerlo. Tampoco lo es en su contra; no es en contra ni a favor de ningún modelo familiar porque yo, particularmente, me posiciono de una manera "aséptica" en cuanto a este hecho social, la Familia, a su naturaleza, su función y su evolución.

Me interesa mucho no osbtante la relación entre unidad familiar, unidad doméstica, y geografía y diseño urbano. Desde muy pequeñitos, todos aprendemos rápido dicha relación, casi intuitivamente, y lo plasmamos a través de dibujos, asociando Familia a Casa. Casa en sentido doméstico –el "Home" inglés– y en sentido de artefacto arquitectónico –la "House" inglesa–: sí, esa casa que todos hemos pintado alguna vez con al menos dos pisos, chimenea, tejado a dos aguas y jardín con arbolito incluido. Una casa pensada para ser habitada por una familia llamada tradicional, de tres o cuatro personas en adelante, incluyendo eventualmente abuelos y otros familiares.

Todos conocemos bien los cambios y la evolución de la unidad familiar, así que esta parte me la ahorraré. Pero ¿y el diseño de las viviendas y su disposición sobre el terreno? Se supone que habida cuenta de estar sujetos a planificación debía ir acompasada a los cambios de aquella –con la influencia, claro está, de otros fenómenos paralelos, como la migración campo-ciudad y ciudad-extrarradio, la concentración económica, la industrialización, la escasez de suelo, etc.–, y en gran medida así ha sido: los altos bloques de viviendas de los barrios residenciales son la imagen, y el apartamento / departamento / "pisito", la respuesta.

Ahora vamos a la consideración puramente técnica: establezcamos de manera aproximada el espacio habitable digno para una persona ¿50m2? Pongamos que es éste, tirando a lo alto. En las casas tradicionales más exuberantes, y en algunos países con mucho espacio y tradición como Estados Unidos todavía hoy la vivienda mayoritaria, habría 200 o 300 m2, pero eran y son casas donde pueden habitar muy cómoda y dignamente familias de 4, 6 u 8 miembros, sin incluir mascotas varias. Lo importante, cabe concluir, es gozar de ese mínimo espacio de 50 m2, convivas en completa soledad o en "comandita".

Y ahora, la constatación de nuestra geografía habitacional. La vivienda tipo española sigue estando pensada para más de una persona, pues suele contar con dos dormitorios como mínimo, salón-comedor, cocina independiente. Y cuando son de tres dormitorios, lo usual es que cuenten con un baño completo y un aseo. ¿Responde este modelo a la evolución y demanda de la unidad familiar o doméstica imperante, más habitual y previsible en un futuro cercano? Tengo serias dudas al respecto.

En cierta ocasión –ya ha llovido desde entonces–, una ministra habló de "solución habitacional" y nadie se lo tomó en serio porque suena a dormitorio encapsulado y aseo empotrado junto a la cocina o el recibidor. Pero yo no me acabo de creer que los diseñadores de inmuebles residenciales, vista la tendencia demográfica y natalista, no tengan ojo e ingenio para crear soluciones habitacionales para la unidad doméstica moderna y posmoderna más habitual: la integrada por 1 persona con 1 mascota... animal o humano, léase pareja temporal o follamig@ con derecho a instalar cepillo de dientes. Y diseñarlas bien coquetas y arreglo a la siempre escasa disponibilidad de suelo en las ciudades europeas.

Y por último, la consideración social y económica. Para los jóvenes, el acceso a la vivienda es un problema: lo sabemos. Para los jóvenes, independizarse es un problema: lo sabemos. Pero no parece que sepamos que la unidad doméstica y familiar que crea un joven de 25 años cuando se independiza, por lo general y a priori poco o nada tiene que ver con el tamaño y la naturaleza de la familia destinada a habitar la vivienda tipo más frecuente que se construye, con su baño completo, aseo y hasta jacuzzi. Eso por no hablar de la familia, todos cogidos de la mano, que algunos pintarrajeábamos junto a la casa con chimenea y jardín.

Mickdos